Proclamas machaconas
Si el Estado hubiera avanzado en el esp¨ªritu de la Constituci¨®n -que define a ¨¦ste como aconfesional- y no permaneciera en un eterno estado de transici¨®n, un ciudadano como yo -que ha apostatado, o al menos eso le han asegurado en el obispado de Zaragoza- no se ver¨ªa obligado a leer en la prensa nacional las proclamas de la jerarqu¨ªa cat¨®lica, que deber¨ªan ser exclusivamente para consumo interno.
Pero no. El Estado sigue con parte de su esencia secuestrada por la influencia de una Iglesia cat¨®lica financiada con aportaciones de todos los ciudadanos, no s¨®lo de los cat¨®licos. Mientras se ve incapaz de responsabilizarse de una ense?anza obligatoria igual para todos, echando mano de una escuela concertada que en muchos casos se niega a acatar las disposiciones de la Administraci¨®n, a la vez que ¨¦sta tiene que aceptar que pisen los derechos de los profesores de religi¨®n, que son despedidos por los obispos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.