Glenn Close: la mala de la pel¨ªcula
Si el gui¨®n es bueno, no importa el medio. Glenn Close vive por y para esta idea. Al menos en su vida profesional. No lo dice de boquilla. Cuenta con 35 a?os de carrera para demostrar que es una mujer fiel a sus principios. No es que ahora la televisi¨®n est¨¦ de moda, viviendo su segunda edad de oro, y eche mano de todo el talento disponible, incluida Close, una actriz que en la d¨¦cada de los ochenta defendi¨® cinco candidaturas al Oscar en seis a?os. O que en el cine no haya lugar para estrellas de su edad ella acaba de cumplir 62 a?os, aunque no aparente m¨¢s de cincuenta. Todos estos argumentos pesan a la hora de tomar una decisi¨®n, pero Close asegura que lo que la llev¨® a protagonizar la exitosa serie de televisi¨®n Damages (Da?os y perjuicios) fue la historia, una trama que la cr¨ªtica equipara con Los Soprano, aunque en esta ocasi¨®n la acci¨®n se desarrolla en el mundo de las mafias legales, las corporaciones sin pudor y los abogados amorales. Me comparan mucho con el perosnaje de Tony Soprano, pero yo no me veo tan llena de maldad, asegura la int¨¦rprete, que defiende as¨ª a su personaje televisivo, la abogada Patty Hewes. Es manipuladora, s¨ª. Lista, tambi¨¦n. Alguien que s¨®lo conoce la palabra victoria, por supuesto. Pero mala es una palabra muy fuerte, aclara con risa de perfecta villana.
"Ser actriz es la profesi¨®n menos segura del mundo. Por eso se elige lo que se puede"
"El personaje de Las amistades peligrosas y el de damages tienen mucho en com¨²n"
"Si eres una mujer dura, si est¨¢s en lo m¨¢s alto de tu profesi¨®n, eres una arp¨ªa"
Close tiene mucha experiencia, en televisi¨®n y en malvados. La idea de que este tipo de personajes se pudiera cargar su carrera por una raz¨®n o por otra nunca la detuvo. Lo principal era ser fiel a la historia que quer¨ªa contar. Le dio igual que fueran de buenos o malos, en pantalla grande o peque?a. Lo que m¨¢s me gusta de las galas homenaje ella recibi¨® en diciembre pasado el galard¨®n Sherry Lansing como reconocimiento a su destacada labor en el mundo del espect¨¢culo son los v¨ªdeos en los que se repasa toda una carrera como si fuera la suma de tus elecciones. ?Ojal¨¢ fueran as¨ª las cosas! Ser actriz es la profesi¨®n menos segura del mundo. Una nunca sabe de d¨®nde vendr¨¢ el pr¨®ximo trabajo. Por eso elige lo que puede. No siempre lo que se quiere. Lo que s¨ª es cierto es que mis apuestas han sido siempre muy subjetivas. Soy capaz de trabajar con cualquier director. Y arriesgarme con cualquier actor si s¨¦ que tengo un gran director. Pero la historia Con eso no juego.
Fue quiz¨¢ ese peque?o detalle por el que le cost¨® tanto tiempo entrar en el cine, un tiempo que dedic¨® al teatro, hasta que en 1980 George Roy Hill la descubri¨® en Broadway, en el musical Barnum, y le ofreci¨® el papel de Jenny Fields en El mundo seg¨²n Garp (1982). Supongo que podr¨ªa llamar a ese trabajo mi primer paso de gigante en esta industria, rememora no sin algo de sarcasmo. Una s¨®lida historia del escritor John Irving en la que interpretaba a una feminista, con la que consigui¨® su primera candidatura al Oscar de las cinco que atesor¨® en la d¨¦cada de los ochenta. Fueron interpretaciones de mujeres con principios, afirma, diferentes versiones de Jenny, como la baby-boomer de Sarah Cooper en Reencuentro (1983) o la esposa de Robert Redford en El mejor (1984), hasta que encarn¨® a Alex Forrest en Atracci¨®n fatal (1987). Un filme que origin¨® un gran debate. Mientras el p¨²blico se preguntaba si su papel era el de una feminista dispuesta a tomarse la justicia por su mano o un clich¨¦ antifeminista, la cr¨ªtica se planteaba si Close se hab¨ªa cargado su carrera para siempre. Fue, en resumen, una pol¨¦mica m¨¢s grande que la obra, un filme demasiado comercial. Su nueva candidatura al Oscar y la que vendr¨ªa despu¨¦s por la adaptaci¨®n al cine de Las amistades peligrosas (1988) de Stephen Frears demostr¨® lo contrario. Las amistades peligrosas fue un paso m¨¢s para interpretar mujeres complejas en la pantalla. De hecho, creo que la marquesa de Merteuil y Patty Hewes [la protagonista de Da?os y perjuicios] tienen mucho en com¨²n.
