El ¨²ltimo 'cowboy' de la familia
Si Justin hubiese sido un formidable contable o un destacado hombre de negocios, su padre se habr¨ªa llevado un buen disgusto. Aunque siempre podr¨ªa haber causado peores tormentos. "M¨¢s le hubiese molestado si perteneciera al Partido Republicano", a?ade entre risas. Es lo que sucede cuando eres el primog¨¦nito de Steve Earle, posiblemente el cowboy m¨¢s independiente, aguerrido y antirrepublicano de la escena folk de Estados Unidos. Pero lejos de convertirse en una preocupaci¨®n, Justin Townes Earle (Nashville, Estados Unidos, 1983) ha salido a su padre.
No es un calco pero se le parece mucho. Tanto que no le importa marcar a las claras y desde el principio un territorio compartido bajo su nombre art¨ªstico. Con los apellidos Townes Earle, Justin, 25 a?os, sintetiza sus influencias y las de su padre, que fue disc¨ªpulo aventajado del legendario Townes Van Zandt, del que adquiri¨® la inspiraci¨®n para ofrecer genuina m¨²sica americana. "Como mi padre, Townes Van Zandt es el verdadero motivo por el que quise escribir canciones. ?l, Woody Guthrie y Bruce Springsteen son las principales referencias que tengo", reconoce Justin en una conversaci¨®n por tel¨¦fono desde Nueva York.
"El orgullo de Nashville ha desaparecido. La mayor¨ªa no escriben canciones, s¨®lo buscan fama. Son impostores"
Seg¨²n las biograf¨ªas de ambos, el nombre de Townes tambi¨¦n resume la existencia m¨¢s excesiva de los varones Earle. Con tan s¨®lo 19 a?os, Steve conoci¨® en persona a Van Zandt en Houston y de su h¨¦roe personal tambi¨¦n aprendi¨® a vivir al l¨ªmite de las circunstancias, a caballo entre el alcohol, la hero¨ªna y el crack. Adicciones que tard¨® media vida en superar mientras intentaba sacar unos d¨®lares en garitos de Tejas, pasaba por la c¨¢rcel o grababa discos repletos de cicatrices y country rock arrollador. Y, al igual que su padre, Justin tambi¨¦n pas¨®, aunque m¨¢s fugazmente, su propia traves¨ªa del desierto: "Dej¨¦ de beber y probar cualquier droga hace cinco a?os, hasta que un d¨ªa un amigo me llev¨® al hospital". Fue el momento en que Justin abandon¨® las drogas, que, seg¨²n reconoce, le hab¨ªan impedido hasta entonces centrarse en la m¨²sica. Pero no fue el ¨²nico motivo por el que este chico de padres separados tard¨® en enfundarse una guitarra. "He pasado casi toda mi vida con mi madre m¨¢s que con mi padre. Y mi madre odia a los m¨²sicos (risas). No crec¨ª en un ambiente realmente muy musical, rodeado de guitarras o tocando canciones en el sal¨®n. Algunos amigos ten¨ªan una guitarra, pero yo no. Era mi padre el que las ten¨ªa pero se las llev¨® cuando yo ten¨ªa dos a?os. Y, desde entonces, supongo que mi madre no quiso saber nada de canciones en casa (risas)", explica.
Su vocaci¨®n ten¨ªa que llegar antes o despu¨¦s. Int¨¦rprete y compositor, en la l¨ªnea tradicional de songwriter americano, por la sangre de los Earle corre la m¨²sica. ?l y su padre no son los ¨²nicos que se dedican en cuerpo y alma a los aut¨¦nticos sonidos de ra¨ªces. La hermana peque?a de Steve y t¨ªa de Justin, Stacey Earle, es una de las m¨¢s l¨²cidas representantes estadounidenses del folk delicado y sincero. "Mi abuelo era m¨²sico y su hermano tocaba muy bien el piano, as¨ª que supongo que la m¨²sica era la mejor salida que ha habido en mi familia", cuenta el ¨²ltimo de los Earle en componer sus propios temas. Pero, puestos a tirar del hilo, hay m¨¢s nombres interesantes que salen al echar un vistazo al ¨¢lbum familiar. Stacey toca y canta con su marido, Mark Stuart, un veterano multiinstrumentista que ha estado a las ¨®rdenes del propio Steve y de otros grandes del g¨¦nero como Steve Forbert o el difunto Freddy Fender. Y desde hace unos a?os Steve gira e incluso compone alg¨²n tema con su actual pareja, Allison Moore, una de las voces m¨¢s finas de Nashville, aparte de ser hermana de la magn¨ªfica cantautora Shelby Lynne. En palabras de Justin, Moore es su segunda madre, "el ¨²ltimo ingrediente de la familia". Todo queda por tanto en casa.
