La brutal sinceridad de Brenan
Dos libros in¨¦ditos muestran la cara m¨¢s ¨ªntima del hispanista brit¨¢nico
"?C¨®mo, con unas capacidades mentales de segunda clase y una memoria pobre, he llegado a ser un escritor al que pueden respetar lectores inteligentes?". L¨²cido e inquieto, Gerald Brenan (1894-1987) se cuestionaba as¨ª a sus 80 a?os sobre su fama como escritor. Retirado en su casa malague?a de Alhaur¨ªn el Grande, don Gerardo, como le conoc¨ªan sus vecinos, se adentraba en un psicoan¨¢lisis que a la postre result¨® muy fruct¨ªfero. Todas sus inquietudes, razonamientos y reflexiones, esa especie de autorretrato que ¨¦l traz¨® en su vejez, quedaron plasmados en una serie de aforismos que, hasta ahora, permanec¨ªan in¨¦ditos y que Brenan llam¨® ?l.
Esta obra, junto a El se?or del castillo y su prisionero, una obra teatral marcadamente autobiogr¨¢fica y tambi¨¦n in¨¦dita, son las dos ¨²ltimas joyas que la editorial malague?a Alfama ha sacado al mercado en un ¨²nico volumen biling¨¹e en espa?ol e ingl¨¦s perteneciente a una de sus colecciones m¨¢s cuidadas, la Biblioteca del Sosiego, donde, seg¨²n su director-editor, Antonio Garc¨ªa Maldonado, "se incluyen libros exquisitos que aspiran a la excelencia" y en la que ya figuran t¨ªtulos como Par¨ªs bombardeado, Madrid sentimental, de Azor¨ªn, o La mirada de Borges, de Solange Fern¨¢ndez Ord¨®?ez.
La editorial Alfama publica '?l' y 'El se?or del castillo y su prisionero'
Sus aforismos ofrecen un autorretrato trazado en su vejez
El escritor siempre pens¨® que ninguno de sus libros pasar¨ªa a la posteridad
El autor ajusta cuentas con la figura de su padre en su obra teatral
Garc¨ªa Maldonado dice sentirse muy satisfecho porque uno de los albaceas del hispanista, Carlos Pranger, hijo de la secretaria del escritor Linda Nicholson, que hered¨® bastante material de Brenan, haya puesto su confianza en su peque?a editorial, que ser¨¢ la encargada de ir publicando otras obras del hispanista ingl¨¦s como el libro de aforismos Pensamientos en la estaci¨®n seca, el diario sobre la pintora Dora Carrington -¨ªntima de Brenan- o una selecci¨®n de su correspondencia y un libro de poemas, entre otros.
"Fue una suerte conocer a Pranger. ?l estaba en las Alpujarras y a trav¨¦s de un amigo com¨²n entramos en contacto. Me dijo que ya sab¨ªa de mi editorial, as¨ª que el verano pasado quedamos en Granada y vimos qu¨¦ se pod¨ªa hacer con ese material que hab¨ªa heredado su madre", relata Garc¨ªa Maldonado, que destaca el gran valor de los primeros t¨ªtulos recuperados por Alfama por ofrecer una cara desconocida del hispanista. "Tanto El se?or del castillo y su prisionero como ?l son obras en las que Brenan se autoanaliza. Es un libro precioso que clarifica mucho sobre la persona, sobre un escritor de enjundia y muy profundo", explica el editor.
Una opini¨®n en la que coincide con Pranger, quien asegura que Brenan escribi¨® estos aforismos en "un arranque de brutal sinceridad consigo mismo, con humor y con mucha flema brit¨¢nica". Tanto es as¨ª, que el propio Brenan desvela en ?l que siempre pens¨® que ninguno de sus libros pasar¨ªa a la posteridad -"S¨®lo aquellos que han escrito una obra maestra pueden pensar eso", escrib¨ªa-, al tiempo que no duda en calificarse como un ser "con balbuceo mental", "despistado", "buscarruidos", "t¨ªmido" y "propenso a las obsesiones".
Pranger tambi¨¦n destaca la importancia de El se?or del castillo y su prisionero, que escribi¨® en 1949 tras vivir dos hechos fundamentales en su vida, la publicaci¨®n de El laberinto espa?ol, uno de sus grandes ¨¦xitos, y la muerte de su padre. "La obra es carne de psicoan¨¢lisis", indica Pranger sobre esta obra teatral en la que Brenan realiza cierto ajuste de cuentas con la figura de su padre, representante de todo lo que ¨¦l odiaba, como la rigidez de la sociedad victoriana.
Este drama po¨¦tico en tres actos "naci¨® en uno de esos arranques intempestivos, casi enfermizos, durante los cuales apenas dorm¨ªa ni com¨ªa (...) Habla de un padre que nunca entendi¨® que su hijo quisiera dedicarse a algo tan in¨²til como las letras", recuerda Pranger, que ha dedicado 10 a?os a recuperar estas obras in¨¦ditas de Brenan.
Una casa-museo en Churriana
Aunque los ¨²ltimos a?os de su vida transcurrieron en su casa de Alhaur¨ªn el Grande, Gerald Brenan mantuvo otra residencia en M¨¢laga desde 1934 a 1970 en el barrio de Churriana, en la calle Torremolinos 56. Brenan y su esposa, Gamel Woosley, pasaron ciertos periodos en ella, sobre todo despu¨¦s de la posguerra, de la que se refugiaron entre 1936 y 1953 en Inglaterra, en Aldbourne y Cornualles.
A comienzos de 1953, tras la muerte de la hermana de Gamel, los Brenan se instalaron definitivamente hasta 1969 en su casa de Churriana, barrio por donde desfilaron importantes personajes de la ¨¦poca, como Julio Caro Baroja, que resid¨ªa en una finca cercana, El Carambuco, o Ernest Hemingway, que residi¨® una temporada en la vecina finca de La C¨®nsula, en la que tambi¨¦n moraron actores como Laurence Olivier y Vivien Leigh, entre otras personalidades de la cultura.
Su antigua casa, que ha permanecido muchos a?os abandonada, fue expropiada en 2004 por el Ayuntamiento de M¨¢laga con la idea de convertirla en un museo. A comienzos de 2009, tras varios a?os en el olvido, se adjudic¨® el proyecto de rehabilitaci¨®n de la casa de Brenan, que habr¨¢ de estar finalizado en 18 meses.
La inversi¨®n, cercana al mill¨®n de euros, la convertir¨¢ en un museo que albergar¨¢ tres divisiones: una dedicada al hispanista y a su obra y que incluir¨¢ la recreaci¨®n de algunas de las estancias de la casa seg¨²n la ¨¦poca en la que la ocup¨® el matrimonio Brenan; una segunda dedicada a los principales viajeros rom¨¢nticos que pasaron por la provincia y, una tercera que recuperar¨¢ el pasado agr¨ªcola de Churriana a trav¨¦s de aperos de labranza y utensilios de esos a?os.
Una obra variada
- Jack Robinson. A Picaresque Novel. 1933 (con el seud¨®nimo de George Beaton).
- El laberinto espa?ol. 1943
- La faz actual de Espa?a. 1950
- Al sur de Granada. 1957
- San Juan de la Cruz. 1971.
- Memoria personal 1920-1975. 1976
- Pensamientos en una estaci¨®n seca. 1985.
- Una amistad andaluza: correspondencia entre Julio Caro Baroja y Gerald Brenan. 2005
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