La ¨²ltima oportunidad del FMI
La crisis empuja a la reforma del organismo, que captar¨¢ m¨¢s recursos en Londres
"El sistema financiero ha mostrado una resistencia admirable, incluso a las recientes dificultades en el mercado de las hipotecas subprime". ?sta fue una de las conclusiones de los expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) tras efectuar en EE UU el control que una vez al a?o hacen a la econom¨ªa de cada pa¨ªs. Se public¨® en agosto de 2007, cuando las tensiones financieras ya afloraban. Y, a la vista del descalabro posterior, pod¨ªa haber quedado como el epitafio de un ente moribundo. Sin embargo, la virulencia de la crisis ha resucitado la idea de un supervisor internacional. De la necesidad, virtud, es ahora el lema del Fondo.
No hab¨ªa mejor indicador de la galopante p¨¦rdida de influencia del FMI que su menguante papel como prestamista internacional (en 2007 apenas lleg¨® a 15.000 millones de euros, el nivel m¨¢s bajo en un cuarto de siglo). La misma medida da fe ahora de su renovado activismo: desde septiembre, el Fondo ha concedido 50.000 millones en cr¨¦ditos. Un vuelco que ha dado alas a la sempiterna reclamaci¨®n del Fondo de m¨¢s recursos. Que la inyecci¨®n de dinero al FMI estar¨¢ en el acuerdo final de Londres es una apuesta segura.
"Debemos actuar para que el FMI vaya en ayuda de los pa¨ªses emergentes", urgi¨® el primer ministro de Jap¨®n, Taro Aso, que el viernes no dud¨® en se?alar: "Europa y China pueden hacer m¨¢s". La exigencia japonesa viene avalada por su gesto de prestar 75.000 millones al Fondo.
El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, se ha propuesto como objetivo duplicar los recursos disponibles para pr¨¦stamos, de 185.000 a 370.000 millones. La UE ya ha anunciado que estudia una iniciativa similar a la japonesa, lo que sumar¨ªa otros 75.000 millones. Y el viceprimer ministro chino, Wang Qishan, recogi¨® el guante. "Contribuiremos dentro de nuestras posibilidades", dijo el viernes.
China, como Alemania o Jap¨®n, son potencias exportadoras, con un buen colch¨®n de divisas y mucho inter¨¦s en estabilizar la demanda internacional. Pero el gigante asi¨¢tico quiere ver progresos en la reforma del Fondo. Y eso son palabras mayores.
"La reforma es muy compleja. Yo ya me conformar¨ªa con el aumento de recursos", afirma Joaqu¨ªn Muns, ex director ejecutivo del FMI y catedr¨¢tico en la Universidad de Barcelona.
"Habr¨ªa que redefinir la instituci¨®n misma, bajo un funcionamiento democr¨¢tico de alcance global. Habr¨ªa que dotarle de competencias para intervenir en todos los espacios de la econom¨ªa. Y deber¨ªa tener capacidad para intervenir ante situaciones de riesgo sist¨¦mico mundial". El camino que describe Carlos G¨®mez, profesor de econom¨ªa en la Universidad de Alicante, se antoja largo y laber¨ªntico.
Los emergentes aspiran a un cambio radical en el reparto de poder del Fondo. EE UU retiene a¨²n un 17% de los votos, lo que le proporciona una minor¨ªa de bloqueo para las decisiones m¨¢s importantes. China roza el 4%, fruto de una sucesi¨®n de costosos microajustes; India, con el 2,3%, apenas supera a Holanda.
Pero la d¨¦bil representaci¨®n de los pa¨ªses en desarrollo es mucho m¨¢s palmaria en el comit¨¦ ejecutivo, en el que la mitad de los directores son elegidos por los pa¨ªses ricos. O en la elecci¨®n del n¨²mero uno del Fondo, siempre europeo. "El gran obst¨¢culo es Europa, tiene 8 de los 24 puestos del comit¨¦, est¨¢ sobrerrepresentada. Ni en eso ni en la elecci¨®n abierta del director gerente hay un avance real, la resistencia europea es numantina", asegura Muns.
"El Fondo siempre aparece como el malo de la pel¨ªcula, pero son los pa¨ªses miembros, a trav¨¦s de sus directores ejecutivos, los que fijan las exigencias", a?ade el catedr¨¢tico para explicar el doble rasero de la instituci¨®n, r¨ªgida con los pa¨ªses pobres y condescendiente con los avanzados, otra clave de por qu¨¦ no detect¨® la crisis a tiempo. "El gigantesco fracaso que han supuesto sus pol¨ªticas de ajuste estructural en varios pa¨ªses obligar¨ªa por s¨ª solo a un replanteamiento del Fondo", opina G¨®mez.
El protagonismo del FMI en la cumbre de Londres no acaba aqu¨ª. Los gobiernos tendr¨¢n que valorar la alternativa de una emisi¨®n especial de derechos especiales de giro, los activos de reserva del Fondo. Una emisi¨®n de derechos especiales de giro ser¨ªa equivalente a una creaci¨®n artificial de dinero en el ¨¢mbito internacional. Se distribuir¨ªa en funci¨®n de las cuotas de cada pa¨ªs y permitir¨ªa a los pa¨ªses en desarrollo acceder a pr¨¦stamos muy baratos: podr¨ªan intercambiar los derechos de giro por divisas fuertes (d¨®lar, euro) a un tipo muy bajo, alrededor del 0,5%.
Pero su uso reactivar¨ªa el debate sobre el uso de una divisa internacional ¨²nica, una senda que EE UU ya bloque¨® esta semana, poco despu¨¦s de que China lo sugiriera. "Es un asunto pol¨ªticamente muy sensible, no veo resultados ni a corto ni a medio plazo", zanja Muns. J
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