Mentiras desenterradas del Yak 42

En el mejor de los casos, dedicaron a identificar 30 cad¨¢veres carbonizados tres horas y 25 minutos, el tiempo que transcurri¨® desde que firmaron un documento diciendo que sab¨ªan que estaban sin reconocer hasta que los repatriaron desde Turqu¨ªa. Menos de siete minutos por cada cuerpo. Se equivocaron en todos. Confundieron a un negro con un blanco. Mezclaron restos de tres cuerpos en un solo f¨¦retro. Y seis a?os despu¨¦s, las familias de las v¨ªctimas del Yak-42 a¨²n no saben por qu¨¦.

El juicio por las identificaciones falsas de la mayor tragedia de las Fuerzas Armadas en tiempo de paz (62 muertos) no les ha servido, repiten, para aclarar esa parte fundamental y poder cerrar su duelo: por qu¨¦ aquellos militares hicieron las identificaciones tan deprisa; es decir, a qu¨¦ pol¨ªtico obedec¨ªan y con qu¨¦ prop¨®sito.

"Defensa me escribi¨® dici¨¦ndome que mi hijo muerto estar¨ªa 'avergonzado de m¨ª"

Dedicaron a los reconocimientos menos de siete minutos por cad¨¢ver

El fiscal de la Audiencia Nacional ha pedido cinco y cuatro a?os y medio de c¨¢rcel para los tres acusados, el general de Sanidad Vicente Navarro y los capitanes m¨¦dicos Ram¨ªrez y S¨¢ez por "inventarse" las identificaciones y falsear varios documentos oficiales. Pero insisti¨® en que "la decisi¨®n estaba tomada desde el primer momento". Y fueron los pol¨ªticos los que decidieron cancelar el env¨ªo de un equipo especializado de la Guardia Civil para tomar muestras de ADN; los que fijaron la fecha del funeral s¨®lo 60 horas despu¨¦s de la tragedia, cuando "no exist¨ªa la m¨¢s remota posibilidad de que los cuerpos estuvieran identificados", seg¨²n el fiscal. Y los que mintieron una y otra vez a las familias para ocultarles que hab¨ªan enterrado al hermano, al hijo, al padre de otro.

No se han sentado estos d¨ªas en el banquillo, pero muchas de las afirmaciones del entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, y su n¨²mero tres, Javier Jim¨¦nez-Ugarte, han quedado constatadas como mentiras en el juicio. ?stas son algunas de ellas.

- S¨ª sab¨ªan que no estaban identificados. Los forenses turcos, que hicieron correctamente todas las identificaciones, alarmados por las prisas de los militares espa?oles ("quer¨ªan salir de all¨ª cuanto antes. Dijeron que ten¨ªan prisa porque el jueves se celebraba un funeral", declar¨® uno de ellos en el juicio) les hicieron firmar, antes de irse, un acta en la que reconoc¨ªan que se llevaban cuerpos sin identificar y se compromet¨ªan a hacerlo en Espa?a. Se llevaron copia, seg¨²n indicaron los forenses turcos, pero el ministerio la ocult¨®. Cuando este diario public¨®, en marzo de 2004, el documento, Defensa aleg¨® que no lo ten¨ªa.

- S¨ª entendieron a los turcos. En el juicio, el general Navarro declar¨® que firm¨® el acta sin saber lo que firmaba, porque "estaba todo en turco". Pero el Consulado hab¨ªa enviado a un int¨¦rprete de espa?ol que tradujo el documento y firm¨®, como Navarro, el acta.

- El estado de los cuerpos no era bueno. Los espa?oles no consideraron necesario tomar muestras de ADN, que hubieran demorado la identificaci¨®n unos cuatro d¨ªas, seg¨²n los expertos. Tampoco enviaron a ning¨²n forense, y el bi¨®logo y el odont¨®logo que se desplazaron desde Espa?a ni siquiera llegaron a intervenir. "El estado de los restos era aceptable para su filiaci¨®n", afirm¨® Defensa. No era as¨ª. Del lugar del accidente se recogieron miembros amputados. El estado de los cuerpos provoc¨® que se clasificaran como dos cad¨¢veres lo que resultaron ser partes de uno solo.

