Dimite el jefe antiterrorista de Scotland Yard por mostrar documentos secretos

Un despiste puede tenerlo cualquiera, pero al jefe de la divisi¨®n antiterrorista de Scotland Yard le ha costado el cargo. El subcomisario Bob Quick present¨® el jueves su dimisi¨®n, un d¨ªa despu¨¦s de mostrar en p¨²blico de forma involuntaria unos documentos altamente secretos, en un descuido que precipit¨® una redada policial y de los servicios secretos brit¨¢nicos contra una supuesta c¨¦lula de Al Qaeda en el norte del pa¨ªs.

Quick acudi¨® el mi¨¦rcoles a Downing Street para participar en una reuni¨®n del comit¨¦ de seguridad. Portaba bajo el brazo varios papeles entre los que sobresal¨ªa un folio con el sello secreto estampado. Los teleobjetivos de los fot¨®grafos capturaron el contenido del documento que desgranaba los detalles de una inminente operaci¨®n antiterrorista, incluidas las localizaciones y los nombres de los investigadores.

La inmediata intervenci¨®n del Gobierno oblig¨® a los medios de comunicaci¨®n a reproducir las fotograf¨ªas del documento con las letras borrosas, pero el temor a que fuera divulgado por Internet aconsej¨® adelantar la redada, prevista inicialmente para el jueves.

Doce hombres fueron detenidos horas despu¨¦s en la Universidad John Moores de Liverpool, un cibercaf¨¦ de Manchester y un comercio de Lancashire. Diez de ellos son paquistan¨ªes con visado de estudiante y al menos uno tiene la nacionalidad brit¨¢nica. Los investigadores les consideran sospechosos de planear sendos atentados contra una discoteca y un centro comercial de Manchester.

El ¨¦xito del operativo policial, en colaboraci¨®n con el MI5 (espionaje dom¨¦stico), obtuvo tanta cobertura en los medios como el descuido de Quick, cuya posici¨®n era "insostenible", seg¨²n la ministra del Interior, Jacqui Smith.

"Si no podemos confiar en nuestro funcionario m¨¢s experto en contraterrorismo, ?en qui¨¦n se puede?", se pregunt¨® la oposici¨®n conservadora sobre el subcomisario, caracterizado de "patoso". Los tories le ten¨ªan ganas al personaje desde que Quick diera su autorizaci¨®n hace tres meses para la detenci¨®n, en circunstancias poco aclaradas, del diputado conservador Damian Green por la supuesta filtraci¨®n de informaciones inc¨®modas para el Gobierno. "Un alto funcionario propenso a los incidentes es potencialmente peligroso, dada la responsabilidad de su cargo", dijo un portavoz de los Liberal Dem¨®cratas, tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs.

Aunque algunas voces, como la del anterior alcalde de Londres, Ken Livingstone, consideran excesiva la renuncia de Quick "por el simple error de llevar un papel al rev¨¦s", el episodio es un nuevo golpe a la credibilidad de Scotland Yard. La Polic¨ªa Metropolitana est¨¢ bajo investigaci¨®n tras la muerte de un hombre en las manifestaciones contra el G-20 en Londres. Dos v¨ªdeos difundidos por la prensa muestran c¨®mo fue golpeado por un agente antes de caer desplomado. Poco despu¨¦s muri¨® de un infarto.

El propio mando policial ha admitido que las im¨¢genes son "preocupantes". En ellas se ve al quiosquero Iam Tomlinson caminando despreocupadamente y seguido de cerca por los agentes antidisturbios fuera del cord¨®n de seguridad, ya que ¨¦l no participaba en las protestas. Los polic¨ªas le conminan a apurar el paso y uno de ellos le golpea y empuja derrib¨¢ndole. El hombre maldice a la polic¨ªa, se levanta con ayuda de otros peatones y vuelve a caer. Ingres¨® cad¨¢ver en el hospital.

Pero las vagas informaciones difundidas por el cuerpo de polic¨ªa del suceso y el hecho de que ¨¦ste s¨®lo fuera conocido gracias al testimonio de ciudadanos vuelve a mermar la confianza de la sociedad en sus fuerzas de seguridad. Las mismas que en julio de 2005 acribillaron al brasile?o Jean Charles de Menezes en el metro de Londres al confundirle con un terrorista suicida.