Un 'traje' nuevo para Col¨®n
El Ayuntamiento elabora un proyecto para restaurar la estatua del almirante
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"Vine aqu¨ª ayer por la noche y ya me di cuenta de que estaba un poco sucio". Jimmy Carey, de 28 a?os, un camionero de Brisbane, (Australia) que lleva un mes dando vueltas por Espa?a, mostraba su sorpresa ante el profundo deterioro que presenta el monumento a Crist¨®bal Col¨®n, uno de los s¨ªmbolos de Barcelona, que padece un severo desgaste por culpa de la oxidaci¨®n y los excrementos de las gaviotas. Turismo de Barcelona, que explota el monumento, ha realizado una serie de obras y el Ayuntamiento de Barcelona elabora desde enero de 2008 un proyecto para limpiar la escultura.
Inaugurada en 1888, la obra de Gaiet¨¤ Bu?gas ha sufrido diversas reformas, la ¨²ltima importante en 1982. Y la pr¨®xima es urgente. El monumento, que fue limpiado antes de los Juegos, no ha resistido bien el paso del tiempo, hasta el punto de que ha ido perdiendo piezas del conjunto escult¨®rico de su pedestal, como parte de las cadenas que enmarcan los ocho medallones de bronce de personajes claves en la aventura colombina. Las estatuas de piedra de las alegor¨ªas de los reinos y las de los catalanes con un papel relevante en la expedici¨®n est¨¢n sucias y descuidadas y algunas, por perder, han perdido hasta la nariz. En octubre, un operario se subi¨® a una gr¨²a para fotografiar de cerca todos los desperfectos.
150.000 personas visitan cada a?o el monumento de Gaiet¨¤ Bu?gas
Fuentes municipales no quisieron detallar cu¨¢ndo empezar¨¢n las obras ni su prespuesto, alegando que el plan no est¨¢ acabado. Pero, entre tanto, Turismo de Barcelona ha invertido 300.000 euros en renovar el s¨®tano, de planta circular, donde est¨¢ situada la oficina de informaci¨®n. La estancia, antes muy h¨²meda y desolada, que se encharcaba y sufr¨ªa goteras por la lluvia, se reformado y recuperado la piedra de la pared. Lo mismo ocurre con la zona de alquiler de bicicletas, que tambi¨¦n est¨¢ en el s¨®tano. Y adem¨¢s se ha instalado un sistema geot¨¦rmico que dotar¨¢ al monumento de calefacci¨®n y aire acondicionado.
Pese a presentar profundas grietas y estar desconchados, los ocho leones de hierro colado siguen haciendo las delicias de los turistas, que pueden subir al mirador por 2,5 euros para contemplar las vistas si es que resisten el v¨¦rtigo que provoca la casi imperceptible oscilaci¨®n de la columna de 51 metros sobre la que descansa el almirante. Col¨®n recibe cada a?o 150.000 visitas y es uno de los puntos tur¨ªsticos m¨¢s populares en cuanto a precio. Cada d¨ªa toman el ascensor unas 300 personas, muchas de ellas turistas franceses, italianos o alemanes.
Pese al ¨¦xito entre los turistas que pasean por La Rambla, que acaban topando con Col¨®n camino del mar, Turismo de Barcelona sospecha que el ¨²nico monumento que gestiona no es tan conocido por los barceloneses. En 2006 promovi¨® una campa?a a trav¨¦s de un diario gratuito para saberr hasta qu¨¦ punto la estatua era popular. El peri¨®dico pregunt¨® a sus lectores si Col¨®n era un monumento, un mirador o las dos cosas a la vez. Y el resultado fue que muchos ignoraban la existencia de un mirador.
Y ahora, camino de sus 125 a?os, Col¨®n espera su primer traje nuevo en 30 a?os. "El monumento a Col¨®n de Granada est¨¢ m¨¢s limpio que ¨¦ste", explicaron Rafa y Roc¨ªo, una pareja de granadinos, empleados de banca de vacaciones en Barcelona, tras alquilar unas bicis. Hac¨ªa un fr¨ªo que pelaba, pero Greysi, una dominicana de 20 a?os, soportaba heroicamente la baja temperatura llevando un vestido de verano y un chal. Se acababa de casar en los juzgados de la plaza de Medinaceli y se fue a Col¨®n para retratarse como novia. "Est¨¢ un poco descuidado, pero no deja de ser un monumento emblem¨¢tico de Barcelona ?no?", se preguntaba.
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