Un autob¨²s como vivienda
Vecinos de una zona deprimida de M¨¦ndez ?lvaro han convertido un autocar en su casa - 80 familias del barrio aguardan desde 1988 el realojo en pisos
En un autob¨²s. Es el ¨²nico lugar que tiene la hija de C¨¢ndida para vivir. "Mejor aqu¨ª que en la calle", asegura su madre. El veh¨ªculo no est¨¢ tan mal. Tiene su cocina, el cuarto de los tres ni?os (dos de ellos, gemelos), un peque?o comedor y la habitaci¨®n matrimonial. Y con la suerte de que est¨¢ aparcado en el patio que comparten la casa de su madre y la de su suegra, Teresa, que son contiguas. El ¨²nico defecto es que cuando da el sol hace mucho calor dentro del veh¨ªculo.
Las tres familias llevan a?os esperando a entrar a vivir en su piso de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). Desde hace a?os residen en una zona de M¨¦ndez ?lvaro que el Ayuntamiento ha catalogado como "bolsa de deterioro urbano". El Ayuntamiento decidi¨® expropiar la zona en 1988 para demoler las casas. Pero desde entonces, 80 familias esperan el realojamiento.
"Se nos cae a trozos el piso", lamenta una vecina de la calle de Alamedilla
Son los vecinos de las calles de Alpedrete y de Alamedilla, en el coraz¨®n de Madrid. Desde sus pisos pueden caminar hasta Atocha, Embajadores o el museo Reina Sof¨ªa. Lo malo es que malviven en edificios viejos y desconchados, incluso en autobuses y casas con el techo combado. Pero si se asoman por la ventana, ven el bloque construido para ellos. El Consistorio asegura que a partir del lunes pr¨®ximo lunes les entregar¨¢ las llaves de los pisos. Pero los vecinos no se lo creen. "Tambi¨¦n nos ¨ªbamos a comer las uvas en el piso el a?o pasado", se queja Antonia P¨¦rez, de 41 a?os. El bloque prometido es un edificio verde y gris, de 14 plantas y 82 viviendas, en la calle de Garganta de los Montes.
La fecha de entrega inicial estaba prevista para febrero de 2007. Finalmente, el bloque se acab¨® hace cinco meses. Y los vecinos no han podido entrar todav¨ªa porque estaban sin rematar las obras de la calle de acceso al edificio, seg¨²n el Ayuntamiento. Ahora falta que se construyan otras dos promociones de la EMV previstas en la zona: M¨¦ndez ?lvaro Norte II y M¨¦ndez ?lvaro Norte III. La primera tendr¨ªa que haber estado acabada en agosto de 2007 y la entrega se preve¨ªa en diciembre de ese mismo a?o. La adjudicaci¨®n a la constructora se hizo el 24 de marzo de este a?o y tiene un plazo de ejecuci¨®n de 18 meses. Para M¨¦ndez ?lvaro Norte III a¨²n no hay fecha prevista.
Las dos calles de M¨¦ndez ?lvaro parecen de otra ciudad, incluso de otro pa¨ªs. "Estuve el verano pasado en la India y cuando llegu¨¦ con mi pareja de nuevo al piso, nos re¨ªamos, porque parec¨ªa que segu¨ªamos en la India", cuenta Antonio Ingl¨¦s, de 42 a?os. ?l vive en el 11 de Alpedrete. Le gusta su barrio e incluso su piso, que aparte de la fachada mugrienta del edificio, est¨¢ en buenas condiciones. Si fuera por ¨¦l, no se marchar¨ªa, pero ya que se tiene que ir, porque el piso est¨¢ expropiado, quiere saber plazos y fechas, que alguien les informe de su futuro. "Nos han dicho que el jueves nos ense?ar¨¢n un piso; a ver qu¨¦ pasa", dice, esc¨¦ptico."Lo que no admito es la falta de consideraci¨®n. Nunca nos han notificado nada de nada", se queja Antonio, en referencia a la EMV, sentado en una cafeter¨ªa, justo enfrente de su calle, al otro lado de M¨¦ndez ?lvaro. Un lado que s¨ª parece el primer mundo, con edificios relucientes, cajas de bancos y bares, que contrasta con las casas tapiadas y los solares llenos de basura de Alpedrete y Alamedilla. "Se nota que esto lo ha hecho la iniciativa privada. Han levantado los pisos en nada", indica el hombre.
A Antonia P¨¦rez le molesta tanto la situaci¨®n que incluso ha preparado un escrito para envi¨¢rselo al Ayuntamiento. Pretende reunir firmas y plantarse en la EMV con ¨¦l. Lleva ocho a?os viviendo en el primer edificio de la calle de Alamedilla, junto a su marido y a su hijo de 17 a?os. Entr¨® de alquiler por unos 300 euros, pero desde que expropiaron al due?o, hace cuatro a?os, no paga renta. "Se nos cae el piso a trozos", se queja. Para ver la calle desde su casa no le hace falta asomarse a la ventana, le basta con mirar por la grieta de la pared de la escalera.
En su edificio ya no queda casi nadie. Las dos viviendas de la planta baja est¨¢n tapiadas. En el segundo piso, todav¨ªa resiste Francisca Cruz, de 66 a?os, junto a su hija, de 42, y su nieto, de 14. Cada d¨ªa, para subir a sus casas, tienen que vigilar las escaleras, que tienen los pelda?os muy gastados, y no arrimarse a la pared, que est¨¢ manchada con los churretes que deja el agua que se cuela por el techo del edificio cuando llueve.
Tanto Antonia como Francisca son dos resistentes. Los dem¨¢s han aceptado vivir en otras promociones de la EMV. "Mari Carmen se fue a Tirso de Molina, Olga se fue a La Perla, en San Ferm¨ªn, otro vecino ha fallecido, esperando el realojamiento", explica Antonia. A ella le han dado la posibilidad de irse a Vallecas, pero se niega. Quiere seguir en M¨¦ndez ?lvaro, un barrio donde todos se conocen y que tiene la virtud de estar en el centro.
Al menos 20 familias han sido realojadas en otros edificios, seg¨²n el Consistorio. Las 80 que quedan son en su mayor¨ªa ancianos, que llevan toda la vida en M¨¦ndez ?lvaro. En el camino, hay algunos que se han quedado, debido a su edad. Como Casto, "que se muri¨® esperando, hace dos a?os", recuerda Antonio.
Antiguamente, la zona de M¨¦ndez ?lvaro albergaba buena parte de la actividad comercial de Madrid. Dolores Pardo, de 73 a?os, a¨²n se acuerda de aquellos tiempos. Lleva 65 a?os viviendo en Alpedrete. "Entr¨¦ pagando 165 pesetas por el alquiler", rememora. Ahora son pocas las naves industriales que siguen en activo. Muchas de las que quedan, est¨¢n abandonadas, con los techos al aire, y con las entradas tapiadas. El objetivo es evitar que se cuelen indigentes y pasen desgracias, como ocurri¨® el 22 de marzo, cuando un hombre muri¨® calcinado en una de esas naves. Dentro viv¨ªan sin techo en varias chabolas que hab¨ªan montado, entre montones de basura.
El Ayuntamiento quiere acabar con ese panorama. Una vez realoje a los vecinos, se levantar¨¢n tres manzanas de bloques de ocho alturas, con 12.600 metros de zonas verdes. Otros 58.000 metros se dedicar¨¢n al uso terciario. Aunque todav¨ªa no se sabe cu¨¢nto queda para que ese plan sea una realidad.
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