De alguna manera, Justin, con ese gorro a lo Hank Williams, se presenta como una formidable consecuencia del legado a¨²n vivo de su padre, un m¨²sico que ha mordido tantas veces el polvo en su propio mundo de forajido como canciones humanas e intensas acostumbra a componer en su camino por el alambre. "Mi padre est¨¢ lleno de consejos. M¨¢s de los que te puedas imaginar. Da reglas y consejos sobre c¨®mo escribir una canci¨®n, la necesidad de leer libros y, sobre todo, siempre te recuerda que nada funciona si no lo dejas madurar dentro de ti", se?ala. Esa rigurosidad, propia de una tradici¨®n musical que se remonta a muchas d¨¦cadas atr¨¢s, en carreteras secundarias y caminos polvorientos, es la base misma de un car¨¢cter, un modelo art¨ªstico independiente con denominaci¨®n de origen, cada vez m¨¢s dif¨ªcil de encontrar en un mapa musical dominado por los imperativos comerciales y la galopante amnesia colectiva. Justin pone un ejemplo con uno de los pioneros: "S¨®lo tienes que preguntar a la gente qui¨¦n es Woody Guthrie. Es muy triste. Un hombre que significa lo que significa y no suelen situarlo. Es el verdadero campe¨®n de la m¨²sica americana. Creo que es una especie de fortuna si un d¨ªa puedes escuchar y sentir una canci¨®n como This land is your land. ?Y a muchos cuando les suena se creen que es un m¨²sico de Nueva York! Les dices que es de Oklahoma y te dicen: 'Es un jodido okie' (nombre con el que se conoc¨ªa a los habitantes de las Grandes Llanuras durante la ¨¦poca de la Gran Depresi¨®n)".
Siente la misma desaz¨®n cuando habla de Nashville, su ciudad natal. Desde hace muchos a?os, la cuna del country es una metr¨®poli jerarquizada, rendida al funcionamiento del negocio, pantomima de su gloriosa historia, donde es m¨¢s importante llevar un sombrero que tener algo que decir con el coraz¨®n y tres acordes. Como antes hicieron Johnny Cash o Willie Nelson, su padre fue uno de esos outlaws que jug¨® a ser bandido en pleno fuerte vaquero. "Nashville ha cambiado much¨ªsimo y nunca m¨¢s ser¨¢ como antes. Est¨¢ irreconocible y no es la ciudad donde crec¨ª. Antes viv¨ªan 200.000 personas y ahora viven un mill¨®n, est¨¢ llena de edificios. El orgullo de Nashville ha desaparecido. Creo que s¨®lo un grupo de personas muy reducido hicieron por mantener la esencia, entre ellas mi padre, pero el resto s¨®lo aspiraban a ser famosas. La mayor¨ªa no escriben canciones, s¨®lo buscan fama. Son impostores", se lamenta Justin.
La mitolog¨ªa popular y el respeto por las influencias descansan en su obra. No cae en el simple revival. As¨ª lo testifica en su reciente ¨¢lbum, Midnight at the movies, su segundo trabajo individual tras el brillante The good life. En ambos muestra un compendio de estilos tradicionales, que de forma sencilla e inteligente recorre ese pasado sonoro y vital desde el hillbilly candente de Ray Price hasta el alternative country m¨¢s moderno de Whiskeytown. "Escribo canci¨®n por canci¨®n, sin pensar en un sonido general para el disco. Creo que tengo muchas influencias, desde el blues hasta Chet Parker", asegura. Pero en la enciclopedia americana por fasc¨ªculos musicales, Justin Townes Earl se sit¨²a en una t¨ªmida escena contempor¨¢nea de fascinantes regeneradores del folk sure?o y de la East Coast con gente como The Felices Brothers y Old Crow Medice Show. De hecho, algunos miembros de esas bandas colaboran en su disco e incluso Justin suele girar a menudo con el multiinstrumentista Cory Younts de teloneros de los Felice Brothers en estrictos conciertos de hillbilly. "Ha crecido con un grupo de m¨²sicos alrededor muy bueno. Me siento muy orgulloso y feliz. Son muy buenos amigos y es magn¨ªfico que gente de mi edad o pr¨®ximos a ella se basen en las ra¨ªces de la m¨²sica americana", afirma.
M¨¢s que una sencilla p¨¢gina traspapelada, todos ellos, desde estos amigos a los miembros de su familia, son parte de la evoluci¨®n de una historia, la de la m¨²sica popular norteamericana, que se escribe cada d¨ªa m¨¢s en los m¨¢rgenes pero con grandes letras. Hay una canci¨®n paradigm¨¢tica al respecto en el nuevo ¨¢lbum de Justin. Se llama They killed John Henry. Hace referencia a John Henry, personaje de leyenda y protagonista de canciones, cuentos y novelas americanas por simbolizar el esfuerzo del hombre contra las desalmadas tecnolog¨ªas. Con sus manos y una maza, este h¨¦roe folcl¨®rico lucha hasta la muerte contra la m¨¢quina por clavar m¨¢s rieles en las v¨ªas del ferrocarril. Es una tarea humana ¨¦pica ante la devastadora fuerza de los tiempos. Justin lo explica: "Estaba buscando la forma de retratar a mi abuelo y su pasado. Siempre andaba cont¨¢ndome todas esas historias de John Henry y otros cuentos de h¨¦roes del pueblo americano. Y hay gente de la que hablo que ha intentado acabar con la figura de mi abuelo". Pero, a la vista de los resultados, no lo consiguieron. Y en la familia Earle hay una certeza: lo que no te mata, te hace m¨¢s fuerte.
Midnight at the movies. Justin Townes Earle. Bloodshot / Locomotive.
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