Michelle Obama reina en Europa

Hace un a?o, Carla Bruni llegaba a Londres de la mano de su marido Nicolas Sarkozy y eclipsaba al mundo con su imagen glamourosa y distinguida posando como una reina junto a Isabel II. Doce meses m¨¢s tarde, Michelle Obama le ha arrebatado el t¨ªtulo de reina de las primeras damas. El diario The Guardian lo resume as¨ª: "Carla encant¨®, pero Michelle nos ha encantado a todos".

Primero en los actos alrededor del G-20 y luego en la cumbre de la OTAN en Estrasburgo, Michelle Obama ha pasado con nota alta su gran examen. Hasta ahora, la primera dama de Estados Unidos se hab¨ªa movido en actos en su pa¨ªs como la inauguraci¨®n de un huerto ecol¨®gico en la Casa Blanca, un curso de comida saludable para los m¨¢s desfavorecidos o las cenas de los mi¨¦rcoles en las que los Obama abren las puertas de su residencia a representantes de la vida social de su pa¨ªs.

Frente al glamour de Carla Bruni, Michelle ha desplegado cercan¨ªa. Conoce el protocolo al detalle, pero lo adapta a su forma de ser. La imagen captada por una c¨¢mara de televisi¨®n en la que la reina de Inglaterra rodeaba con el brazo la cintura de la primera dama de EE UU, gesto que ella corresponde de igual manera, ha dado la vuelta al mundo. Hay quien intent¨® ver en ¨¦l una metedura de pata de Michelle, pero r¨¢pidamente alguien que estaba presente en la escena se?al¨® que fue la reina quien inici¨® el acercamiento y Michelle le sigui¨®. El abrazo fue portada de The Times.

No hay duda de que Michelle Obama es seguidora del lenguaje gestual. Le gusta abrazar a la gente, mostrar su cari?o a quienes se acercan a ella y busca proximidad incluso en actos tan fr¨ªos como una cumbre internacional. Los observadores indican que, por eso, ella no ha renunciado a los colores fuertes de su vestuario, ni a las chaquetas de punto que llevaba en su anterior etapa vital, cuando los objetivos de las c¨¢maras no le escrutaban al mil¨ªmetro, ni tampoco a sus zapatos bajos. Tampoco se despega de su collar de perlas de dos vueltas que la acompa?a all¨¢ por donde va.

La calidez de Michelle ha ganado al glamour de Carla. La primera dama francesa tiene m¨¢s estilo, es m¨¢s guapa y mucho m¨¢s profesional a la hora de enfrentarse a una c¨¢mara. Pero su porte, seg¨²n un cr¨ªtico de moda brit¨¢nico, parece sacado de la corte de Mar¨ªa Antonieta en comparaci¨®n con la naturalidad de Michelle Obama. Y es que ¨¦sta lo resuelve todo siendo ella misma. Ella no ha olvidado que naci¨® en los suburbios de Chicago y que fue una prestigiosa abogada.