Herm¨¦ticos y distantes

Si Madrid se llamara Villar del R¨ªo, lo de ayer se hubiera parecido mucho a Bienvenido, Mr. Marshall. Banderolas, globos y dem¨¢s adornos para recibir a los que tienen la llave de la ilusi¨®n de una ciudad. Durante toda la jornada, en uno de los d¨ªas clave de la visita del COI a Madrid, los miembros de la Comisi¨®n de Evaluaci¨®n pudieron pasear, ver y pisar las instalaciones ol¨ªmpicas de Madrid'16. La noticia del d¨ªa se produjo al final de la tarde. Ni un solo jugador del Real Madrid, en cuyo estadio terminaba la visita, se present¨® en el Bernab¨¦u para recibir al COI. Plant¨®n gal¨¢ctico que molest¨® internamente a Madrid'16, aunque luego el vicealcalde, Manuel Cobo, dijese que est¨¢n encantados con el club.

"El franc¨¦s ha dicho que Madrid est¨¢ de sobra preparada", afirm¨® Pirri

A las ocho de la ma?ana se puso en marcha la caravana. La prensa siempre por delante. Los miembros de la comisi¨®n, media hora m¨¢s tarde en cada instalaci¨®n. Los medios de comunicaci¨®n no tuvieron ning¨²n contacto con ellos. Seg¨²n explic¨® la candidatura, el COI proh¨ªbe este extremo. Al menos, tuvieron suerte y el tr¨¢fico fue indulgente para llegar hasta la Peineta.

En el futuro estadio ol¨ªmpico, que de momento ser¨¢ el campo del Atl¨¦tico de Madrid, les esperaban el presidente del club rojiblanco, Enrique Cerezo, su director general, Miguel ?ngel Gil Mar¨ªn, y los jugadores Kun Ag¨¹ero, Maxi L¨®pez y Diego Forl¨¢n. El estadio no est¨¢ para muchas florituras. La mitad de las gradas est¨¢n cubiertas por matorrales y el resto en estado de semiabandono. Pero para eso est¨¢ el convenio con el Atl¨¦tico, que lo remodelar¨¢ para convertirlo en su feudo.

La comisi¨®n, como durante todo el d¨ªa, lleg¨®, atendi¨® a las explicaciones del alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y del resto de miembros, y se march¨®. Todo bajo unas medidas de seguridad impresionantes, con dos helic¨®pteros de la polic¨ªa y escoltas motorizados. Un despliegue que hizo pensar si una visita as¨ª no ser¨ªa m¨¢s pr¨¢ctica en secreto. Un hermetismo desproporcionado mantuvo a la comisi¨®n a m¨¢s de 50 metros de los periodistas. Ni un saludo. Todo para realizar un informe que ni es vinculante ni parece que tenga mucho valor. S¨®lo hay que acordarse de Londres, que qued¨® ¨²ltima en el examen y se llev¨® los Juegos. "Se trata m¨¢s de no cometer errores y no perder puntos que de ganarlos", admit¨ªan fuentes cercanas a la candidatura.

Tras el estadio, vieron las obras del futuro centro acu¨¢tico. Pusieron rumbo despu¨¦s al complejo de Ifema, otra de las instalaciones que ya est¨¢n construidas y que avalan la baja inversi¨®n que requerir¨¢ Madrid si logra los Juegos. Con el sol apretando, en mangas de camisa, la comisi¨®n entraba y sal¨ªa de los pabellones. La prensa, de pie y detr¨¢s de una cinta que imped¨ªa el paso, por si alguno quer¨ªa abrazar a alg¨²n miembro, esper¨®. Esta vez, la presidenta, Nawal el Moutawakel, tuvo el detalle de saludar. Aunque algunos, luego, quisieron ver en su gesto la mano del logo.

A las puertas de Ifema, el medallista de bronce en esgrima, Jos¨¦ Luis Abajo, Pirri, desvel¨® alg¨²n cotilleo. "Est¨¢n encantados. El franc¨¦s ha dicho que Madrid est¨¢ de sobra preparada para organizar los Juegos". Pues uno menos por convencer. Y ya van dos con el chino, que ayer felicit¨® a la hija de la consejera delegada de Madrid'16, Mercedes Coghen, por sus palabras en mandar¨ªn.Despu¨¦s lleg¨® la Caja M¨¢gica. Y eso s¨ª que fue presumir. Porque la infraestructura, reci¨¦n inaugurada, es la joya de la corona de la candidatura. La tenista francesa Am¨¦lie Mauresmo se entrenaba en ese momento en una de las pistas. Los miembros de la comisi¨®n se acercaron a saludarla y, luego, otra vez, se marcharon. La prensa se qued¨® para torturarse con un v¨ªdeo de la ¨²ltima final de Roland Garros. Nadal la gan¨® ayer en la pantalla, al menos, 23 veces seguidas.

La comida de ayer fue m¨¢s austera. La de los comisionados, claro. Dos men¨²s: continental y ¨¢rabe (para El Moutawakel). Ensalada, suprema de merluza y dados de solomillo y pastelitos variados. Para ella, cusc¨²s de pollo, cebollita caramelizada y pasas, y pescado picante al horno.

Por la tarde la visita se bifurc¨®. Unos al Madrid Arena (sede de balonmano) y otros al Club de Campo (sede de pentatl¨®n y tiro con arco). En el primero, centenares de ni?os esperaban a la comisi¨®n. Pero ellos siguieron la rutina. Se sentaron cinco minutos, sonrieron y se fueron. En el Club de Campo estuvieron m¨¢s sueltos, y Alexander Popov pidi¨® parar el autob¨²s para jugar al hockey con la campeona ol¨ªmpica y consejera delegada de Madrid 16, Mercedes Coghen.

En el Palacio de Deportes, donde decenas de ni?os se zurraban en un torneo de taekwondo, hubo dos an¨¦cdotas. Primero: m¨¢s comida. Durante todo el d¨ªa, la candidatura ceb¨® a la prensa con bollitos, bocadillos y hasta minitorrijas. No hab¨ªa informaci¨®n, pero no faltaba la reposter¨ªa. Y segundo: los reporteros tuvieron que usar prism¨¢ticos para ver a la comisi¨®n en el Palacio de Deportes. Una imagen, esta ¨²ltima, ilustrativa de lo que fue el trabajo period¨ªstico de la jornada. Todo desde lejos. Se mira, pero no se toca.

Y el colof¨®n lleg¨® en el Bernab¨¦u. Pese al desplante de los jugadores, la comisi¨®n, y especialmente Manuel Cobo y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, lo pasaron como ni?os. Saltaron al campo, chutaron penaltis y se enfundaron la camiseta del Madrid.

Una jornada, al final, que dej¨® buenas sensaciones. Cobo, Coghen y Gallard¨®n (a ¨¦ste se le ve¨ªa en la cara) estaban plet¨®ricos. Todo sali¨® seg¨²n lo previsto. Que es mucho en estos casos.