Zarr¨ªas
Una vez puesta en marcha la maquinar¨ªa que propici¨® los importantes cambios llevados a cabo en Andaluc¨ªa, Manuel Chaves reconoc¨ªa en corto que le hab¨ªa impresionado el sentido de la lealtad que le hab¨ªan demostrado los suyos al seguirle en su nueva etapa como vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Pol¨ªtica Territorial.
Era consciente del sacrificio que asum¨ªan sus m¨¢s directos colaboradores al levantar casa y desplazarse a Madrid con lo que ello supone de trastorno en sus particulares planes de vida. Por eso, admit¨ªa, se sent¨ªa tremendamente agradecido por el paso que daban a pesar de los inconvenientes personales que ten¨ªan que afrontar. Al final, acomete su nueva responsabilidad con el equipo humano necesario para responder con garant¨ªas a los nuevos retos que le ha planteado Zapatero. Un detalle, en fin, de fidelidad que le ha dejado impresionado y que, a lo que se ve, est¨¢ dispuesto a corresponder como se merece.
En ese escenario se sit¨²a el hasta ahora n¨²mero dos de la Junta, Gaspar Zarr¨ªas figura por la que ha pasado todo lo que de trascendente ha podido suceder en nuestra tierra. Hay quien dice que en un momento dado, en su af¨¢n por lograr la continuidad en el gobierno andaluz de Francisco Vallejo, amenaz¨® con no irse a Madrid, y consecuentemente con ello, generar un conflicto interno de envergadura. Cuesta trabajo creer en este extremo, m¨¢xime en una persona que si algo ha demostrado a lo largo de este delicado proceso que acabamos de vivir es haber mantenido la cabeza fr¨ªa, lo suficiente como para considerar que, de inmediato, se ve¨ªa obligado a pasar p¨¢gina tras comprobar que los hechos se desencadenaron, precisamente, en sentido contrario al que ten¨ªa pensado.
Tambi¨¦n los hay que han querido ver en este episodio un enfrentamiento abierto entre el propio Zarr¨ªas y Pizarro, en otra ¨¦poca viejos amigos y estrechos colaboradores en la larga carrera que ambos emprendieron. Discrepancias, evidentemente las ha habido, conflicto, tambi¨¦n. Alguien manej¨® planos del submarino equivocados y eso les llev¨® al fracaso. Pero la vida da muchas vueltas y la pol¨ªtica m¨¢s todav¨ªa.
De ello son conscientes estos dos experimentados dirigentes. Por eso, cuando esta semana el jiennense se incorpore a su nueva tarea como secretario de Estado de Pol¨ªtica Territorial lo har¨¢ con la certeza de que ha prestado excelentes servicios a su tierra y a su partido e, igualmente, con el conocimiento de que en Andaluc¨ªa deja, a pesar de todo, amigos que saben de su capacidad de entrega y lucha por una sociedad mejor y m¨¢s justa. Es lo que nos queda.
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