Violaciones y tiros para 'curar' lesbianas

La ¨²ltima v¨ªctima conocida se llama Sibongile Mphelo. 19 a?os. Violada, ejecutada a tiros y sus genitales mutilados. Un crimen cometido a 30 metros de la comisar¨ªa de Strand, cerca de Ciudad del Cabo. El a?o pasado, fue Eudy Simelane, 31 a?os. Su asesinato en Johannesburgo caus¨® m¨¢s revuelo porque era una de las Banyana Banyana, "las chicas", como se conoce a la selecci¨®n femenina de f¨²tbol. Eudy fue acuchillada y sus genitales, mutilados. Como ellas, Thokozane Qabe (23 a?os), muerta a balazos en Ladysmith, una poblaci¨®n cerca de Durban, o Sizakele Sigasa y Salom¨¦ Masooa, agredidas sexualmente por un grupo de hombres y ejecutadas de un tiro en la nuca. Zoliswa Nkonyana (19 a?os) fue apedreada hasta la muerte en el gueto de Khayelitsha (Ciudad del Cabo). Todos los casos tienen aspectos en com¨²n: las v¨ªctimas eran lesbianas, y la mayor¨ªa de los asesinos est¨¢n en libertad.

La ley acab¨® con la discriminaci¨®n, pero la violencia va en aumento

Se da la paradoja de que Sur¨¢frica cuenta con una Constituci¨®n que proh¨ªbe la discriminaci¨®n por orientaci¨®n sexual. Hace dos a?os legaliz¨® el matrimonio gay. Pero se disfruta en el centro de las ciudades y, especialmente, por blancos. No sucede lo mismo si se es negro y se vive en un gueto.

Grupos de apoyo a homosexuales denuncian que la violencia contra las lesbianas crece, con un mayor n¨²mero de mujeres que acuden a denunciar violaciones correctivas, cuyo objetivo es curarlas. "Estamos asistiendo a un retorno a la sociedad patriarcal", dice Vanessa Ludwig, directora de la ONG Triangle. "La violencia contra la mujer va en aumento en general, y contra las lesbianas en particular, porque ellas son un desaf¨ªo a esa nueva masculinidad".

La mitad de las surafricanas ser¨¢n violadas al menos una vez en su vida, seg¨²n un informe de Action Aid. "Las violaciones son tantas que a veces no podemos distinguir si se cometen porque la v¨ªctima era lesbiana o porque era mujer y estaba ah¨ª", dice Ludwig, cuya organizaci¨®n atiende a 10 lesbianas al mes. El estudio indica que s¨®lo una de cada cinco violaciones denunciadas acaba en condena, y que de los 38 casos de lesbianas asesinadas desde 1998, s¨®lo se ha castigado a un asesino.

"Necesitamos polic¨ªa formada y sensible, rapidez en los juicios y pol¨ªticos que se manifiesten contra la homofobia", dice Ludwig. Esto ¨²ltimo es, tal vez, lo m¨¢s complicado: el que previsiblemente ser¨¢ presidente de Sur¨¢frica, Jacob Zuma, podr¨ªa personalizar al nuevo patriarca. Pol¨ªgamo, mujeriego, absuelto de violar a una mujer seropositiva -reconoci¨® no haber usado cond¨®n y dijo que se duch¨® para prevenir la transmisi¨®n del VIH- y hom¨®fobo: en un discurso p¨²blico asegur¨® que de joven "ning¨²n ungqingili" (t¨¦rmino despectivo zul¨² para homosexual) se le "pondr¨ªa enfrente". "Lo tumbar¨ªa". Zuma pidi¨® disculpas luego por el cond¨®n, por la ducha y por el discurso homof¨®bico. Pero parece dif¨ªcil pensar que vaya a ser un elemento de integraci¨®n de la comunidad gay y lesbiana en los guetos.