La Scala de Menorca
Del 'bel canto' a la m¨²sica electr¨®nica, ruta para mel¨®manos por la isla balear
Menorca es una isla extraordinariamente musical y por dem¨¢s cantora, aunque mucha gente no lo sabe. Para arribar a ella, lo mejor es hacerlo en barco, una entrada fastuosa por el mayor puerto natural del Mediterr¨¢neo y el segundo m¨¢s grande del mundo, despu¨¦s de Pearl Harbour. Y para zambullirse en su pasi¨®n colectiva por todas las m¨²sicas, m¨¢s vale dejarse de tibiezas y lanzarse de cabeza y en ca¨ªda libre a una de sus sesiones de ¨®pera. Aunque se sea novato y hasta refractario al g¨¦nero, el bautismo es inolvidable.
El Teatro Principal de Mah¨®n es el teatro de ¨®pera vivo m¨¢s antiguo de Espa?a, un bomb¨®n decimon¨®nico que en 2009 cumple 180 a?os, en el que act¨²an primeras voces y grandes compa?¨ªas internacionales. Construido a la italiana y recientemente restaurado, sus terciopelos rojos, sus telones isabelinos y sus palcos dorados lucen impecables. Con un aforo de 847 localidades, se llena a rebosar. Entre el p¨²blico abundan los que tienen entre 30 y 40 a?os, y llama la atenci¨®n la presencia de una decena de ni?os enganchados al espect¨¢culo.
Cada a?o hacen dos temporadas de tres sesiones cada una, al final de la primavera y a mediados de diciembre. Para celebrar su aniversario, los pr¨®ximos 31 de mayo y 2 y 4 de junio se ha programado Tosca, de Puccini, interpretada por el bar¨ªtono menorqu¨ªn Juan Pons, que es un fijo del Metropolitan de Nueva York y otros grandes escenarios. ?pera, isla, Mediterr¨¢neo, para el que viene de fuera la conexi¨®n con Sicilia y la famosa escena de El padrino en la que Michael Corleone cae tiroteado en la escalinata del coliseo de Palermo es autom¨¢tica. Y tambi¨¦n con El gatopardo, la m¨ªtica novela de Lampedusa que llev¨® al cine Visconti.
El presidente de la Asociaci¨®n de Amigos de la ?pera de Mah¨®n, Josep Maria Quintana, explica que "las primeras ¨®peras vinieron de las islas brit¨¢nicas en la primera mitad del siglo XVIII, y la afici¨®n cundi¨® r¨¢pidamente entre los mahoneses aunque el actual coliseo no se construy¨® hasta 1829, cuando ya Menorca hab¨ªa pasado a ser espa?ola definitivamente, tras haber sido brit¨¢nica y francesa en distintos periodos". Y no es de extra?ar esta afinidad con el bel canto, porque la propia ciudad es como una escenograf¨ªa de aquella ¨¦poca que se mantiene tan viva y en uso como su teatro.
Casi dos siglos despu¨¦s, el gusto de los menorquines por la m¨²sica no se limita ni se sacia con la l¨ªrica. Al terminar la representaci¨®n, muchos van directamente al Ars Caf¨¦. Una cava con sesiones de jazz de alta calidad, en un ambiente tan moderno e informal como conocedor y respetuoso, donde se comparte mesa corrida y combinados de ginebra. Luego lo propio es bajar al puerto por una empinada escalinata y recaer en Akelarre, jazz y dance club que cierra de madrugada.
Fuera de este trayecto urbano, ir a Cala Corb para cantar en Es Cau (la madriguera) es un rito t¨ªpico. En esa cueva, Curro es el rey. Bajito, menudo e incombustible, parece un hombre a una guitarra pegado. A su comp¨¢s se arrancan los espont¨¢neos. Todos afinan, menos Curro, y algunos derrochan facultades en canciones de amor y nostalgia. Muchos viven fuera de su peque?a isla y parece que la a?oran como una infancia.
Larga es la noche para los mel¨®manos y culmina en la Cova d'en Xoroi, tras subir sus 130 escalones tallados en el acantilado. Una gruta con m¨²sica ambient y dj's famosos, donde concurre la gente m¨¢s fresca y variopinta. Desde sus terrazas se contempla la puesta del sol y cada d¨ªa hay un fiest¨®n dedicado a un estilo de m¨²sica diferente, que se remata ba?¨¢ndose en el mar cuando amanece.
