Cuatro lecciones de Xavi
El jugador de Terrasa impone el estilo azulgrana, reparte regalos entre sus compa?eros y empeque?ece a los medios madridistas
Xavi marca el estilo del Bar?a de la misma manera que Lass lo ha marcado en el Madrid. Esa es su abismal diferencia. Agigantada ayer cuando el mejor jugador de la pasada Eurocopa despleg¨® su enorme repertorio y empeque?eci¨® a todos sus rivales en el centro del campo. Xavi, de 29 a?os, dio ayer cuatro pases de gol y ya son 16 los que ha concecido en toda la Liga.
? Xavi. Dict¨® una lecci¨®n sobre c¨®mo y para qu¨¦ hay que dejar correr el bal¨®n. Y otra sobre el control orientado. A todos sus recursos habituales a?adi¨® otro: la presi¨®n justa sobre el cogote del contrario para robarle el bal¨®n. As¨ª le quit¨® la pelota a Lass antes de entregarle el cuero a Messi para que marcara el tercer gol. Antes, ya de falta, le hab¨ªa servido templado a Puyol el segundo tanto azulgrana. Xavi, de paso, puso en evidencia las cualidades defensivas de Lass. No contento con eso, Xavi mat¨® el encuentro cuando sirvi¨® a Henry el cuarto azulgrana. Ni siquiera as¨ª se sinti¨® satisfecho. Y le concedi¨® otro regalo a Messi, su gran beneficiado anoche en Chamart¨ªn.
? Casillas. Poco que reprocharle pese a la goleada. Siete paradas de m¨¦rito en la primera parte lo convirtieron en el mejor de su equipo. Fue acribillado por los delanteros de Guardiola, que le remataron desde todos los rincones, con toda la comodidad.
? Messi. Se estren¨® como goleador en el Bernab¨¦u. Guardiola le alej¨® de la banda para que se midiera las veces que pudiera a los dos centrales madridistas, Cannavaro y Metzelder. Los masacr¨®. No solamente a ellos, sino tambi¨¦n a los dos mediocentros, puesto que Messi se dejaba caer al medio del campo para arrancar. Messi acapar¨® el bal¨®n junto a Xavi, con breves conexiones con Henry. De una de ellas, el pase picado de Messi dej¨® solo a Henry ante Casillas, en el primer gol azulgrana. Henry est¨¢ en gran forma como demostr¨® en cada mano a mano con Ramos. En la segunda parte, el franc¨¦s le tir¨® un humillante sombrerito a su marcador. Las molestias en la rodilla derecha no le impidieron marcar su segundo gol. Y evocar sus mejores a?os en el Arsenal.
? Piqu¨¦. En medio de grandes errores defensivos, Piqu¨¦ se levant¨® imperial sobre todos sus compa?eros en la zaga, tanto los azulgraba como los blancos. A sus 22 a?os, el central catal¨¢n ha adquirido una madurez impropia para un defensa. Va sumando muescas a la velocidad de la luz: primero conquist¨® la titularidad en el Bar?a, despu¨¦s se gan¨® un hueco en la selecci¨®n, a continuaci¨®n se hizo imprescindible en la selecci¨®n de Del Bosque, y ayer se doctor¨® en el Bernab¨¦u.
? Robben. Arranc¨® como un tiro, convencido de que iba a romper a Abidal por el extremo. Lo logr¨® en el primer cuarto de hora, cuando el Madrid hizo sangre del escaso ritmo de Abidal. Las broncas de Guardiola al lateral izquierdo franc¨¦s surtieron efecto y Robben ya no tuvo el camino tan despejado. Aunque le dio tiempo para meter, a pie cambiado, el pase de falta que remat¨® Ramos.
? Ramos. Tan desastroso en defensa como exuberante en ataque. Cerr¨® mal su banda, casi siempre superado por Henry, pero fue un pu?al al ataque. De ah¨ª que fuera despedido por la hinchada entre pitos y aplausos. Le centr¨® a Higuain el tanto que adelantaba al Madrid. Y cabece¨® a gol casi desde dentro de la porter¨ªa el pase de Robben.
? Eto'o y Ra¨²l. Desaparecidos. El camerun¨¦s empez¨® de extremo derecho y, por ah¨ª, pod¨ªa excusar su escasa participaci¨®n. Despu¨¦s ya pis¨® m¨¢s zonas centrales, pero sigui¨® igual de desconectado. Lo mismo que Ra¨²l, que ven¨ªa de exhibirse en el Pizju¨¢n. Y que ayer pas¨® de puntillas por el gran cl¨¢sico.
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