"No me r¨ªo con casi nada"
Aparece G¨¦rard Jugnot (Par¨ªs, 1951), y uno no deja de pensar en la palabra bonach¨®n, acentuada con su combinaci¨®n de traje y zapatillas deportivas, su vestimenta la semana pasada en Madrid, y su bonhom¨ªa. ?dolo del teatro y el cine en Francia, en el resto de Europa la fama le lleg¨® con Los chicos del coro, debut como director de Christophe Barratier. Visto el ¨¦xito, Barratier ha recurrido en su segundo filme -Par¨ªs, Par¨ªs, un filme ambientado en el mundo del vodevil de los a?os treinta- a Jugnot, por otra parte director de diez pel¨ªculas. "Como actor tienes que confiar en el director, que es lo que hago con Christophe: me gusta convertirme en esclavo de un universo que no es el m¨ªo".
Jugnot asegura que jam¨¢s temieron las comparaciones con Los chicos del coro. "Lo vimos como una suerte, porque ahora nos permite tener un gran presupuesto. Hay pasarelas entre las dos pel¨ªculas: en ambos casos son personas maltratadas por la sociedad, y que superan la situaci¨®n juntas cantando -en un caso- o actuando -en el otro-. As¨ª ha sido mi vida. Siempre he tomado la interpretaci¨®n como un medicamento para vencer mis angustias".
?Un veterano como ¨¦l nunca se rebela y se levanta contra un director en plan Espartaco? "Puede que cuando no conf¨ªas en tu director tengas ese ataque espartaco. A m¨ª me ocurre muy pocas veces. Me siento m¨¢s como un chef que va a cenar al restaurante de un colega. Disfrutas de otros fogones y comparas los platos".
A Jugnot, c¨®mico de solera, pocas cosas le provocan la risa. "No me r¨ªo con casi nada. Mi mujer ya lo hace por m¨ª. Y eso me alegra. Es como la diferencia entre cocinar o comer: yo me dedico a lo primero. Espera. Recuerdo una tira c¨®mica en la que sal¨ªa el obispo [Richard Williamson] que niega el Holocausto. Dec¨ªa: 'Creo en la Sant¨ªsima Trinidad, en la V¨ªrgen Mar¨ªa... pero para las c¨¢maras de gas estoy esperando que haya pruebas'. Me hizo gracia".
De Espa?a le llama la atenci¨®n el poco cari?o que hay con el teatro en comparaci¨®n con su pa¨ªs. "Lo s¨¦ porque acabo de dirigir aqu¨ª un filme, Rosa y negro, y s¨ª, he encontrado actores como Juan Diego, Javivi... pero no grupos, como en el que crec¨ª profesionalmente, de caf¨¦ teatro". E insiste. "Necesito al p¨²blico. Interpret¨¦ una comedia 400 veces y me sent¨ªa como un barco: hac¨ªa la misma obra, pero el mar -el p¨²blico- era cada vez diferente".
?C¨®mo ve un actor la teatralizaci¨®n de la pol¨ªtica en Francia? "Bueno, es peor en Italia [risas]. Forma parte de nuestra sociedad del espect¨¢culo. Me choca que los pol¨ªticos vayan a programas de variedades. Es la trivializaci¨®n de la pol¨ªtica. Dec¨ªan que Lionel Jospin era triste. ?Y a m¨ª que me importa? No era su trabajo ser divertido, sino gestionar el pa¨ªs".
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