Pasi¨®n futbolera desde ?frica
Inmigrantes de la ONG Equus Zebra han creado un equipo y buscan patrocinio para federarse - La mayor¨ªa de los jugadores no tienen papeles
Son las cinco y cuarto de la tarde y todav¨ªa no han llegado ni la mitad. Hab¨ªan quedado una hora antes para coger el bus que los llevar¨ªa hasta el campo. "Es que ¨¦stos van por horario africano", explica entre risas Samba, jugador y entrenador al mismo tiempo. Este senegal¨¦s de sonrisa permanente -como casi todos- es el encargado de coordinar un equipo de f¨²tbol formado por inmigrantes africanos. Los jugadores tienen muchas cosas en com¨²n: casi todos son senegaleses, han llegado a Espa?a en patera y acudieron en busca de apoyo a la ONG coru?esa Equus Zebra. La mayor¨ªa rondan los veinte a?os. No tienen papeles y se dedican a la venta ambulante de ced¨¦s y pulseras. Pero hay algo que los une por encima de todo: su pasi¨®n por el f¨²tbol.
"Corremos mucho porque no comemos cerdo", bromea el 'm¨ªster'
El ex guardameta del D¨¦por Jacques Songo'o es padrino del equipo
Cada dos viernes, el equipo se entrena jugando un partido en el colegio Maristas. Sus adversarios son chavales de primero de bachillerato que colaboran como voluntarios en la ONG. Hoy, excepcionalmente, la asociaci¨®n ha conseguido dinero para alquilar un minib¨²s. Pero no es lo normal. "Casi siempre viajan en bus urbano y eso es un problema, porque la polic¨ªa se mosquea al ver tantos inmigrantes juntos", asegura Marisa, secretaria de la asociaci¨®n y responsable del equipo. Cuando por fin se re¨²nen los quince jugadores, Samba encuentra una explicaci¨®n m¨¢s formal para el retraso. "Es que hoy es viernes, y muchos estaban rezando en la mezquita".
Arranca el autob¨²s. El viaje de ida se convierte en una mezcla de lenguas en la que predomina el wolof, idioma oficial de Senegal. Cuatro chicos de Costa de Marfil, Nigeria, Ghana y Camer¨²n charlan en ingl¨¦s. Para hablar con el resto, utilizan el franc¨¦s. Pero lo que m¨¢s se escucha es una frase en espa?ol con marcado acento gallego: "Vamos a ganar el partido". Ya en el campo, el equipo contrario lleva m¨¢s de una hora esperando. Los chavales del colegio est¨¢n impacientes por empezar a jugar. Los acompa?a Marina Ocampo, su profesora de ingl¨¦s y religi¨®n. "Para ellos es una experiencia positiva, est¨¢n muy comprometidos", asegura, "y adem¨¢s les sirve como entrenamiento porque los otros son mayores que ellos". Y tan mayores. Cuando los de Equus Zebra saltan al campo las diferencias saltan a la vista: el m¨¢s bajo de ellos le saca dos cabezas a todos los de Maristas.
El ¨¢rbitro -que es a la vez profesor de biolog¨ªa en el colegio- pita el inicio del partido. "?Vamos Equus!", grita Samba desde la banda. Entre orden y orden, el m¨ªster explica su proyecto deportivo: "Estamos intentando federarnos en alguna liga, pero es muy complicado". El problema no son los papeles. "En Tercera Regional, por ejemplo, s¨®lo piden un pasaporte, y casi todos lo tienen". La falta de dinero es el obst¨¢culo principal. En eso coincide con V¨ªctor Omgb¨¢, presidente de la ONG: "Estamos buscando alguna empresa que nos quiera patrocinar. No necesitamos que nos den un presupuesto, nos llega con que cada uno aporte lo que pueda: uno un autob¨²s, otro las camisetas...". Uno de los principales apoyos con los que cuentan es el de un rostro conocido del deporte coru?¨¦s: el padrino del equipo es Jacques Songo'o, ex-portero del Deportivo y vicepresidente de Equus.
El ritmo del partido es intenso. Entre todos los jugadores destaca Ibrahim, un senegal¨¦s de 22 a?os que lleg¨® a A Coru?a en 2007. Como casi todos, viaj¨® en patera. En su caso fueron tres d¨ªas de dura traves¨ªa. Y el f¨²tbol le sirvi¨® para adaptarse a su nueva ciudad. Hasta hace poco jugaba en el Atocha, un equipo de Tercera Regional. Pero lo tuvo que dejar. "No me pagaban nada y yo necesito dinero para vivir", explica.
En el descanso el resultado es muy ajustado: los inmigrantes ganan 3-2. Pero en la segunda parte la ventaja se hace m¨¢s evidente. Los chavales de Maristas est¨¢n cansados y los de Equus Zebra son incombustibles. "Corremos mucho porque no comemos cerdo", bromea Samba. Llueven los goles hasta alcanzar el 8-3 final. Y decir que el resultado es lo de menos no vale para este partido. Ellos vinieron a ganar e hicieron todo para conseguirlo. Eso s¨ª, jugaron con deportividad y derrocharon alegr¨ªa: el f¨²tbol les ayuda a sobrellevar una situaci¨®n vital complicada. Tras el pitido final, los chicos se suben al minib¨²s y el m¨ªster hace balance: "Un partidazo", concluye. En la ¨²ltima parada llegan las despedidas. Ahora s¨®lo les queda esperar a que llegue el pr¨®ximo partido. Porque para ellos la tarde del viernes es, sin duda, la mejor de la semana.
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