Ch¨¢vez lanza su revoluci¨®n cultural
Venezuela emprende un plan de lectura para fomentar el "socialismo del siglo XXI" - El Gobierno elige un centenar de t¨ªtulos, entre ellos los discursos del presidente
El Gobierno venezolano ha hecho correr mucha tinta en los ¨²ltimos cinco a?os para llenar de nuevos libros la "secci¨®n ideol¨®gica" de las bibliotecas p¨²blicas del pa¨ªs. Ahora, con las estanter¨ªas completas y habiendo concluido el programa de alfabetizaci¨®n, el presidente Hugo Ch¨¢vez pone en marcha el Plan Revolucionario de Lectura (PRL) para "reafirmar los valores conducentes a la consolidaci¨®n del hombre nuevo y la mujer nueva, como base para la construcci¨®n de la patria socialista", "desmontar el imaginario del capitalismo" y "recontextualizar la historia", seg¨²n el Ministerio de Cultura.
"Leer, leer y leer, consigna de todos los d¨ªas. Lectura para la conciencia", dijo Ch¨¢vez al anunciar el lanzamiento del proyecto desde la nueva sede de la Galer¨ªa de Arte Nacional y ante un auditorio de ni?os vestidos con delantales rojos con letras blancas que dec¨ªan: "Cultura, coraz¨®n adentro / misi¨®n socialista". "Tenemos que inyectarle a la contrarrevoluci¨®n todos los d¨ªas una dosis de liberaci¨®n a trav¨¦s de la lectura", a?adi¨®. El PRL ha sido dise?ado, seg¨²n el mandatario, para generar "un acto colectivo orientado a fomentar el socialismo".
El Ejecutivo quiere "desmontar el imaginario del capitalismo"
Unas "escuadras revolucionarias de lectura" velar¨¢n por la pureza del plan
Las bibliotecas han sido r¨¢pidamente equipadas con ejemplares de El socialismo venezolano y el partido que lo impulsar¨¢, un libro escrito por el ministro de Finanzas, Al¨ª Rodr¨ªguez, y el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Alberto M¨¹ller Rojas. Tambi¨¦n con t¨ªtulos como ?Por qu¨¦ soy chavista?, del ex ministro del Poder Popular para la Cultura Farruco Sesto, e Ideas cristianas y otros aportes al debate socialista, que re¨²ne extractos de los discursos de Hugo Ch¨¢vez en torno al tema de la condici¨®n socialista de Jesucristo.
Che Guevara
En la selecci¨®n tampoco faltar¨¢n tomos sobre el pensamiento del Che Guevara y el Manifiesto comunista. ?Es un proyecto ideol¨®gico? "S¨ª que lo es", dice sin rubor Edgar P¨¢ez, representante de la Oficina Nacional del Plan Revolucionario de Lectura, con la convicci¨®n de que hasta las recetas de cocina guardan entre sus l¨ªneas un mensaje ideol¨®gico. "Ha habido una declaraci¨®n expl¨ªcita del comandante-presidente en el propio acto de lanzamiento, cuando advirti¨® que se trata de un plan de formaci¨®n, y todo plan de lectura es un proyecto de formaci¨®n ideol¨®gica", sostiene P¨¢ez en una entrevista publicada por el semanario Todos Adentro, que edita el Ministerio de Cultura. Una de las preocupaciones, dice P¨¢ez, es que "los ni?os est¨¢n siendo formados con libros que a¨²n llaman descubrimiento a la invasi¨®n del Imperio espa?ol u otros eufemismos que buscan endulzar el genocidio de los pueblos originarios. Nosotros queremos, como parte de este plan, comenzar a llamar a las cosas por su nombre".
El PRL, al menos en su primera etapa, est¨¢ dirigido a los adultos agrupados en las organizaciones vecinales, obreras y estudiantiles creadas por el Gobierno como base social de su proyecto pol¨ªtico: a los Consejos Comunales, a las Empresas de Producci¨®n Social, a las Aldeas Universitarias. Luego vendr¨¢ el turno de los "colectivos neoalfabetizados" de las escuelas y los hospitales. Hace casi cuatro a?os, en octubre de 2005, el Gobierno declar¨® al pa¨ªs como "territorio libre de analfabetismo", al anunciar los resultados de la Misi¨®n Robinson, el programa de alfabetizaci¨®n puesto en marcha en 2003 con la cooperaci¨®n del Gobierno cubano y antecesor del PRL. Hasta 2001, la media nacional de analfabetismo era del 9% entre los venezolanos mayores de 15 a?os. Entre 2003 y 2005, esa tasa se redujo al 6%, seg¨²n los datos oficiales.
