"Quiero que la gente vea el v¨ªdeo para que sepa qu¨¦ le pas¨® a mi hijo"
La madre del joven apu?alado por un 'ultra' defiende la difusi¨®n de las im¨¢genes
El tel¨¦fono comenz¨® ayer a sonar en su casa de Vallecas, a las nueve de la ma?ana. El v¨ªdeo con las im¨¢genes de la muerte de su hijo, apu?alado por un ultra en el metro, estaban colgadas en la web de EL PA?S (www.elpais.com.) Mar¨ªa Victoria Mu?oz no ha visto las im¨¢genes, reconstruidas a partir de las captadas por siete c¨¢maras de seguridad. No las quiere ver. Hasta el juicio. Tiene la reconstrucci¨®n en su cabeza, eso s¨ª, y considera necesario que se difunda el v¨ªdeo de la fugaz pu?alada que acab¨® con la vida de Carlos. "Creo que es bueno que la gente lo vea, que se conciencien y sepan lo que le pas¨® a mi hijo de verdad", aseguraba ayer por tel¨¦fono. "Yo misma pensaba difundirlo despu¨¦s del juicio". Las c¨¢maras muestran c¨®mo Josu¨¦ Est¨¦banez, un soldado de 23 a?os que iba a una manifestaci¨®n xen¨®foba autorizada, apu?al¨® en el coraz¨®n al joven antisistema Carlos Palomino, de 16 a?os. Palomino se dirig¨ªa al mismo sitio, a Usera, uno de los barrios con m¨¢s inmigrantes, para participar en una contramanifestaci¨®n. Hace hoy justo 18 meses que ocurri¨®.
La madre, una auxiliar de cl¨ªnica, est¨¢ de baja desde entonces. No ve la tele. Pero s¨ª ha le¨ªdo todo lo que se ha escrito. Y no le gusta que a Carlos le tilden de antisistema ni que se aludiera a "peleas entre bandas" cuando Palomino muri¨®. "Aquello me molest¨® mucho". Era hijo ¨²nico de padres separados. Seg¨²n su madre, un chico "ni mod¨¦lico ni perverso, con los problemas de su edad". Y a?ade: "Era lo ¨²nico que su abuela y yo ten¨ªamos".
La abuela estaba ayer con ella en su humilde primer piso de Vallecas. Mientras el tel¨¦fono no daba tregua (ayer llamaban los periodistas, los amigos), Mar¨ªa Victoria, entera, afable, posaba en la habitaci¨®n de su hijo, con sus dos fotos, con los dos perros que Carlos le llev¨®. A Tit¨¢n lo recogi¨® en una perrera. A Troya la hall¨®, abandonada, en la calle. Son dos perros chiquitos, dos mil leches. "Mira", le dijo al fot¨®grafo, "¨¦ste es el pitbull que dicen que ten¨ªa mi hijo". Mientras, la televisi¨®n, a la hora de los informativos, repite las im¨¢genes de la fugaz muerte de Carlos. Entra un amigo de ¨¦l y dice: "La abuela ha visto la tele". Y se va.La muerte de su hijo Carlos, dice Mar¨ªa Victoria, "es algo imposible de superar, pero hay que hacer acopio de valor". Quiz¨¢ por ese acopio, la mujer acept¨® la propuesta que le hicieron hace algunos meses. Es la presidenta de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas de la Violencia Fascista, Racista y Hom¨®foba. Y se ha tomado su nueva responsabilidad muy en serio. No quiere que le cuenten, dice, quiere ser testigo de lo que ocurre. Hace mes y medio, presenci¨® en primera l¨ªnea la manifestaci¨®n de Movimiento Patriota Socialista (MPS), un grupo de ultraderecha que celebr¨® otra marcha autorizada. Algunos de los participantes gritaron c¨¢nticos como "Libertad Josu¨¦" o "Carlos, pardillo, devu¨¦lvenos el cuchillo". El arma que mat¨® a su hijo no ha aparecido, pese a que el agresor huy¨® del metro con la navaja, de 25 cent¨ªmetros de hoja, en la mano.
Al otro lado de la calle, escuchando los gritos, estaba la madre de Palomino. Fue en Vallecas, su barrio, que amaneci¨® lleno de carteles con la foto de su hijo y un letrero: "Carlos, presente". "Escuch¨¦ con claridad los gritos contra ¨¦l, me sent¨ª vejada, la polic¨ªa me puso contra la pared". Aquella manifestaci¨®n acab¨® con enfrentamientos entre la polic¨ªa y grupos de antisistema que intentaban reventar la marcha del MPS y lanzaron botellas y ladrillos atrincherados en un callej¨®n. Hubo 25 detenidos, ninguno de la marcha ultra. "Estoy en contra de todo tipo de violencia", dice tajante Mu?oz, "pero no es lo mismo tirar objetos que matar personas".
No ha dejado de sentir "ni un d¨ªa" el respaldo de los amigos de su hijo. Los mismos que, tras la pu?alada, corr¨ªan por los pasillos del metro intentando buscar a alguien que salvara la vida a Palomino. Las administraciones, asegura, la trataron bien. Le ofrecieron respaldo y consuelo. Excepto el Ministerio de Defensa. El presunto asesino de su hijo es soldado del Ej¨¦rcito de Tierra. "A¨²n estoy esperando una condolencia de Defensa".
Ahora espera la celebraci¨®n del juicio. El fiscal reclama 29 a?os de c¨¢rcel para Josu¨¦ Est¨¦banez. 17 por asesinato y otros 12 por intento de homicidio, porque, tal y como reflejan las im¨¢genes difundidas por EL PA?S, tras apu?alar a Palomino, hiri¨® en las costillas a otro chico antes de huir.
Despu¨¦s de un d¨ªa de llamadas, de recuerdos, la madre, entera, amable, concluye: "Desear¨ªa que Carlos no nos hubiera abandonado, pero ahora que no est¨¢ pido que el asesino pague".
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