Afganist¨¢n y Pakist¨¢n respaldan la nueva estrategia de Washington
El Ej¨¦rcito de EE UU recela del apoyo del espionaje paquistan¨ª a los talibanes
Tanto Afganist¨¢n como Pakist¨¢n calificaron ayer de positiva la nueva estrategia antiterrorista de EE UU para la zona. Pero mientras el presidente afgano, Hamid Karzai, celebr¨® el ¨¦nfasis en acabar con los santuarios de los talibanes en Pakist¨¢n y la referencia a la reconciliaci¨®n con ese grupo, su hom¨®logo, Al¨ª Asif Zardari, prefiri¨® fijarse en el aumento de la ayuda econ¨®mica a su pa¨ªs. El l¨ªder paquistan¨ª obvi¨® la precisi¨®n de que "no se trata de un cheque en blanco", aunque los militares estadounidenses ya han dejado claro que el doble juego de sus servicios secretos debe terminar.
"Es mejor de lo que nos esper¨¢bamos. De hecho, lo respaldamos y esperamos que llegue a ponerse plenamente en marcha", declar¨® Karzai durante una conferencia de prensa. El presidente afgano, cuya relaci¨®n con el nuevo inquilino de la Casa Blanca no parece tan c¨¢lida como con su predecesor, se mostr¨® entusiasmado con la nueva estrategia de Barak Obama.
Karzai: "Es mejor de lo que nos esper¨¢bamos. Lo respaldamos"
Zardari: "Es una respuesta a nuestra petici¨®n de combatir el extremismo"
"El asunto m¨¢s importante es la reconciliaci¨®n con los talibanes y las conversaciones de paz", subray¨® tras celebrar la revisi¨®n del papel de los pa¨ªses vecinos. El problema va a ser decidir los interlocutores. Karzai, que lleva tiempo defendiendo esa idea, parece dispuesto a incluir al n¨²cleo duro de los insurgentes, incluido su l¨ªder, el mul¨¢ Omar. Washington se muestra m¨¢s restrictivo.
"Representa un cambio positivo", manifest¨® por su parte Zardari en un discurso ante el Parlamento de su pa¨ªs. "Es una respuesta a nuestra petici¨®n de apoyo social y econ¨®mico para combatir el extremismo", a?adi¨®.
Obama anunci¨® el viernes que la ayuda estadounidense a Pakist¨¢n se elevar¨¢ a 1.500 millones de d¨®lares anuales (unos 1.130 millones de euros) durante los pr¨®ximos cinco a?os. Indic¨®, no obstante, que no se trata de un cheque en blanco y pidi¨® a Pakist¨¢n resultados en la lucha contra Al Qaeda y los grupos que simpatizan con su ideolog¨ªa. Y ayer mismo un portavoz del Ej¨¦rcito paquistan¨ª anunci¨® que hab¨ªan matado, con el apoyo de la artiller¨ªa y de helic¨®pteros, a 26 rebeldes cerca de la frontera con Afganist¨¢n.
Mientras, Zardari aseguraba que va a seguir "combatiendo el extremismo". Otra cosa es que pueda. Aunque su intervenci¨®n en el Parlamento supuso un gesto de reconciliaci¨®n hacia el l¨ªder opositor, Nawaz Sharif, su Gobierno, el primero civil en nueve a?os, sigue siendo muy d¨¦bil.
Es un secreto a voces que los extremistas isl¨¢micos tienen simpatizantes dentro de los servicios secretos (conocidos por sus siglas en ingl¨¦s, ISI), lo que reduce su capacidad de maniobra. Obama no mencion¨® ese extremo, pero coincidiendo con la presentaci¨®n de su plan, los dos cargos de mayor rango en la c¨²pula militar estadounidense hablaron abiertamente del asunto en sendas entrevistas.
"El enfoque estrat¨¦gico con el ISI debe cambiar y su apoyo... a los milicianos, de hecho a ambos lados de la frontera, tiene que cesar", declar¨® a la CNN el jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor, el almirante Mike Mullen. Por su parte, el general David Petraeus, jefe del Mando Central, record¨® en la cadena PBS que el ISI estableci¨® algunos de esos grupos, con financiaci¨®n estadounidense, y que sigue manteniendo lazos con algunos de ellos. Incluso "en un pasado no muy lejano", admiti¨®, ha habido casos en los que el ISI dio la impresi¨®n de haber advertido a los terroristas de que se hab¨ªa descubierto su localizaci¨®n.
El diario paquistan¨ª Dawn se mostraba ayer convencido de que las condiciones ligadas a la ayuda van a molestar al poderoso Ej¨¦rcito de su pa¨ªs. "Cuanto m¨¢s negociada parezca la relaci¨®n entre EE UU y Pakist¨¢n, menos inclinados a cooperar pueden sentirse los militares", advert¨ªa en su editorial.
La clave para el ¨¦xito del plan Obama est¨¢ en la respuesta de Pakist¨¢n, o m¨¢s concretamente de su estamento militar. La dificultad del reto volvi¨® a evidenciarse ayer cuando los talibanes atacaron de nuevo un dep¨®sito de mercanc¨ªas de la OTAN a las afueras de Peshawar y destruyeron 12 contenedores.
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