La memoria de Mars¨¦
A Juan Mars¨¦ le dieron ayer el Premio Cervantes, y habl¨® del Quijote. Cont¨® que lo que le hab¨ªa ense?ado ese "caballero chiflado que no distingue entre apariencia y realidad" es que "las cosas no siempre son lo que parecen". Se refiri¨® a esa enorme lecci¨®n porque se acord¨® de lo que pasaba durante la dictadura franquista y, sobre todo, de c¨®mo desde los despachos oficiales, desde el cuartel y desde el p¨²lpito, se impuso como com¨²n una memoria "sojuzgada, esquilmada y manipulada".
"Las palabras viv¨ªan bajo sospecha", afirm¨® Mars¨¦, quien dijo que entonces hab¨ªa cosas que parec¨ªan no tener nombre, porque nadie las nombraba, y otras que se volvieron equ¨ªvocas y ya no era posible reconocerlas. El padre del escritor estuvo preso tras la guerra por "rojo separatista y republicano" y, de vuelta a casa, por instinto de protecci¨®n, se vio obligado a hacer una purga preventiva de los t¨ªtulos de la biblioteca familiar escritos en catal¨¢n.
Yo deb¨ªa de tener siete a?os", cont¨® Mars¨¦, y habl¨® de la hoguera en medio de un peque?o jard¨ªn y de los vecinos que acudieron con lo que pensaban que deb¨ªa desaparecer, tragado por las llamas. Ah¨ª se quemaron por descuido las haza?as del piloto Bill Barnes, El Aventurero del Aire, y eso provoc¨® un gran berrinche en ese ni?o que contemplaba "la ceniza fugaz de las palabras y las ilustraciones", y que ayer trat¨® de lo que alimenta su obra: tener una buena historia que contar y procurar contarla bien; cuidar la lengua con esmero, como ¨²nica convicci¨®n moral del escritor; persistir en la b¨²squeda de algo que tiene que ver con alguna forma de belleza.
Frente a las palabras oficiales que quiso imponer la dictadura, est¨¢n esas otras que se van juntando para atrapar la verdad del mundo y acercarse a la verdad de los sue?os. Y son ¨¦sas las que ha utilizado siempre Juan Mars¨¦. "No hay literatura sin memoria", coment¨® el escritor, que empez¨® trabajando en el taller de joyer¨ªa de su barrio y que no quiso, sin embargo, ejercer de "escritor obrero". "No me considero un intelectual, solamente un narrador", dijo tambi¨¦n ayer. Sus narraciones, su literatura entera, tienen mucho de eso: de memoria. De memoria que rescata la realidad y su recuerdo so?ado de las manos del poder.
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