Sarkozy planea un censo ¨¦tnico en Francia
Un comit¨¦ de expertos presenta al jefe de Estado un plan estad¨ªstico para "radiografiar" la poblaci¨®n - Sectores sociales temen la vuelta de discriminaciones del pasado
El a?o pasado, Nicolas Sarkozy hizo a un hombre particular un encargo delicado. Corr¨ªa el mes de diciembre y el presidente de la Rep¨²blica francesa, tras nombrar Comisario de la Diversidad a Yazid Sabeg, un abogado de origen argelino convertido en empresario exitoso, le orden¨® que se hiciera con "las herramientas estad¨ªsticas" necesarias para "radiografiar" la sociedad. Y a?adi¨®: "La igualdad de oportunidades te¨®rica debe convertirse en algo real". La pol¨¦mica estaba servida. Lo que Sarkozy estaba proponiendo a Sabeg era, a juicio de algunos, que saltase por encima de los principios de la Rep¨²blica y rompiese uno de los tab¨²es franceses: el de impedir hacer estad¨ªsticas y encuestas en las que los datos relevantes sean el color de la piel, el origen u otro signo de posible discriminaci¨®n racial.
El abogado de origen argelino, defensor a ultranza de las pol¨ªticas de discriminaci¨®n positiva y partidario, por tanto, de que el Estado regule la inclusi¨®n de un n¨²mero determinado de personas pertenecientes a minor¨ªas ¨¦tnicas en empresas p¨²blicas, en la universidad o en la pol¨ªtica, entre otras instituciones, acept¨® encantado y se puso manos a la obra.
Prometi¨® que en marzo entregar¨ªa a Sarkozy un informe con el que podr¨ªa llevar a la Asamblea un proyecto de ley para hacer las controvertidas encuestas, denominadas en Francia "estad¨ªsticas ¨¦tnicas". Los partidarios de estas encuestas, permitidas en Estados Unidos y en Reino Unido, aseguran que su confecci¨®n permite "ver" a los inmigrantes, "descubrirles" en la sociedad, en una palabra, enterarse de si existe discriminaci¨®n o no, un paso previo e indispensable para poder luchar contra ella.
Sabeg, en una entrevista reciente concedida a Le Monde, las defend¨ªa as¨ª: "Estas estad¨ªsticas y encuestas permitir¨¢n medir la amplitud de la discriminaci¨®n y de la eficacia de las pol¨ªticas de integraci¨®n".
No faltaron voces que criticaron la medida. Incluso en el mismo Gobierno o en el partido de Sarkozy. Apelaron, ni m¨¢s ni menos, que a los sagrados principios de igualdad de la Rep¨²blica Francesa. Fadela Amara, secretaria de Estado de Pol¨ªtica de la Ciudad, esto es, la delegada del Gobierno para coordinar las pol¨ªticas en los barrios pobres, salt¨® como un resorte al enterarse de las intenciones de Sarkozy: "Las estad¨ªsticas ¨¦tnicas, la discriminaci¨®n positiva, las cuotas, todo eso es una caricatura. Nuestra Rep¨²blica no debe convertirse en un mosaico de comunidades. Nadie debe portar ya ninguna estrella amarilla", dijo en Le Parisien, en alusi¨®n a la marca que los nazis obligaron a llevar a los ciudadanos jud¨ªos durante la II Guerra Mundial, incluida Francia. Amara, feminista comprometida con los habitantes de las periferias de las grandes ciudades, y defensora sobre todo de los derechos de las chicas de origen ¨¢rabe y africano, a?adi¨®: "El hecho de ser negro no es un diploma. Ser ¨¢rabe no es un valor en s¨ª. Todo lo que tienda a favorecer a sectores de poblaci¨®n seg¨²n criterios ¨¦tnicos desintegra el proyecto republicano".
Coincid¨ªa con portavoces de otras organizaciones poco sospechosas de no defender a los inmigrantes, como SOS Racismo, que tambi¨¦n se declar¨® desde el primer momento en contra de la medida por considerarla, precisamente, discriminatoria.
