Los secretos del ¨²ltimo emperador del dise?o

El estreno comercial, la semana pasada, del documental Valentino, el ¨²ltimo emperador, centrado en la vida del dise?ador italiano Valentino Garavani, ha sido un canto a otras ¨¦pocas. Para celebrarlo, su siempre bronceado protagonista y el director del filme, Matt Tyrnauer, periodista de la revista Vanity Fair, orquestaron una noche glamourosa en Nueva York: el MOMA sirvi¨® de escaparate a todo tipo tipo de famosos para un estreno al que acudieron desde el propio Valentino a las actrices Gwyneth Paltrow y Anne Hathaway, devotas de sus dise?os.

Tampoco faltaron Martha Stewart -reina millonaria de la est¨¦tica del ama de casa-, Carolina Herrera ni Diane von Fustenberg, entre otras grandes damas de la moda.

Y como Valentino representa una ¨¦poca m¨¢s cercana a lo que entre los arist¨®cratas de anta?o se llamaba buen gusto -por algo vest¨ªa a Jackie Onassis- que a la vulgaridad de muchas de las celebridades actuales, la troupe escogi¨® para su cena de gala la a?eja Oak Room, en el hotel Plaza. Madonna, un h¨ªbrido que intenta combinar ambos conceptos, no vio la pel¨ªcula pero se present¨® a la cena.

La pel¨ªcula, de momento, s¨®lo puede verse en un peque?o cine de arte y ensayo de Nueva York y en dos o tres m¨¢s de Estados Unidos, pero es muy posible que d¨¦ el salto en el futuro a salas m¨¢s comerciales. En el fondo, ?a qui¨¦n no le pica la curiosidad de entrar en la vida de un hombre para el que la alta costura no s¨®lo era una pasi¨®n sino una religi¨®n a la que le dedic¨® 45 a?os de vida? Entre junio de 2005 y 2007, Tyrnauer se introdujo de lleno en la existencia de Valentino, un nombre sin el que es imposible concebir la historia de la moda, de la que decidi¨® despedirse el a?o pasado, no sin haber celebrado, meses antes, sus cuatro d¨¦cadas y media de carrera creativa con una bacanal que dur¨® tres d¨ªas y que incluy¨® una fiesta excesiva y exquisita en el foro romano de la capital italiana.

C¨¦lebre por sus debilidades imperiales, el documental muestra algunos de sus fastuosas residencias e incluye una imagen en la que se ve a Valentino en su yate junto a su pareja o abordando un jet privado acompa?ado de seis perros. El filme no es s¨®lo un retrato del artista, sino de su proceso de creaci¨®n. Enamorado del Hollywood de los a?os veinte, este dise?ador de 76 a?os siempre so?¨® con vestir a las estrellas. Y fue un encuentro fortuito ocurrido en 1960 el que propici¨® el nacimiento de una de las uniones creativas m¨¢s excepcionales del siglo XX: Valentino conoci¨® a Giancarlo Giammetti, quien se convertir¨ªa primero en su amante y despu¨¦s en la mano diestra que construir¨ªa y manejar¨ªa el imperio econ¨®mico liderado por el dise?ador.

La c¨¢mara presta particular atenci¨®n a esta historia de amor -a¨²n est¨¢n juntos- y a los arrebatos de mal humor del modisto, que increpa cabreado contra la invasi¨®n de su intimidad. Pero hasta ¨¦l mismo est¨¢ encantado con el resultado.