Hace un mill¨®n de a?os en La Pedrera

En la penumbra, en el espacio circular con forma de cueva, el visitante se siente como el viajero del tiempo de H. G. Wells. La habitaci¨®n toda parece girar y retroceder al remoto pleistoceno cuando uno se sumerge en la contemplaci¨®n de las cinco piezas que se exhiben en la peque?a y subterr¨¢nea sala Gaud¨ª de La Pedrera. Produce v¨¦rtigo asomarse a esos asombrosos fragmentos de humanidad, cinco de los f¨®siles m¨¢s famosos hallados en las excavaciones de Atapuerca, hitos de la historia de la investigaci¨®n de nuestros or¨ªgenes.

Se muestran, por primera vez en Espa?a (agrupados bajo el t¨ªtulo Tesoros de Atapuerca, hasta el 28 de junio, acceso gratuito), la falange de la Sima del Elefante, de 1,3 millones de a?os; los fragmentos craneales y el maxilar del Ni?o de la Gran Dolina (800.000 a?os), el poderoso Cr¨¢neo 5, la famosa pelvis Elvis y la bifaz de piedra Excalibur (los tres procedentes de la Sima de los Huesos y de 500.000 a?os de antig¨¹edad).

Los investigadores vaticinan "una org¨ªa de f¨®siles" en los pr¨®ximos a?os

La presentaci¨®n es austera, no hace falta, en realidad, m¨¢s que la mera presencia de esos testimonios escalofriantes para sumergirse en una experiencia irrepetible. Excalibur, el hacha de piedra de mano, de bell¨ªsima cuarcita marr¨®n y roja, y muy afilada, se alza suspendida en el aire como el gran misterio de Atapuerca. Es la ¨²nica herramienta l¨ªtica hallada en la Sima de los Huesos, entre los restos de 28 individuos, y los investigadores creen que se trata de una ofrenda lanzada ritualmente, con lo que la fosa ser¨ªa el santuario m¨¢s antiguo de la humanidad. De un color terroso que la imaginaci¨®n vira a sanguinolento, el trozo de cr¨¢neo de homo antecessor del Ni?o de la Gran Dolina se muestra como resto de la v¨ªctima del primer acto de canibalismo conocido (imposible no concentrarse en buscar las marcas de descarnamiento en el hueso pelado). La min¨²scula falange tambi¨¦n atribuida a h. antecessor evidencia nuestra propia fragilidad y peque?ez y, sin embargo, a la vez, el tes¨®n con el que los restos humanos se enfrentan a la implacable geolog¨ªa. El Cr¨¢neo 5, Miguel¨®n, el m¨¢s completo de todo el registro f¨®sil mundial, es de un blanco fantasmag¨®rico y tan contundente que asusta. Presenta un golpe tremendo que le caus¨® al individuo (un homo heidelbergensis, un preneandertal) la p¨¦rdida de un diente. Por ¨²ltimo, la pelvis Elvis se exhibe desmontada y con sus partes reposando sobre bloques de espuma como un rifle; prueba que los heidelbergensis eran m¨¢s fuertes y robustos que nosotros, y sus partos m¨¢s f¨¢ciles. La imagen reconstruida de un macho de ese hom¨ªnido le muestra en la exposici¨®n como un tipazo de 1,75 metros y 95 kilos, puro m¨²sculo, con una barba abigarrada, un peinado imposible y alarmantemente bien dotado.

Dos de los directores de las excavaciones de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell, presentaron ayer la exposici¨®n fieles a su estilo de estrellas medi¨¢ticas de la paleontolog¨ªa (Arsuaga con camiseta de Corto Malt¨¦s y Carbonell con sahariana y sombrero). Arsuaga se?al¨® lo bien que le sienta Gaud¨ª a los f¨®siles. "Este sitio les va muy bien, han vuelto a la tierra, a un ambiente de cueva, oscuro". El paleont¨®logo recalc¨® que se trata de "una ocasi¨®n ¨²nica de ver unos f¨®siles que son leyenda, mito, icono de la cultura universal". Carbonell record¨® que el a?o que viene abrir¨¢ el Museo de la Evoluci¨®n en Burgos, cuya maqueta puede verse a la entrada de la exhibici¨®n.

La exposici¨®n, organizada por la Obra Social de Caixa de Catalunya, es el broche de oro de la exposici¨®n itinerante (sin originales) de difusi¨®n de Atapuerca que la entidad ha llevado a 22 ciudades y que han visto 650.000 personas.

Arsuaga y Carbonell vaticinaron ayer que habr¨¢ muchos m¨¢s hallazgos. "En Gran Dolina calculamos que no hemos sacado m¨¢s que el 1 %", dijeron. Y pronosticaron una cosecha excepcional de restos humanos para cuando se llegue, en unos ochos a?os, a los estratos m¨¢s ricos del nivel TD 6: "?Ser¨¢ una org¨ªa de f¨®siles!".