"El Papa es un sabio"

F¨¦lix L¨®pez, vicario general del arzobispado de Valladolid, rechaza pronunciarse sobre el que ha sido durante siete a?os su jefe, Braulio Rodr¨ªguez Plaza. "Dado mi cargo, no puedo salir diciendo una banalidad, necesitar¨ªa unos d¨ªas", se disculpa. A Tom¨¢s Oliva, que fue secretario de Rodr¨ªguez en el obispado de Soria, s¨®lo se le ocurre mencionar "su memoria fotogr¨¢fica para recordar rostros y nombres". El propio arzobispo declina hablar de su persona. "No gasto tanto tiempo en definirme a m¨ª mismo: procuro dedicar mi tiempo a los dem¨¢s", responde por correo electr¨®nico a este peri¨®dico, en plena reuni¨®n plenaria de la Conferencia Episcopal. Tanta cautela tiene su explicaci¨®n. Braulio Rodr¨ªguez es, desde el 16 de abril, nuevo arzobispo de Toledo y primado de Espa?a. Un t¨ªtulo importante, al menos simb¨®licamente, que lleva aparejada de facto la p¨²rpura cardenalicia.

Braulio Rodr¨ªguez, nuevo arzobispo de Toledo y primado de Espa?a, pr¨®ximo al cardenal Rouco, ha forjado su carrera eclesi¨¢stica con discreci¨®n y obediencia a la c¨²pula jer¨¢rquica

"Me preocupa ser buen obispo, no si soy considerado conservador o progresista", dice el nuevo primado

Aunque los que conocen bien al arzobispo dan otra explicaci¨®n a su parquedad. "Es un hombre serio", reconoce Maribel Hern¨¢ndez, alcaldesa de Aldea del Fresno, donde naci¨® monse?or Rodr¨ªguez, "pero muy buena persona". Hern¨¢ndez le ha visto mil veces, siendo ya arzobispo, pasearse por Aldea. "Hace unos d¨ªas me lo encontr¨¦. Ven¨ªa con su hermana del circuito biosaludable que hemos instalado". Don Braulio es m¨¢s que una celebridad. "Porque artista o cantante lo puede ser cualquiera, pero cardenal, no". As¨ª que ya han encargado una placa nueva para la calle del que pronto ser¨¢ cardenal. En Aldea, con su soberbio paisaje de colinas verdes, muchos de los 2.600 habitantes son parientes del arzobispo, pero ninguno quiere hablar de ¨¦l. "Si lo tiene usted todo en Internet", argumenta su sobrina Raquel, que no quiere disgustar a su t¨ªo.

Alto y fuerte, aficionado al baloncesto, Braulio Rodr¨ªguez aparenta muchos menos de los 65 a?os que cumpli¨® el 27 de enero pasado. El contraste con su antecesor, el cardenal Antonio Ca?izares, es llamativo. Por m¨¢s que las relaciones entre ambos "han sido fraternas y de confianza", asegura. ?En qu¨¦ coinciden? "En tantas cosas que tienen en com¨²n los creyentes cat¨®licos; en este caso, obispos en di¨®cesis hermanas, y eso es much¨ªsimo". Puede ser. Pero todos los sectores consideran al nuevo titular de Toledo m¨¢s pr¨®ximo al cardenal Antonio Rouco, al que en una entrevista en 2003 calific¨® de "astuto". "Si dije eso del cardenal Rouco fue sin duda un elogio, pues es sin¨®nimo de sabidur¨ªa y perspicacia en hacer la voluntad de Dios". Con uno y otro le une, desde luego, la devoci¨®n por el actual Papa. "Es un hombre de Dios y un sabio que el Esp¨ªritu Santo ha puesto al frente de su pueblo", dice el prelado madrile?o.

Braulio Rodr¨ªguez, el s¨¦ptimo de nueve hermanos, hijo de agricultores humildes, se ha labrado una carrera eclesi¨¢stica importante con la m¨¢xima discreci¨®n. Sacerdote a los 28 a?os, doctor en Teolog¨ªa B¨ªblica, diplomado en Sagradas Escrituras en Jerusal¨¦n, fue nombrado obispo de Osma-Soria en 1987, con apenas 43 a?os, poco despu¨¦s de que el cardenal ?ngel Suqu¨ªa llegara a la di¨®cesis de Madrid. De Soria pas¨® a Salamanca, y de ah¨ª, a la archidi¨®cesis de Valladolid, antesala de su desembarco en Toledo. Un ascenso mete¨®rico que muchos atribuyen a su pertenencia al ¨¢rea conservadora del episcopado. "Ese tipo de planteamientos aparece en los ¨¢mbitos en los que se desconoce por completo a la Iglesia. Me preocupa ser buen obispo, no si soy considerado conservador o progresista", responde el aludido.

