Irlanda, al fin

Irlanda termin¨® ayer con 61 a?os de miseria en el Millennium de Cardiff al derrotar a Gales (15-17) en el ¨²ltimo partido del Torneo de las Seis Naciones. Una victoria ¨¦pica, trabajada y tremendamente emocionante que report¨® para el XV del tr¨¦bol todas las alegr¨ªas: se lleva el campeonato, la Triple Corona al haber vencido a los otros equipos de las islas y el Grand Slam al haber ganado todos los partidos de la competici¨®n, un honor que s¨®lo hab¨ªa conseguido en 1948.

El hist¨®rico triunfo de Irlanda trasciende en su significado a lo meramente deportivo por cuanto se ha conseguido jugando en un campo prestado -en Croke Park, templo de los deportes tradicionales ga¨¦licos, no brit¨¢nicos- y con el proceso de paz alterado tras dos recientes atentados. No tiene, pues, Irlanda muchos motivos para los festejos pese a que el partido de ayer fue seguido desde los m¨¢s rec¨®nditos lugares del mundo, donde se celebraron convenientemente los dos ensayos de O'Driscoll y Bowe, al inicio de la segunda parte; los puntos por transformaci¨®n obtenidos por O'Gara y el drop en el minuto 78 del medio de mel¨¦e.

Gales, que se jugaba la Triple Corona y pod¨ªa ganar el Seis Naciones por segundo a?o consecutivo si venc¨ªa por m¨¢s de 12 puntos, sab¨ªa de sobra que sacaba a Irlanda del partido o el partido era verde. As¨ª que en el minuto 1 su capit¨¢n lio un pollo placando a destiempo a O'Gara. El ¨¢rbitro, que lo vio, no pit¨® la expulsi¨®n, por lo que el primer tiempo se jug¨® demasiado embarullado para el gusto irland¨¦s y termin¨® con ventaja galesa (6-0).

Se sabe que en 1948, antes de empezar el duelo que dio su primer Grand Slam a Irlanda, el capit¨¢n reuni¨® al equipo y les dijo: "Patear todo lo que se mueva por encima de las margaritas". Esta por ver qu¨¦ le dijo Kidney a sus chicos, pero, comandados por O'Driscoll -capaz de meterse en el paquete para ensayar o robar-, le dieron la vuelta al partido.

Ganarle la mano a la historia exige mucho. As¨ª que el partido se decidi¨® en el ¨²ltimo minuto, cuando Stephen Jones, el apertura gal¨¦s, no acert¨® a transformar el ¨²ltimo golpe de castigo con que el ¨¢rbitro, ingl¨¦s, penaliz¨® a Irlanda. El 10 gal¨¦s hab¨ªa mantenido vivo a su equipo patada tras patada -transform¨® tres golpes de castigo de cuatro que lanz¨® y logr¨® un drop-, pero no est¨¢ claro si fue el aliento de San Patricio, la distancia a palos -49 metros- o que le atenaz¨® la presi¨®n, pero se le qued¨® corta la patada y el partido y la gloria fue irlandesa. Fin a 61 a?os de miseria.