Guerra de abordajes en el ?ndico
Una fragata holandesa libera a 20 rehenes, pero deja marchar a sus captores - Piratas somal¨ªes secuestran un mercante belga con 10 tripulantes a bordo
El mec¨¢nico del carguero estadounidense simul¨® haberse rendido y llev¨® al pirata a la sala de m¨¢quinas, donde estaba escondido el resto de la tripulaci¨®n. "Dime d¨®nde est¨¢n o te mato", le hab¨ªa amenazado el somal¨ª, un chaval de 16 a?os armado con un fusil de asalto, integrante de la partida que, el pasado d¨ªa 8, asalt¨® el Maersk Alabama en aguas del oc¨¦ano ?ndico. Inopinadamente, otro marinero, emboscado entre las turbinas, salt¨® sobre el africano. El mec¨¢nico, Zahid Reza, de 41 a?os, aprovech¨® la confusi¨®n para empu?ar un picahielos y desgarrar la mano del pirata, r¨¢pidamente inmovilizado. Alguien le pis¨® el cuello.
Capturado el capit¨¢n Richard Philips, de 53 a?os, los 19 tripulantes decidieron reconquistar el primer nav¨ªo norteamericano secuestrado en una ruta navegada por 20.000 mercantes al a?o. Antes de levar anclas cargado con 17.000 toneladas de ayuda humanitaria, la tripulaci¨®n del Alabama fue advertida de la peligrosidad de la traves¨ªa en el golfo de Ad¨¦n y las costas de Somalia.
Cinco secuestradores y un reh¨¦n han muerto en dos rescates recientes
El secuestro del capit¨¢n Philips, seguido al minuto por medios de todo el mundo, ha sido el m¨¢s divulgado de la interminable sucesi¨®n de ataques piratas que sufre la zona y cuyos ¨²ltimos episodios se vivieron ayer. Un buque belga, el Pompei, con 10 tripulantes fue capturado s¨®lo unas horas despu¨¦s de que una fragata holandesa en misi¨®n de la OTAN liberara a 20 pescadores yemen¨ªes secuestrados hace una semana.
En 2008, los piratas ejecutaron m¨¢s de 120 asaltos y lograron decenas de millones de euros en rescates, seg¨²n los c¨¢lculos disponibles. La situaci¨®n ha empeorado: desde enero, el n¨²mero de ataques lleg¨® a 70, seg¨²n la Oficina Internacional Mar¨ªtima. Cinco piratas y un reh¨¦n franc¨¦s murieron durante el rescate militar del Alabama y del yate galo Tanit, ocurrido este ¨²ltimo el pasado d¨ªa 10.
Ex pescadores somal¨ªes y mafias diversas organizan los grupos dedicados a la extorsi¨®n en alta mar, contra quienes se piden medidas de excepci¨®n. Bombardear sus asentamientos en tierra fue la propuesta del senador estadounidense Jim Webb.
La guerra mar¨ªtima puede agravarse. Los piratas intensificaron la persecuci¨®n de los buques que se aventuran por las aguas m¨¢s peligrosas del mundo; si no detienen la marcha son tiroteados con armas autom¨¢ticas o lanzagranadas. El estallido de un proyectil de carga hueca sobre un petrolero cargado ser¨ªa catastr¨®fico.
El asalto del Maersk Alabama comenz¨® poco despu¨¦s del desayuno. La alarma ac¨²stica del buque confirm¨® los temores del capit¨¢n Phillips: cuatro hombres con fusiles AK-47 y pistolas alcanzaron la cubierta con escalas y maromas. Intimidando a gritos y r¨¢fagas, exigieron la presencia de la mariner¨ªa, que se hab¨ªa atrincherado en la sentina, entre las m¨¢quinas y las calderas, siguiendo las instrucciones del capit¨¢n. Antes, apagaron los motores y cortaron la energ¨ªa para inmovilizar el carguero, y hundieron la lancha r¨¢pida de los delincuentes.
Sin ventilaci¨®n, ni troneras, sofocados durante horas, escucharon un tiro en cubierta: el balazo de un pirata hab¨ªa rozado la oreja de Reza con un mensaje claro: o revelaba el escondite de sus compa?eros o el pr¨®ximo plomazo habr¨ªa de arrebatarle la oreja y la vida. Reza dirigi¨® al africano hacia la zona de motores donde ser¨ªa reducido.