Otro miembro del Gobierno, el secretario de Estado de Relaciones con el Parlamento, Roger Karoutchi, manifestaba: "La idea original es buena, pero la ficha ¨¦tnica trae malos recuerdos. Si vivi¨¦ramos en un pa¨ªs ideal, estar¨ªa muy bien, pero en Francia, esto es un riesgo".
En vista de la pol¨¦mica, Sabeg dio el lunes un paso atr¨¢s. Las "estad¨ªsticas ¨¦tnicas" no se aplicar¨¢n, por lo menos, hasta junio. El Comisario para la Diversidad ha creado un comit¨¦ compuesto por una decena de expertos (soci¨®logos, dem¨®grafos, periodistas, especialistas en recursos humanos...) a fin de reunirse peri¨®dicamente para elaborar un informe "independiente" sobre la materia. El presidente de este comit¨¦ es el director del Instituto Nacional de Estudios Demogr¨¢ficos, Fran?ois H¨¦ran. "Ahora mismo se hacen estad¨ªsticas en las que se pregunta el origen de los padres. Pero s¨®lo cada 10 a?os. Y eso no sirve. Nuestra misi¨®n es elaborar m¨¦todos estad¨ªsticos, herramientas demogr¨¢ficas encaminadas a desatascar la cuesti¨®n. Las preguntas versar¨¢n, por ejemplo, sobre si uno se siente discriminado por el color de piel, o si se considera dentro de un grupo ¨¦tnico. Siempre ser¨¢ de modo an¨®nimo y siempre con el consentimiento expreso del encuestado", explica H¨¦ran. A partir de junio, corresponder¨¢ al Gobierno decidir qu¨¦ hace con el informe de los expertos.
Mientras tanto, el debate se ha trasladado a los peri¨®dicos y a la calle. Michel Varoquier, un mec¨¢nico de 20 a?os que trabaja en Par¨ªs, afirmaba ayer: "Yo no entiendo mucho de estad¨ªsticas, pero est¨¢ claro que aqu¨ª estamos discriminados. No hay m¨¢s que vernos. Aqu¨ª, ahora mismo, no podr¨ªa haber un presidente negro como Obama".
Sin embargo, el presidente del Consejo Representativo de Asociaciones Negras de Francia, Patrick Loz¨¨s, defendi¨® el proyecto en una tribuna: "?Hay que entender que, cuando se es negro o magreb¨ª, para obtener un trabajo en este pa¨ªs es necesario esconderse?".
Un tab¨² roto en otros pa¨ªses
- Estados Unidos. El censo ¨¦tnico est¨¢ permitido en Estados Unidos, y el Instituto Demogr¨¢fico nacional contabiliza la presencia de las distintas razas en la poblaci¨®n total. Las ¨²ltimas estimaciones cifraban en 37 millones los ciudadanos negros (12,4%), 13 millones los asi¨¢ticos (4,3%) y 44 millones los hispanos (14,7%).
- Reino Unido. El Instituto Estad¨ªstico Nacional brit¨¢nico tambi¨¦n contabiliza la poblaci¨®n sobre base ¨¦tnica. En el ¨²ltimo censo general, de 2001, los blancos representaban el 92% de los habitantes, los asi¨¢ticos m¨¢s del 4% y los negros un 1%. El censo brit¨¢nico tambi¨¦n recopila datos acerca de la actitud religiosa de los ciudadanos, que en todo caso tienen derecho a no contestar a las preguntas en esta materia.
- Italia. El Gobierno de Silvio Berlusconi impuls¨® el a?o pasado un censo de la poblaci¨®n gitana residente en el pa¨ªs transalpino. La medida provoc¨® una dura pol¨¦mica, al ser considerada por algunos discriminatoria. Tras algunos ajustes procedimentales, el censo recibi¨® el visto bueno de la UE.
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