"Si Cuba no hubiese resistido, el cuento ahora ser¨ªa otro"
Harnecker, hist¨®rica marxista, cierra la Semana de Filosof¨ªa
Marta Harnecker cerraba el viernes la XXVI Semana de Filosof¨ªa de Pontevedra, pero decidi¨® repetir ayer porque le falt¨® tiempo. De explicar, por una parte, c¨®mo es posible que la izquierda gobierne en doce pa¨ªses de Latinoam¨¦rica y el Caribe, "pese a toda la guerra medi¨¢tica", y el caso venezolano "como ejemplo m¨¢s avanzado". Psic¨®loga de formaci¨®n, educadora popular y periodista de vocaci¨®n, la vida de Harnecker atraviesa casi todos los conflictos que explican la actual configuraci¨®n pol¨ªtica. Desde el socialismo del siglo XXI de Venezuela, Bolivia y Ecuador, pasando por el peronismo de izquierda de los Kirchner, hasta la socialdemocracia de Brasil, Chile o Uruguay. Tras conocer la revoluci¨®n cubana, a comienzos de los 60, dej¨® el catolicismo para aprender socialismo cient¨ªfico en Francia, con el grupo de Louis Althusser.
"Si el socialismo real cay¨® , ¨¦se no era nuestro muerto", afirma
La verdadera conversi¨®n vino despu¨¦s. A finales de 1968 regresa a Chile. Se integra en el Partido Socialista de Allende, dirige Chile Hoy y empieza a escribir los c¨¦lebres Cuadernos de Educaci¨®n Popular, dando clases a obreros y campesinos. "All¨ª conoc¨ª la diferencia entre la gente ansiosa de aprender para aplicar, no s¨®lo para polemizar, como los estudiantes". Exiliada en Cuba tras el golpe, todav¨ªa no ha conseguido entrevistar a Fidel Castro. "Est¨¢ pendiente desde 1979", dice con humor.
A Ch¨¢vez lleg¨® por petici¨®n de ¨¦ste, tras escribir Un hombre, un pueblo (2002). Dos a?os despu¨¦s se instal¨® all¨ª con Michael Lebowitz, el autor de M¨¢s all¨¢ de El Capital. "Ch¨¢vez me dijo que necesitaba alguien cr¨ªtico a su lado". Harnecker lo es, y ha reprendido en p¨²blico las "formas" del presidente venezolano. Pero una cosa es la bizarr¨ªa de Al¨® presidente, y otra, insiste, llamarle dictador. "Es rid¨ªculo. Nadie puede cuestionar los procesos electorales de Venezuela".
Las cr¨ªticas a Ch¨¢vez difieren entre disidentes de izquierda, inversores extranjeros y clases acomodadadas. "Una cr¨ªtica por la izquierda es que se paga mucho por las empresas que se nacionalizan. En el golpe se dieron cuenta de que, si hab¨ªa contrarrevoluci¨®n, es que revoluci¨®n tambi¨¦n deb¨ªa haber. Ya aprendimos que sin gente abajo no hay socialismo participativo".
Lo que puede y lo que debe pasar en Cuba es otro tema. "El reto de Obama es el embargo. El pueblo cubano se enfrenta al desaf¨ªo de dejar de ser isla, y su formaci¨®n solidaria se va a poner a prueba. Si Cuba no hubiese resistido durante tanto tiempo, el cuento ahora ser¨ªa otro". La autora de Los conceptos elementales del materialismo hist¨®rico, devenido en biblia de divulgaci¨®n marxista a su pesar, fue criticada con dureza tras la ca¨ªda del Muro, pero su guerra no era ¨¦sa. "Ya dijo Galeano que si lo que ca¨ªa era el socialismo real, ¨¦se no era nuestro muerto. Y la mentira, al final, acaba contrast¨¢ndose con la verdad".
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