Bartolom¨¦, el organista
En Menorca (80.000 habitantes) hay conservatorio, orquesta de c¨¢mara y orfe¨®n, proliferan los festivales y las escuelas de m¨²sica, muchos pueblos tienen sus corales y lo normal es participar en algo o mucho de todo eso. Construida como un teatro con una gran galer¨ªa de palcos, la parroquia de Santa Mar¨ªa, en el centro de Mah¨®n, tiene un ¨®rgano barroco y rom¨¢ntico que es un tesoro. Y para que todo el mundo pueda disfrutarlo, este templo es uno de los pocos lugares de Europa donde se da un concierto diario, menos los domingos, de abril a junio, ambos inclusive. Con 51 registros, 3.210 tubos y 4 teclados, es como un edificio y asombra que el organista Bartolom¨¦ Llompart, de 70 a?os y menudo como un soplo, pueda gobernarlo solo. Despu¨¦s de interpretar varias piezas con mucha inspiraci¨®n y una calidad sonora impresionante, declara como si tal cosa: "Es un instrumento tan complejo que en cierto sentido hace las veces de una orquesta. Todos los grandes organistas del mundo quieren tocar aqu¨ª".
Nito Mercadal tiene una productora de actividades musicales y ha sido cantante l¨ªrico hasta hace nada. Profesor de autoescuela, conduce un programa de radio muy popular que se llama L'¨®pera (SER). Intenta resumir el panorama menorqu¨ªn actual citando voces como Sim¨®n Orfila o Mar¨ªa Camps e instrumentistas como Assumpta Pons, viol¨ªn de la orquesta de RTVE, o Juanjo Mercadal, clarinete solista del Liceo de Barcelona. Pero la n¨®mina no cabe, en un momento ha mencionado por lo menos una decena de artistas.
Adem¨¢s de profesor en Ciudadela, Ignasi Mascar¨® es presidente de Jazz Obert, asociaci¨®n que promueve el Festival Internacional de Jazz, que invade la isla en primavera con jazz en la calle, conciertos y mucho talento. "Hay una verdadera explosi¨®n musical, que proviene de una sociedad menestral que se divert¨ªa cantando en meriendas y fiestas familiares. Ahora esa tradici¨®n revive con una generaci¨®n bien formada tanto en cl¨¢sica como en electr¨®nica".
Cerca del precioso puerto natural de Sanitja, el pescador de langostas Paco Roberto estudia m¨²sica y canta en un coro. Durante sus largas horas de pesca en solitario, lanza la voz al viento y escucha la m¨²sica del mar: "Cuando las cosas van bien, suena como una cantata de Bach. Hay un impasse, que es como la marcha f¨²nebre de Beethoven, muy sosegante". "Bueno, es indescriptible", claudica, incapaz de resumir el mutante repertorio que orquesta el Mediterr¨¢neo.
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Gu¨ªa
M¨²sica en vivo
? Teatre Principal (971 35 56 03; www.teatremao.com). Mah¨®n. Entradas: www.servicaixa.com y 902 33 22 11, a la venta el 15 de mayo. Precios, de 18 a 120 euros.
? XI Festival Internacional de Jazz (www.jazzobert.com). Ciudadela. Del 10 de abril al 5 de junio de 2009.
? Juventudes musicales: conciertos y actividades todo el a?o, Festival d'Estiu en julio y agosto (www.menorcaweb.com y www.jjmmciutadella.com).
? Ars Caf¨¦ (971 35 18 79; www.arscafe.info). Plaza del Pr¨ªncipe, 12. Mah¨®n.
? Akelarre (971 36 85 20). Moll de Ponent, 41-43. Mah¨®n.
? Cova d'en Xoroi (971 37 72 36; www.covadenxoroi.com). Cala en Porter. Alaior.
? Es Cau. En Cala Corb (Es Castell).
Hoteles y ¨®pera
? En Mah¨®n, el elenco y los m¨²sicos se alojan en el
Hotel Capri (San Esteban, 8; 971 36 14 00) y en el Hotel Port Mah¨®n (avenida Port de Ma¨®, s/n; 971 36 26 00). Adem¨¢s, Casa Albert¨ª
(Isabel II, 9; 971 35 42 10; www.casalberti.com) en una mansi¨®n del XVIII. Otros divos, directores de escena, etc., prefieren Sant Joan de Binissaida (Cam¨ª de Binissaida, 108; 971 35 55 98; www.binissaida.com), en una finca cerca del mar en Es Castell. Alojamiento m¨¢s entrada para Tosca cuesta 180 euros por persona y noche (noches adicionales, desde 50 euros).
Informaci¨®n
? Oficina de Turismo de Menorca (902 92 90 15; www.menorca.es).
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