La aplicaci¨®n del PRL tiene un cronograma muy concreto. Luisa, que es presidenta de un consejo comunal de una barriada popular del Estado de Carabobo, ya recibi¨® instrucciones de c¨®mo organizar a su primer grupo de lectura y qu¨¦ t¨ªtulos, de los que le han dado como referencia obligada, les corresponde leer en cada etapa. "Primero viene el momento de la selecci¨®n y organizaci¨®n de los grupos, en el que debemos atraer a la gente hacia la lectura con libros como las Cartas de amor de Manuela S¨¢enz a Sim¨®n Bol¨ªvar, para que le agarren el gusto al asunto y no se aburran. Despu¨¦s es que viene el trabajo ideol¨®gico como tal y la divisi¨®n en escuadras".
Las Escuadras Revolucionarias de Lectura ser¨¢n, seg¨²n las instrucciones repartidas por el Ministerio de Cultura entre los consejos comunales, "la unidad b¨¢sica de organizaci¨®n comunitaria y funcionar¨¢n como grupos de lectura en los que la selecci¨®n del material bibliogr¨¢fico estar¨¢ definida ideol¨®gicamente, dado el contexto pol¨ªtico y los objetivos del plan". A ellas, ordena el Ministerio, les corresponde desarrollar la etapa "de consolidaci¨®n de la lectura para el pensamiento cr¨ªtico y revolucionario".
Aparte de los libros antes mencionados para reforzar el "socialismo del siglo XXI" bolivariano, el Gobierno promover¨¢ la lectura de un centenar de obras de autores venezolanos y extranjeros editadas en el pa¨ªs y repartidas en forma gratuita. Hasta el momento, el Gobierno s¨®lo ha ofrecido los nombres de una decena de libros. Entre ellos aparecen Inventamos o erramos, escrita en el siglo XIX por Sim¨®n Rodr¨ªguez, maestro de Sim¨®n Bol¨ªvar, y algunos textos que fueron objeto de culto entre la izquierda venezolana de los sesenta y setenta, como Venezuela violenta, de Orlando Araujo, y Teor¨ªa de la ideolog¨ªa, de Ludovico Silva. Tambi¨¦n se incluyen otros libros menos c¨¦lebres y m¨¢s recientes, como Dictadura medi¨¢tica, de Luis Britto Garc¨ªa; Discursos de Ch¨¢vez, de Leonardo Ruiz; Che, comandante del Alba, de Modaira Rubio, y El c¨®digo Ch¨¢vez, de Eva Golinger.
Restricciones a la entrada de libros
Las editoriales privadas que operan en Venezuela no se explican c¨®mo el Gobierno podr¨¢ desarrollar un verdadero plan para incentivar la lectura cuando ha impuesto restricciones cada vez m¨¢s f¨¦rreas para la importaci¨®n de libros a trav¨¦s del control de cambio de moneda que rige desde 2003.
Para lograr la concesi¨®n de d¨®lares preferenciales para pagar las importaciones -a un cambio de 2,5 bol¨ªvares por d¨®lar-, las editoriales deben primero tramitar un certificado de no producci¨®n y enviar una lista de los t¨ªtulos que desean importar al Ministerio de Industria y Comercio. El organismo aprobar¨¢ la petici¨®n s¨®lo en el caso de que se demuestre que esos t¨ªtulos no se editan en el pa¨ªs o que otros autores locales no han trabajado la misma tem¨¢tica.
"Es el ¨²nico pa¨ªs del mundo en el que hay este tipo de restricciones para importar libros", cuenta V¨ªctor Garc¨ªa, director comercial de la editorial Random House Mondadori. "En el ¨²ltimo a?o, Venezuela se ha privado de miles de novedades de la industria editorial del mundo. Incluso, muchos libros de izquierda que al Gobierno le interesar¨ªa tener aqu¨ª para el desarrollo de su mismo plan no llegan. Y no se van a poder editar ac¨¢, porque tambi¨¦n hay restricciones para la importaci¨®n de papel, tintas y repuestos de maquinarias", a?ade.
Saltarse las normas para conseguir los d¨®lares no es una opci¨®n. Las editoriales que lo intenten en el mercado paralelo de divisas -donde el tipo de cambio triplica al oficial- corren el riesgo de ser sancionadas con multas o con penas de prisi¨®n de tres a siete a?os para los autores de la operaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.