Glenn Close es, en cualquier caso, alguien complejo. S¨®lo hay que comparar la presentaci¨®n de su ¨²ltimo personaje una mujer cuya f¨¦rrea manera de trabajar mantiene a todos intrigados, a la defensiva, mientras ella lucha con sus propias debilidades con la descripci¨®n de Jeremy Irons de su compa?era de reparto en El misterio Von Bulow (1990). En muchos sentidos, Glenn es una mujer muy dura, aunque blanda en su interior. Alguien sin pretensiones cuando la conoces, aunque con una vida complicada.
Nacida en Connecticut (Estados Unidos) en 1947, en el seno de una familia acomodada con cuatro hijos, su padre, William Close, fue un cirujano asociado a la secta conservadora de origen cristiano Moral Re-Armament, encargado de diferentes cl¨ªnicas en el antiguo Congo Belga antes de ser el jefe de medicina del Ej¨¦rcito de Zaire, adem¨¢s de m¨¦dico personal del entonces presidente Mobutu Sese Seko. Fue all¨ª por primera vez en 1960 y no le vimos durante un a?o porque era muy peligroso, recuerda Close, que pas¨® aquella etapa de su vida en un internado en Suiza. Sin embargo, ?frica forma parte de sus recuerdos infantiles. Fue una experiencia incre¨ªble, dice. Unas vivencias que, una vez muerto su padre, pens¨® en llevar al cine, pero la fallida Estallido se carg¨® la historia a los ojos de Hollywood.
Sus relaciones personales tambi¨¦n fueron tumultuosas. Se ha casado tres veces, la ¨²ltima vez, hace tres a?os con el empresario David Shaw, y se rumorea sobre sus romances con actores como William Hurt, Kevin Kline y Woody Harrelson, entre otros. Tiene una hija, Annie, de 20 a?os, que cri¨® como madre soltera al margen de todas sus relaciones. Por eso apenas levanta una ceja al escuchar las declaraciones de Clint Eastwood cuando dice que le gusta trabajar con mujeres porque trabajan m¨¢s y cobran menos. ?se es el mundo que conozco, donde las mujeres tienen que sacrificar mucho m¨¢s para tener ¨¦xito, especialmente en una profesi¨®n como ¨¦sta, que siempre ha estado dirigida por hombres, afirma, y remata la frase diciendo que por muy de acuerdo que est¨¦ con Eastwood, no es muy educado admitir algo as¨ª en p¨²blico.
Close est¨¢ acostumbrada a nadar contra corriente. De la misma generaci¨®n de Meryl Streep, ella decidi¨® mucho antes que la gran actriz de Hollywood que el buen material ten¨ªa que buscarlo donde fuera. Papeles alejados de los grandes dramas y de las mujeres sumisas, como los de Atracci¨®n fatal, Las amistades peligrosas, El misterio Von Bulow o, por qu¨¦ no, su Cruela de Vil en 101 d¨¢lmatas. Aunque se confiesa una cobardica, sabe que lo que llama facciones irregulares de su rostro, especialmente esa barbilla de Connecticut, proyectan un aire autoritario en la pantalla. Le dan poder. Y todos sabemos que los hombres se sienten intimidados por las mujeres con poder. Porque si eres un hombre de estas caracter¨ªsticas, eres un hombre con ¨¦xito, pero si eres una mujer dura, si est¨¢s en lo m¨¢s alto de tu profesi¨®n, eres una arp¨ªa, una mujer que da miedo. Glenn Close es una actriz que desde el principio de su carrera decidi¨® no hacerle ascos a la televisi¨®n. Con esta postura ha cosechado m¨¢s de 10 candidaturas a los Premios Emmy desde 1995. En cualquier caso, nunca ha abandonado el teatro, incluso le gan¨® la baza a Meryl Streep a la hora de convertirse en Norma Desmond, protagonizando en Broadway la versi¨®n musical de Sunset Boulevard.
Sin embargo, como bien supo ver Irons, la mujer que hoy trabaja 12 horas diarias rodando la serie Da?os y perjuicios es alguien sin pretensiones. Aparece para la entrevista elegantemente vestida de negro, sin rastro de maquillaje. Musita una leve disculpa entre risas cuando se encuentra en la falda alg¨²n pelo de sus inseparables Jake y Billy, las dos cr¨ªas de terrier que siempre le acompa?an al rodaje. Seg¨²n ella, son los perros que mejor se portan del mundo. S¨®lo quieren que la gente les haga una caricia. Pero en cuanto dicen acci¨®n, no se mueven durante toda la escena.
