Otro ritmo para el BCE
Al habitual inter¨¦s que despiertan las reuniones del BCE se une la pr¨®xima semana una expectaci¨®n adicional derivada de los pr¨®ximos pasos que debe seguir la pol¨ªtica monetaria una vez que, como parece probable, se anuncie que el recorrido de bajada de los tipos de inter¨¦s se ha agotado. Llegado a este punto, el primer recurso para intensificar el est¨ªmulo monetario sobre la econom¨ªa es establecer un compromiso expl¨ªcito de mantener los tipos de inter¨¦s en niveles m¨ªnimos durante un periodo de tiempo prolongado. De esta forma se activar¨ªa un canal de expectativas para anclar los tipos de inter¨¦s de largo plazo en niveles bajos, como han hecho la Reserva Federal de Estados Unidos y m¨¢s recientemente el Banco de Canad¨¢.
Pero se puede ir m¨¢s lejos y adentrarse en el terreno de lo que se denominan medidas no convencionales, como est¨¢n haciendo un buen n¨²mero de bancos centrales, y que fundamentalmente consisten en que las autoridades monetarias expandan su balance mediante la adquisici¨®n en firme de activos en los mercados financieros. De esta forma se inyecta directamente liquidez en la econom¨ªa, obviando la intermediaci¨®n del sistema financiero, y se reducen sus costes de financiaci¨®n.
Frente a las medidas ya adoptadas en otras econom¨ªas, el BCE est¨¢ reaccionando de forma lenta para hacer frente a las condiciones econ¨®micas y financieras actuales. En Europa, basta considerar el significativo deterioro c¨ªclico y la ausencia de presiones inflacionistas para que una regla monetaria muestre que los tipos de inter¨¦s oficiales deber¨ªan situarse en zona negativa. Este resultado es ya un buen indicador de la necesidad de avanzar hacia medidas monetarias no convencionales. Pero adicionalmente, el grado de restricci¨®n financiera de la econom¨ªa europea ha aumentado de forma importante y se sit¨²a en m¨¢ximos de los ¨²ltimos quince a?os. Los indicadores de tensi¨®n financiera se mantienen estables desde el oto?o del a?o pasado, en niveles que multiplican por seis los existentes al comienzo de la crisis, reflejando claramente el aumento del coste y del riesgo en los mercados financieros.
Todo lo anterior apunta a que la autoridad monetaria deber¨ªa cambiar de ritmo y avanzar decididamente hacia un mayor grado de est¨ªmulo monetario. El pr¨®ximo jueves disponen de una buena ocasi¨®n para empezar a dar se?ales en este sentido.
Parece claro que los tipos de inter¨¦s se reducir¨¢n hasta nuevos m¨ªnimos, pero un cambio decisivo ser¨ªa anunciar que se van a mantener estables en niveles m¨ªnimos durante un periodo de tiempo significativo. El siguiente paso, comprar directamente activos, va a tomar probablemente algo m¨¢s de tiempo y va a ser m¨¢s complejo de implementar en un ¨¢rea integrada por un conjunto de pa¨ªses con mercados financieros que no son completamente homog¨¦neos. Pero es, sin duda, el camino a seguir.
Mayte Ledo es economista jefe de Escenarios Econ¨®micos y Financieros del Servicio de Estudios de BBVA.
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