Fernando de Rojas, investigador en Salamanca
Garc¨ªa Jambrina convierte en ¨¦xito un 'thriller' con el escritor como personaje
Un catedr¨¢tico de Teolog¨ªa, fraile dominico por m¨¢s se?as, aparece brutalmente asesinado a las puertas de la catedral de Salamanca. Corre el a?o 1497, y el suceso conmueve a esa ciudad castellana hasta el punto de que el obispo, Diego Deza, encarga a un brillante estudiante de leyes que investigue el crimen. El detective se llama Fernando de Rojas y fue, m¨¢s tarde, el autor de La Celestina, una de las obras m¨¢s relevantes de la literatura espa?ola. "A pesar de esa importancia, conocemos muy poco de la vida de Rojas, y menos todav¨ªa de su etapa salmantina", explica Luis Garc¨ªa Jambrina, que ha situado al famoso escritor como protagonista de El manuscrito de piedra, una novela que ha alcanzado su cuarta edici¨®n y se ha convertido en uno de los m¨¢s inesperados ¨¦xitos de los ¨²ltimos meses. Profesor de Literatura, cr¨ªtico literario, ensayista y cuentista, Garc¨ªa Jambrina (Zamora, 1960) debuta en la novela con esta historia que mezcla varios g¨¦neros y que toma como referente un estilo que inaugur¨® Umberto Eco con El nombre de la rosa.
"Los genios ofrecen un magn¨ªfico material narrativo", explica el autor
"No lo he hecho de un modo consciente", aclara el autor de El manuscrito de piedra durante un paseo por Salamanca, "pero indudablemente aquel libro de Eco signific¨® un antes y un despu¨¦s en la novela hist¨®rica de calidad y para todos los p¨²blicos. He aspirado a un equilibrio entre la erudici¨®n y la popularidad, y supongo que en mi rec¨¢mara figuraban esa novela y otras como Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, o Los idus de marzo, de Thornton Wilder. He intentado disfrutar y he procurado que lo pase bien el lector, bien sea un experto en la ¨¦poca o un aficionado a la literatura sin m¨¢s". A juicio de este profesor, que ambienta la novela en la Salamanca de finales del XV, una ciudad que se erige en un personaje m¨¢s del libro, la vida de un genio como Fernando de Rojas (Puebla de Montalb¨¢n, 1470-Talavera, 1541) ofrec¨ªa "un material narrativo magn¨ªfico". "Salvo sus ¨²ltimos a?os en la toledana Talavera, donde lleg¨® a ser alcalde, y excepto los papeles de su testamento, poco sabemos de aquel jurista descendiente de jud¨ªos conversos que, al parecer, ya no volvi¨® a publicar despu¨¦s de La Celestina, una novela o una obra de teatro, seg¨²n las opiniones, de una calidad asombrosa. Ahora bien, estoy sorprendido de la escasa utilizaci¨®n de los genios literarios espa?oles como protagonistas de ficciones, porque Rojas, que tuvo una vida llena de misterios, apenas ha aparecido en nuestra narrativa".
Como profesor y como autor, Garc¨ªa Jambrina opina que la desmemoria ha llegado a ser un rasgo del imaginario colectivo espa?ol y que este pa¨ªs muestra poco aprecio por su pasado. Desde luego, ¨¦l se sit¨²a en las ant¨ªpodas de esa actitud, y basta observar su pasi¨®n al describir lugares que marcan su novela, desde la cueva a la catedral, desde el palacio de Anaya a la iglesia de San Esteban, para comprobar su identificaci¨®n con Salamanca. El manuscrito de piedra recoge la vida cotidiana por empe?o del autor, que desea que el lector se empape de las calles, los mesones y los conventos de aquel tiempo indeciso entre una oscurantista Edad Media y un colorista Renacimiento.
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