- S¨ª exist¨ªan pruebas de ADN. Los forenses turcos explican en el acta que firman los militares espa?oles que los cuerpos "estaban destrozados" y que por ese motivo tomaron muestras gen¨¦ticas de todos para "realizar un estudio comparativo entre los an¨¢lisis de ADN de los cad¨¢veres y los de los familiares si se env¨ªan (desde Espa?a) en caso de que se soliciten".

Varias familias hab¨ªan preguntado por las muestras de ADN recogidas en Turqu¨ªa. Defensa, especialmente el general Navarro y el n¨²mero tres de Trillo, neg¨® siempre su existencia. "Jim¨¦nez- Ugarte lleg¨® a enviarme una carta dici¨¦ndome que mi hijo muerto se avergonzar¨ªa de mi comportamiento", recuerda Francisco, padre del sargento Francisco Cardona. Fueron esas muestras recogidas por los forenses turcos las que permitieron a los familiares averiguar el error, exhumar los restos que hab¨ªan enterrado y en no todos los casos (algunos hab¨ªan sido incinerados), devolv¨¦rselos a sus seres queridos.

- No identificaron los cuerpos por los uniformes y objetos personales. Defensa asegur¨® a las familias, y as¨ª lo repiti¨® Navarro en el juicio, que hab¨ªan identificado los cuerpos gracias a los uniformes militares (llevan cosido el nombre en el bolsillo), las placas identificativas y objetos personales como alianzas de boda. Pero no todos llevaban uniforme. "Mi hijo iba vestido de civil", recuerda Cardona, y cuando cinco meses despu¨¦s del accidente un grupo de familiares viaj¨® a Turqu¨ªa, un im¨¢n de la zona les entreg¨® las chapas met¨¢licas de dos v¨ªctimas que hab¨ªa recogido del lugar del siniestro. "Yo mismo encontr¨¦ en el suelo varios objetos, como la esfera de un reloj", recuerda Cardona.

- La justicia turca no impidi¨® devolver los objetos de las v¨ªctimas. Algunas familias pidieron abrir ata¨²des para ver a los suyos. Defensa se neg¨®. Despu¨¦s, reclamaron los objetos con los que supuestamente les hab¨ªan identificado. Y el Ministerio contest¨® que el juez turco hab¨ªa decidido que quedasen dentro de los f¨¦retros. "Pens¨¦ que se tratar¨ªa de alg¨²n rito musulm¨¢n", recuerda Carlos, padre del fallecido cabo Feliciano Vegas, "pero cuando le preguntamos a la abogada turca nos dijo que no exist¨ªa tal posibilidad. Cuando desenterramos los cuerpos, el de mi hijo no llevaba su alianza de boda".

Los nueve miembros del Ej¨¦rcito del Ala 31 que viajaban en el Yak iban de civil. Algunos de los objetos personales de las v¨ªctimas segu¨ªan meses despu¨¦s en el lugar del accidente. Y en el acta de la fiscal¨ªa turca se dejaba constancia de que, en al menos 14 cuerpos, no hab¨ªa "nada para identificar".

Lo ¨²ltimo que se escuch¨® en la sala antes de que el juez pronunciara el "visto para sentencia" fue una excusa, lo m¨¢s parecido a una disculpa que han recibido las familias de las v¨ªctimas del Yak-42: "Procuramos dulcificar las circunstancias de una muerte absolutamente indescriptible para que esas familias que ya han perdido al ser querido no sigan tortur¨¢ndose", aleg¨® Navarro en su ¨²ltimo turno de palabra. La tortura se ha prolongado ya seis a?os. Y contin¨²a.

"Estamos determinados a seguir emprendiendo acciones legales hasta que los pol¨ªticos que dieron las ¨®rdenes respondan por ello y se aclare todo lo que no se ha aclarado en el juicio", explic¨® Miguel ?ngel, hermano del fallecido sargento Jos¨¦ Manuel Sencianes y presidente de la Asociaci¨®n de Familias de las V¨ªctimas del Yak-42. "Porque nos va la vida en ello. La gente necesita dormir para poder vivir y yo no podr¨¦ dormir bien hasta que se le haga justicia a mi hermano".