Como suele pasar, la oportunidad de rodar los cap¨ªtulos de la serie Da?os y perjuicios lleg¨® cuando no lo estaba buscando. Aunque a Glenn Close le gusta la televisi¨®n como medio, se disculpa porque apenas la ve y ni tan siquiera tiene conectado el grabador digital que le regalaron hace tiempo. Eso s¨ª, asegura que le ve grandes posibilidades al medio. Estamos haciendo megafilmes que la gente podr¨¢ ver por entregas en el medio electr¨®nico que prefiera. De su ¨²ltima aventura televisiva, trabajar en esta serie de ¨¦xito, asegura que le convenci¨® lo mismo que al principio le dio miedo, no conocer el final. Para un actor, eso es dar mucho. No se lo pens¨® dos veces y se lanz¨® a la aventura, dispuesta a vivir el momento y entreg¨¢ndose sin perjuicios a los guionistas. Me gustan los retos y s¨¦ que para cuando llega a mis manos el gui¨®n ha pasado por la criba de los mejores, y si a¨²n me quedan preguntas, KZK no dudar¨¢n en resolverlas. Con estas tres letras, KZK, Close re refiere a los guionistas de la serie Glenn Kessler, Daniel Zelman y Todd Kessler, parte del equipo que trabaj¨® en Los Soprano.
Al p¨²blico tambi¨¦n le gusta ver a Close en la peque?a pantalla. Su reciente trabajo en la serie The Shield (Al margen de la ley), en la que interpretaba el papel de la jefe de polic¨ªa M¨®nica Rawling, supuso un aumento del 30% en la audiencia gracias a su presencia, aunque la actriz no quiso comprometerse a m¨¢s de una temporada para no mantenerse alejada de su familia en la costa este estadounidense. Ahora el rodaje de Da?os y perjuicios la mantiene atada a Nueva York, a Brooklyn, durante siete meses al a?o, a un tiro de piedra de su apartamento en Central Park, que en su d¨ªa perteneci¨® a Rock Hudson. Aunque no viven juntas, habla a diario con su hija, estudiante de historia del arte en la Universidad Hamilton de Nueva York. Y yo que pensaba que una vez en la universidad sabr¨ªa de ella con suerte una vez al mes, afirma sonriendo.
Close est¨¢ feliz con su trabajo, con el ritmo que lleva su vida, con la historia de Patty Hewes, la primera abogada de su carrera art¨ªstica, y por eso se ha comprometido para rodar seis temporadas. Aunque, eso s¨ª, siempre que su personaje siga siendo igual de delicioso. Es una gran aventura, como vivir una novela que no s¨¦ lo que me va a deparar en el siguiente cap¨ªtulo. Y claro que sigo sin ver su maldad. Nunca la he visto en ninguno de mis personajes. Al rev¨¦s, estoy encantada de poder interpretar a mujeres que son capaces de llevar el liderazgo, dice pensando sin duda en esas otras mujeres que admira, como la actual secretaria de Estado, Hillary Clinton, o la primera dama, Michelle Obama.
Close tambi¨¦n deja claro que seguir¨¢ con Da?os y perjuicios mientras la historia aguante. Hay muchas cosas que quiere hacer con su vida. Viajar con su marido a lugares que a¨²n no conoce. Disfrutar con sus perros de las nuevas tecnolog¨ªas haci¨¦ndoles protagonistas de su blog (www.FetchDog.com), luchar contra el estigma que viene asociado a las enfermedades mentales (Close forma parte de la asociaci¨®n ben¨¦fica Fountain House). Y, por supuesto, regresar al cine. Hay varios proyectos que tiene en perspectiva desde hace tiempo, como La persistencia de la memoria, de Juan Ruiz Anch¨ªa, uno m¨¢s en la larga lista de pel¨ªculas relacionadas con la figura de Dal¨ª, o Therese Raquin, basada en la novela de Zola. Pero el que m¨¢s le ilusiona es The singular life of Albert Nobbs, la adaptaci¨®n de la obra de teatro que interpret¨® en el Off-Broadway en 1982. Tiene ya escrito el gui¨®n junto con Istv¨¢n Szab¨®. El director ser¨¢ Rodrigo Garc¨ªa, el hijo de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y creador de la serie En terapia. Estoy enamorada de Rodrigo. Trabajamos juntos en sus dos pel¨ªculas, Cosas que dir¨ªa con tan s¨®lo mirarla y Nueve vidas, y estamos preparando un tercer filme, asegura. ?l s¨ª que entiende a las mujeres. As¨ª que s¨®lo necesito un hueco en el horario de Da?os y perjuicios para llevar a cabo este proyecto, asegura la actriz con convicci¨®n.
i> Canal+ emite de nuevo la primera temporada de la serie Damages (Da?os y perjuicios). En oto?o estrenar¨¢ en Espa?a la segunda temporada.
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