Correa revalida triunfo
Reforzado pol¨ªticamente, el l¨ªder izquierdista ecuatoriano afronta una econom¨ªa en deterioro
En un pa¨ªs, Ecuador, donde ninguno de sus presidentes ha conseguido un segundo mandato consecutivo desde tiempos remotos, y donde lo habitual es que el jefe del Estado no acabe el primero, la reelecci¨®n de Rafael Correa en la primera vuelta marca un hito. El l¨ªder izquierdista ha ganado incontestablemente, con una gran ventaja sobre su m¨¢s directo rival, el ex presidente Lucio Guti¨¦rrez, y su partido, Alianza Pa¨ªs, podr¨ªa llegar a conseguir la mayor¨ªa absoluta parlamentaria. Las causas directas del ¨¦xito de Correa, dos a?os y medio despu¨¦s de su llegada al poder, est¨¢n en la progresiva disminuci¨®n de la pobreza en el pa¨ªs suramericano, la popularidad de sus pol¨ªticas entre amplias capas del electorado y lo fragmentario de la oposici¨®n.
La victoria de Correa, un antiestadounidense visceral formado parcialmente en Estados Unidos, est¨¢ en la onda de otros izquierdistas andinos, como el venezolano Ch¨¢vez y el boliviano Morales. Tambi¨¦n en el caso ecuatoriano viene enmarcada por una nueva Constituci¨®n, presidencialista y centralista, aprobada hace menos de medio a?o con casi el 75% de los votos. Correa se ha dotado con ella de las palancas pol¨ªticas y legales necesarias para llevar hasta 2013 lo que llama revoluci¨®n de los ciudadanos, versi¨®n ecuatoriana de otro eslogan, Socialismo del siglo XXI. Pero a diferencia de los populismos de Ch¨¢vez o Morales, y pese a compartir con ellos la animadversi¨®n por el papel regional de EE UU, el de Correa est¨¢ atemperado por su extracci¨®n social y su formaci¨®n econ¨®mica. El l¨ªder ecuatoriano abomina del neoliberalismo y es un gran gastador de dinero p¨²blico en programas sociales, pero es pragm¨¢tico pol¨ªticamente cuando la ocasi¨®n lo requiere. Incumple el pago de la deuda (3.000 millones de d¨®lares el a?o pasado), pero no nacionaliza de momento, pese a amenazar con ello.
La ca¨ªda en picado del precio del petr¨®leo y de las remesas de casi dos millones de emigrantes ecuatorianos por el mundo va a complicar mucho el panorama a Correa. Ecuador, una econom¨ªa dolarizada desde 1999, no goza del favor de los inversores internacionales. Su margen para hacer caja en las circunstancias actuales es reducido y se limita a instancias regionales, dada la inquina presidencial por el FMI o el Banco Mundial. Si las condiciones empeoran, el control econ¨®mico de Correa distar¨¢ de estar tan asegurado como el pol¨ªtico que acaba de revalidar.
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