Los captores del pirata ofrecieron liberarle a cambio del capit¨¢n Phillips, reh¨¦n en un bote de salvamento del Maersk Alabama, pilotado por tres piratas. No hubo acuerdo porque el objetivo de los delincuentes era otro: dos millones de d¨®lares de rescate. Otra millonada piden por la quincena de buques con 300 tripulantes apresados en puertos norte?os de Somalia, un pa¨ªs de ocho millones de habitantes fracturado por la pobreza y las guerrillas islamistas desde 1991. Las armadoras deber¨¢n pagar rescates que oscilan entre los 200.000 euros y el mill¨®n y medio. La flotilla internacional de nav¨ªos de guerra desplegada en la zona, incluida la fragata espa?ola Numancia, ha impedido numerosos secuestros pero no puede con la enorme superficie a su cargo: m¨¢s de un mill¨®n y medio de kil¨®metros cuadrados de oc¨¦ano. En operaciones de rescate, cinco piratas han sido abatidos.
Las circunstancias en que cayeron los secuestradores del capit¨¢n Phillips fueron audaces debidas a la falta de acuerdo. En el primer d¨ªa, cuando parec¨ªa que el intercambio de rehenes iba a ser posible, el jefe de los bucaneros rompi¨® las negociaciones abruptamente. "?V¨¢monos!", orden¨®. La lancha se alej¨® velozmente con el reh¨¦n y tres piratas a bordo.
Para entonces, el destructor USS Brainbrige navegaba hacia el lugar. Tardaron en llegar pues la distancia a cubrir era de m¨¢s de 500 kil¨®metros. Un equipo de fuerzas especiales lleg¨® a la zona en avi¨®n, salt¨® en paraca¨ªdas y una lancha lo condujo al destructor, donde esperaban agentes del FBI especializados en secuestros. Retomado el contacto con la lancha del capit¨¢n secuestrado y los piratas pidieron ser remolcados hacia aguas mansas pues el oleaje amenazaba con volcarles.
Dispuesto a todo, desesperado ante la posibilidad de un largo secuestro, Richard Phillips se tir¨® al agua el viernes, d¨ªa 10. Trat¨® de ganar a nado las escalas del destructor, pero varias r¨¢fagas de AK-47 sobre su cabeza le hicieron volver atr¨¢s. Las horas previas al desenlace fueron especialmente intensas. El mar se hab¨ªa encabritado y los piratas se impacientaban. A gritos, reclamaron el dinero del rescate. Cuando anocheci¨® la tensi¨®n hab¨ªa alcanzado m¨¢ximos preocupantes.
Tres francotiradores de la Marina con visi¨®n nocturna tomaron posiciones en el destructor, a unos 50 metros del objetivo. Los tres apretaron el gatillo al mismo tiempo y los tres acertaron en la cabeza de los piratas, a quienes los clanes de Putlandia rindieron honores en un banquete con cinco camellos sacrificados. "Nos vengaremos", jur¨® Abdi Kolis, un jefe pirata. "Ahora lloran las familias de nuestros compa?eros, pero un d¨ªa llorar¨¢n familias estadounidenses y francesas".
Los l¨ªmites de la misi¨®n de la OTAN
Siete piratas somal¨ªes que atacaron ayer por la ma?ana a un buque griego y reten¨ªan desde hace una semana a 20 pescadores yemen¨ªes fueron liberados al poco de ser apresados por militares holandeses de la fragata De Zeven Provincien, en una decisi¨®n que pone de manifiesto con crudeza los l¨ªmites de la misi¨®n de la OTAN en la zona, ante la falta de cobertura legal para detener a los piratas.
Tras abortar el ataque contra el mercante griego, los militares holandeses obligaron a los piratas a regresar a su barco nodriza, un pesquero yemen¨ª bot¨ªn de otro secuestro. All¨ª descubrieron a los 20 rehenes. "Los han liberado y han requisado las armas", explic¨® el teniente portugu¨¦s Alexandre Fernandes, comandante de otra fragata de la misi¨®n. Pero como "la OTAN no tiene protocolos de detenci¨®n, cada buque militar sigue su ley nacional". La legislaci¨®n holandesa dice que su Ej¨¦rcito "s¨®lo puede detener a los piratas si son holandeses, si los rehenes son holandeses o si act¨²an en aguas holandesas". As¨ª las cosas, y como "los piratas no usaron sus armas" contra los soldados, precisa Fernandes, poco despu¨¦s del incidente los somal¨ªes estaban de vuelta en su guarida.
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