En Valladolid restableci¨® el buen nombre de la curia, jubilando a un ec¨®nomo salpicado por el esc¨¢ndalo de Gescartera y poniendo a un ex banquero en su puesto. Y no puede decirse que su voz, en dos d¨¦cadas de episcopado, haya sido de las m¨¢s estridentes. Como presidente de la subcomisi¨®n episcopal de matrimonio y familia, se encarg¨® de echar m¨¢s de un rapapolvo a los responsables de la programaci¨®n televisiva. Y su firma ha estado casi siempre al pie de documentos de condena episcopal ya fuera contra la p¨ªldora abortiva, la ley del aborto, Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa o el matrimonio gay. Aunque no acudi¨® a la gran marcha de 2005 para denunciar el proyecto de ley, lo calific¨® de "profundamente injusto". ?Ser¨¢ que la Iglesia no acaba de aceptar la p¨¦rdida de fieles y de influencia? "A nosotros nos preocupa que haya muchos cristianos, pero no hay angustia, ni buscamos posiciones relevantes en la sociedad espa?ola: somos la Iglesia cat¨®lica, eso es, universal", puntualiza. "De cualquier forma, es curioso que la Iglesia interese tanto en los medios. ?Ser¨¢ porque entre 8 y 10 millones de espa?oles sigan asistiendo a la misa dominical?".

En 2008, el arzobispo Rodr¨ªguez alz¨® la voz contra las campa?as en favor del uso del preservativo. Su ineficacia "no es una opini¨®n, es un dato", dice. Y sigue pensando "que el aborto como soluci¨®n o planteado como derecho de la mujer o el hombre a un embarazo no deseado es injusto y no es una soluci¨®n".

Aunque instalado ya en Valladolid, segu¨ªa siendo vicecanciller de la Universidad Pontifica de Salamanca. Uno de cuyos profesores, ?ngel Galindo, le define como "un aut¨¦ntico pastor, cercano, capaz de ponerse al nivel de la gente sencilla". Visit¨® parroquias, barrios marginales y, por supuesto, la c¨¢rcel de Topas. "Lo hacen todos los obispos", se?ala Emiliano de Tapia, capell¨¢n de la prisi¨®n. Aunque reconoce que Rodr¨ªguez le dej¨® trabajar en paz entre los marginados, lamenta la l¨ªnea oficialista que se ha impuesto en el nombramiento de obispos, en la que, a su juicio, encaja el madrile?o. "Ser¨ªa necesaria gente con otro talante, con otra forma de sentir la Iglesia", dice.

El nuevo primado de Espa?a es, desde luego, disciplinado y leal a la c¨²pula jer¨¢rquica. Una fidelidad que le ha dado alg¨²n disgusto. En junio de 1998, por ejemplo, estuvo a punto de ser agredido por un grupo de vecinos de Vitigudino. El obispo, en visita pastoral al pueblo, tuvo que refugiarse en un colegio de monjas para evitar la furia popular. ?Su pecado? Trasladar la fiesta del Corpus del jueves tradicional al domingo, siguiendo las ¨®rdenes de la CEE. De Valladolid se despide tambi¨¦n con una peque?a pol¨¦mica, bastante banal, en torno a la elecci¨®n del pregonero de Semana Santa. A veces, el elegido no ha sido del gusto del arzobispado. El alcalde, Francisco Javier Le¨®n de la Riva, del PP, quita hierro al tema. La relaci¨®n con el arzobispo "ha sido absolutamente cordial y fluida", dice. Pero, a?ade, "en 2005 aclaramos que la designaci¨®n del pregonero compete al alcalde una vez vista la propuesta de la Junta de Cofrad¨ªas de Semana Santa, al no ser un acto estrictamente religioso". Al menos, el primado de Espa?a tiene la satisfacci¨®n de ser profeta en su pueblo.