Las r¨¦plicas del terremoto obligan a evacuar una c¨¢rcel
El Gobierno italiano quiere evitar una fuga de 'capos' mafiosos
Ayer tembl¨® de nuevo L'Aquila. El martes, la r¨¦plica son¨® como una bomba. Despu¨¦s se supo que ¨¦sta alcanz¨® una magnitud de 5,3 en la escala Richter, semejante a la que el lunes (de 5,8, aunque el c¨¢lculo inicial fue de 6,3) caus¨® la muerte de 267 personas. Las r¨¦plicas obligaron al Gobierno a trasladar a los 141 presos de la c¨¢rcel L'Costarelle a otros centros penitenciarios. "No es que las estructuras del edificio est¨¦n en peligro. Se trata de una medida cautelar", explic¨® el ministro de Justicia, Angelino Alfano, delante de la c¨¢rcel. Sobre la cabeza del ministro una grieta de 15 cent¨ªmetros culebreaba por el marco de la puerta.
Las sacudidas que ha padecido L'Aquila en los ¨²ltimos d¨ªas debieron alterar los ¨¢nimos del capo siciliano Salvatore Madonia o la terrorista de las Brigadas Rojas Nadia Desdemona Lioce. Ambos se encuentran, junto a otros 79 reclusos, en r¨¦gimen de m¨¢xima seguridad en la segunda c¨¢rcel de Italia que concentra al mayor n¨²mero de mafiosos.
Los muertos llegan a 272. Decenas de personas siguen desaparecidas
"Es la mayor operaci¨®n de este tipo realizada en este pa¨ªs", a?adi¨® el ministro. "La iniciamos a las dos de la madrugada del mi¨¦rcoles y la terminamos 10 horas despu¨¦s. Han intervenido 200 personas y 70 camionetas".
Minutos despu¨¦s de que Alfano visitara la c¨¢rcel vac¨ªa, el primer ministro, Silvio Berlusconi, visit¨® el edificio de la sede de la Guardia de Finanza en L'Aquila para ofrecer una conferencia de prensa. Acababa de entrar en el edificio a las 12.36 y se produjo otra sacudida. Toda la comitiva se detuvo durante unos 15 segundos y despu¨¦s emprendieron la marcha. Este tipo de temblores dificulta las labores de rescate.
El martes los bomberos lograron rescatar a Eleonora, de 21 a?os, tras 42 horas bajo las ruinas. Lo primero que dijo es que le dieran un poco de agua. Y despu¨¦s pregunt¨® por sus padres. Los bomberos continuaban meti¨¦ndose en el interior de los edificios como en el est¨®mago de una bestia gigantesca. Cuando la bestia ruge, los bomberos salen corriendo, retroceden los periodistas y los curiosos y en seguida vuelven a meterse los bomberos en el edificio.
A las siete de la tarde volvi¨® a sentirse una sacudida en el patio de una casa de L'Aquila. Esta vez no s¨®lo temblaron las mesas sino que se oy¨® el crujir de las piedras y los habitantes de la casa salieron corriendo del interior. Los hoteles de este municipio de 70.000 habitantes contin¨²an cerrados, las casas del centro hist¨®rico medieval, desalojadas, y el principal hospital, vac¨ªo de enfermos y m¨¦dicos.
Ayer quedaban unas 20 o 30 personas desaparecidas. Y muchas familias no se atrev¨ªan a dormir en casa.
Berlusconi: "Es como un d¨ªa de c¨¢mping"
Durante los tres d¨ªas que lleva visitando la zona afectada por el terremoto, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, ha tenido tiempo hasta de bromear sobre la suerte de los afectados. En una entrevista con una corresponsal de televisi¨®n alemana Berlusconi dijo que los damnificados deber¨ªan tomarse el alojamiento en las tiendas de campa?a como "un fin de semana de camping". "Est¨¢n bien aqu¨ª, reciben un magn¨ªfico apoyo y amabilidad por parte de nuestros equipos de salvamento. No les falta de nada, tienen medicamentos y alimentos, comida caliente...". "Por supuesto todo es absolutamente provisional y, por eso, hay que tomarlo como un fin de semana de c¨¢mping".
Ayer, despu¨¦s de informar de que hay 17.000 personas sin casas en la regi¨®n, diez mil personas alojadas en hoteles y 1.700 tiendas de campa?a, Berlusconi se fue al centro hist¨®rico de L'Aquila para observar sobre el terreno las ruinas.
"Esto es mucho m¨¢s grave de lo que yo cre¨ªa y va a costar m¨¢s caro reconstruirlo de lo que mi ministro me hab¨ªa dicho", coment¨® Berlusconi a Sergio Basti, el responsable nacional de Emergencias, que le guiaba en su visita al centro hist¨®rico.
Pasear por L'Aquila era como hacerlo por el centro de Toledo o Salamanca con todas las casas y palacios a punto de caerse. "No s¨¦ cuanto se tardar¨¢ en que puedan regresar aqu¨ª los diez mil habitantes que viven en esta zona, pero en cualquier caso habr¨¢ que medirlo en a?os y no en d¨ªas", se?al¨® Basti.
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