Vuelven los malos viejos tiempos

El partido de los Suns de Phoenix contra los Mavericks de Dallas en el pen¨²ltimo fin de semana de la temporada normal de la NBA lo segu¨ª con m¨¢s inter¨¦s del habitual. Si ganaban, los Suns pod¨ªan quedarse a dos victorias de los Mavericks para el ¨²ltimo puesto en los playoffs de la Conferencia Oeste. Naturalmente, los Suns no ganaron. Les dieron una se?ora paliza. Parec¨ªa como si el entrenador, Alvin Gentry, hubiera dado la camiseta naranja a un equipo femenino de instituto.

La derrota elimin¨® totalmente a los Suns de la carrera por las eliminatorias de 2009. Pero hizo algo m¨¢s: puede que haya aniquilado cualquier esperanza que tuvi¨¦ramos los fans de la NBA de que el baloncesto entretenido fuera a volver para quedarse. No, los sospechosos habituales (el ego, la avaricia y las coincidencias) fueron las sierras mec¨¢nicas que talaron el ¨¢rbol del baloncesto de los Suns. Todo el mundo conoce la historia: el propietario empez¨® a pensar que sab¨ªa m¨¢s de lo que sabe. Unas derrotas en los playoffs por mala suerte se interpretaron como fracasos catastr¨®ficos. Los jugadores clave para el ¨¦xito del equipo ten¨ªan la sensaci¨®n de que no les valoraban lo suficiente y se marcharon. Marginaron al entrenador y luego le mandaron al exilio. Se hicieron algunos cambios cosm¨¦ticos, pero, por entonces, ya era demasiado tarde.

La consecuencia: un salto en el tiempo. Cuando lleguen los playoffs de la NBA, prep¨¢rense para los malos viejos tiempos de uno contra cinco, faltas sucias y un ¨¦nfasis inoportuno en el aguafiestas: la defensa.

Si parece que estoy deprimido es que estoy consiguiendo transmitir lo que siento. No oculto el hecho de que mi inter¨¦s por la NBA sea, como mucho, superficial. He visto lo que sucede fuera de la gran c¨²pula de este circo y, para ser sincero, no es agradable. Pero a m¨ª me tira el baloncesto: llevo jugando desde que ten¨ªa 12 a?os. Quiero que me guste la NBA, pero la Liga hace que esto no resulte tarea f¨¢cil.

Ahora llegan las eliminatorias. Chupi (esto ha sido un grito de j¨²bilo sarc¨¢stico). Me estoy preparando para mucha publicidad individual y mucho Dwyane Wade tir¨¢ndose hacia la canasta y luego yendo diligentemente a la l¨ªnea de tiros libres.

Lo siento. Soy un estadounidense horrible. Lo que quer¨ªa decir es: "?Prep¨¢rense para un poco de acci¨®n de lo m¨¢s entretenida al estilo de la NBA!".

Las buenas noticias, al menos para los espa?oles, es que lo m¨¢s seguro es que vuelvan a ver a Gasol en la final de la NBA. Por desgracia, esto puede que suceda o no por razones leg¨ªtimas. Con la econom¨ªa por los suelos y los d¨®lares discrecionales evapor¨¢ndose, nunca ha habido un momento mejor para que la NBA meta a los equipos adecuados en la final. Y cuando digo adecuados me refiero a aqu¨¦llos con estrellas vendibles. Como escrib¨ªa mi amigo Bill Simmons en espn.com, nunca habr¨¢ un momento mejor para Kobe contra LeBron que en la final de la NBA.

Si son del tipo de fans a los que les gusta ver a un jugador intentando derrotar al otro equipo por s¨ª solo, ser¨¢ el encuentro ideal para ustedes. Yo no soy de ese tipo de fan, as¨ª que si veo alguna final ser¨¢ en compa?¨ªa del se?or Mahou.

Pero, bueno, todav¨ªa no hemos llegado a esta conclusi¨®n predecible. Quiz¨¢ deber¨ªa dejar de ser pesimista. A lo mejor alg¨²n responsable d¨ªscolo se olvida de seguir la directiva secreta y otro equipo se mete en la final. O igual Mehmet Okur arde en llamas y se meten los Jazz. O el nuevo Dirk se parece al viejo Dirk y los Mavericks salvan al baloncesto. Podr¨ªa suceder.

Pero lo dudo.