Falt¨® Luther Blisset

Tantos ojeadores, tantos fichajes, tanto dinero gastado, y al Inter se le escap¨® Luther Blisset. Fue una l¨¢stima. Massimo Moratti, el presidente del Inter, ha comprado a precio de oro los paquetes (bidoni, en italiano) m¨¢s estrepitosos que han pasado por el calcio: Gresko, Vampeta, Brechet, Cayo, Choutos, West, Pancev, Dalmat, Kallon... No vamos a dar la lista completa porque no hace falta. Tampoco entraremos en el tema de la gerontofilia ni en los fichajes de ancianidad manifiesta, del tipo Figo o Vieira. Ni en los despidos improcedentes, como el de Roberto Carlos, vendido al Real Madrid por ser "inconcreto".

El caso es que Luther Blisset, ¨ªnclito no-goleador milanista en los 80 (con una media de un gol cada 720 minutos), es ya un s¨ªmbolo. Existe un Proyecto Luther Blisset; una novela, Q, firmada por el Colectivo Luther Blisset; varios grupos antisistema Luther Blisset. El lamentable delantero centro de origen jamaicano, primer jugador negro en marcar un hat trick con la selecci¨®n inglesa (en un partido contra Luxemburgo), ha adquirido una dimensi¨®n casi planetaria. Y, ya retirado, no pierde el humor: asegura que en su discret¨ªsima carrera futbol¨ªstica y en su esplendoroso fracaso en el Milan se limit¨® a seguir un gui¨®n, escrito, evidentemente, por el colectivo literario Luther Blisset. Es curioso que el Inter, especialista en bidoni, dejara perder la oportunidad de contar con Blisset. A¨²n m¨¢s curioso, sin embargo, es que mantenga la capacidad de convertir en bidoni a futbolistas m¨¢s que respetables. Mancini, por ejemplo. En el Roma fue un espl¨¦ndido extremo y un goleador; en el Inter no ha sido nada. Adriano, que jug¨® de maravilla cuando concluy¨® su cesi¨®n al Parma, se ha convertido en un golfo. Ibrahimovic sigue siendo uno de los mejores delanteros del mundo, pero ahora que figura tambi¨¦n entre los mejor pagados (casi 11 millones anuales) dice que el dinero no le importa, y que le gustar¨ªa irse a un club "ganador".

Lleg¨® a pensarse que la llegada de Mourinho acabar¨ªa con el desorden gen¨¦tico del Inter, o al menos lo moderar¨ªa. Pero la Bienamada, la ¨²nica que se ha mantenido siempre en Primera, la que m¨¢s seguidores tiene en Italia, sigue aferrada a sus tradiciones. Con Mourinho, cierto, ganar¨¢ con casi total seguridad el scudetto. Tambi¨¦n lo gan¨® con Roberto Mancini. Lo del scudetto est¨¢ bien como premio de consolaci¨®n. Aunque un club tan grande y con un presidente tan rico (el petrolero Moratti ha gastado en una d¨¦cada casi 500 millones en fichajes) agradece los t¨ªtulos ligueros, s¨®lo sue?a con la Liga de Campeones. Y ah¨ª se suceden los bochornos.

Esta temporada, al menos, el Inter ha ca¨ªdo con el campe¨®n, el Manchester. Lo t¨ªpico sol¨ªa ser la eliminaci¨®n frente al Valencia o el Villarreal, con agresi¨®n, t¨¢ngana y vuelta al ruedo de Materazzi. Pese a esa leve mejor¨ªa, y a la satisfacci¨®n de los interistas ante las desgracias del Milan, el balance volver¨¢ a cerrarse con tristeza. Dicen que Mourinho pide otros seis fichajes, todos de la Premier, que vendr¨ªan a costar 60 millones. Es posible que Moratti pague, y muy posible que se vuelva a fracasar. ?Estar¨ªa dispuesto Luther Blisset a fichar por el Inter, como presidente-entrenador?