Phil Spector, una pat¨¦tica recta final

Han sido necesarios dos juicios: el lunes, un jurado californiano declaraba a Phil Spector culpable de la muerte de Lana Clarkson, una camarera a la que invit¨® a su mansi¨®n una noche de febrero de 2003. En el primer juicio no se logr¨® unanimidad para condenarle, pero la fiscal¨ªa del condado de Los ?ngeles volvi¨® al ataque: demasiados famosos del show business se libraban gracias a sus poderosos abogados. En mayo, un juez determinar¨¢ la condena, que no bajar¨¢ de los 18 a?os. Los familiares de Clarkson tambi¨¦n han demandado a Spector por v¨ªa civil, exigiendo una indemnizaci¨®n. Han soportado los miserables argumentos de la defensa, que pint¨® a Lana como una fracasada actriz de serie B que decid¨ªa repentinamente suicidarse.

Pat¨¦tico desenlace para el hombre que todav¨ªa hoy es sin¨®nimo de productor discogr¨¢fico. Hab¨ªa entrado incluso en la jerga del negocio: el adjetivo spectoriano se aplica a las producciones densas y arrebatadoras, cercanas a lo que ¨¦l llamaba muro de sonido. Desde que Tom Wolfe le retratara como "El primer magnate de lo juvenil", su fama trascendi¨® fuera del mundillo musical: encarnaba el paradigma del genio exc¨¦ntrico, el creador con el toque del rey Midas. Existen al menos cuatro libros consagrados a su asombrosa carrera.

Nacido en el Bronx en 1940, en una familia de jud¨ªos huidos de Rusia, Phil Spector debut¨® con los Teddy Bears antes de descubrir que la creatividad musical estaba detr¨¢s de una mesa de grabaci¨®n. En Nueva York, Phoenix y Los ?ngeles aprendi¨® los secretos del estudio y se invent¨® nuevos trucos; se arrop¨® con eficaces equipos de compositores, arregladores, docenas de instrumentistas, t¨¦cnicos de sonido y -finalmente- cantantes que escenificaban los traumas y los ¨¦xtasis del amor adolescente. Sus singles con las Ronettes, los Righteous Brothers o las Crystals definieron el pop orquestal de principios de los sesenta.

Seg¨²n avanzaba la D¨¦cada Prodigiosa, fue perdiendo el pulso del mercado; anunci¨® su reticente retirada tras el relativo fracaso de lo que consideraba su pin¨¢culo, River deep, mountain high, de Ike and Tina Turner (1966). Jugaba a Greta Garbo del pop y aparec¨ªa como traficante de drogas en el inicio de la pel¨ªcula Easy rider. No necesitaba dinero: conservaba los derechos editoriales y discogr¨¢ficos de unas canciones que resultaron inmortales.

Disimulaba su vena competitiva. Su leyenda le permiti¨® reaparecer: aunque hab¨ªa grabado con los Rolling Stones, fueron los Beatles -con la oposici¨®n de Paul McCartney- quienes le llamaron para que adornara las cintas de las sesiones que se editaron en 1970 como Let it be; tambi¨¦n trabajar¨ªa con George Harrison y John Lennon en obras triunfales como All things must pass o Imagine.

Sin embargo, hundi¨® esa segunda oportunidad con su comportamiento extravagante mientras hac¨ªa Rock 'n' roll (1975) con Lennon.

Los Ramones (1978) y Leonard Cohen (1979) se arriesgaron a grabar ¨¢lbumes completos con ¨¦l y salieron escaldados: el perfeccionismo hab¨ªa degenerado en despotismo, resolv¨ªa las discusiones exhibiendo pistolas, y su comportamiento tend¨ªa hacia lo irracional. Despu¨¦s, s¨®lo Yoko Ono y el grupo brit¨¢nico Starsailor requirieron sus servicios; dicen que Celine Dion tambi¨¦n le contrat¨® pero prefiri¨® no editar los resultados.

En 1990, Ronnie Spector, antigua vocalista de las Ronettes, public¨® una autobiograf¨ªa que describ¨ªa su vida matrimonial con Phil en t¨¦rminos de pesadilla. No exageraba: tras la muerte de Lana Clarkson han aparecido testimonios de mujeres que pasaron horas de terror con un Spector que, tras beber, las amenazaba con armas de fuego. A finales de 2002, en una de sus raras entrevistas, reconoc¨ªa estar "relativamente loco", aunque aseguraba que intentaba ser "un hombre razonable". Pocas semanas m¨¢s tarde sal¨ªa como lobo solitario y olvidaba sus buenos prop¨®sitos.Era el paradigma del genio exc¨¦ntrico, el creador con el toque del rey Midas John Lennon trabaj¨® con ¨¦l en obras triunfales como 'Imagine'