Sin remedio

Podr¨ªamos llamarlo el "giro de Sant Jordi", y es sin duda el m¨¢s fugaz, el m¨¢s ef¨ªmero de los incontables giros catalanistas que jalonan la historia del Partido Popular en Catalu?a. Como saben, todo empez¨® con la in¨¦dita visita de Mariano Rajoy a Barcelona el pasado 23 de abril. La cort¨¦s acogida de que fue objeto en el desayuno institucional de Pedralbes y su posterior paseo por la ciudad entre libros y rosas -y, al mismo tiempo, los efectos blanqueadores que sobre el PP ten¨ªa el pacto de legislatura suscrito en Euskadi- alimentaron r¨¢pidamente las expectativas de los optimistas o de los cr¨¦dulos: esta vez, las provincias catalanas eran de veras la prioridad electoral del partido, y los populares estaban resueltos a derrochar moderaci¨®n y tacto para dejar atr¨¢s el estigma de "enemigos de Catalu?a". A Alicia S¨¢nchez-Camacho le falt¨® tiempo para proclamar la plena y definitiva normalizaci¨®n de su sigla en el principado. Mar¨ªa Dolores de Cospedal corri¨® al C¨ªrculo de Econom¨ªa para glosar la utilidad del voto catal¨¢n al PP. Y se anunci¨®, para las semanas venideras, una romer¨ªa de dirigentes estatales en tarea evangelizadora por estas tierras de misi¨®n.

El PP dice querer seducir a Catalu?a... ?d¨®nde ha practicado Rajoy el arte de la seducci¨®n?, ?en Las Cuevas del Sado?

Sin embargo, ya en la citada comparecencia ante el foro empresarial pudo verse que el presunto giro ten¨ªa poco calado. La se?ora De Cospedal rehuy¨® cualquier autocr¨ªtica, cualquier responsabilidad de G¨¦nova 13 sobre la debilidad cong¨¦nita del PP en Catalu?a, atribuy¨¦ndola a la distorsi¨®n de los medios y a que sus esforzados correligionarios catalanes "no saben venderse bien". Acto seguido, el arranque de la precampa?a europea desvaneci¨® en tres d¨ªas el espejismo de un cambio en el discurso catal¨¢n del PP.

Que una candidatura entre cuyos cuatro primeros nombres figuran Jaime Mayor Oreja y Alejo Vidal-Quadras, y que adem¨¢s debe neutralizar a Uni¨®n, Progreso y Democracia (UPyD), pulsar¨ªa a fondo la tecla espa?olista, eso estaba cantado. La relativa sorpresa ha sido la ferocidad de la acometida y que el pretexto sea un proyecto de ley de educaci¨®n de Catalu?a todav¨ªa en tr¨¢mite de comisi¨®n. De cualquier modo, Mayor Oreja centr¨® la presentaci¨®n madrile?a de su programa europeo (sic) en la denuncia de dicha ley, asimilando la inmersi¨®n escolar en catal¨¢n con "la inmersi¨®n en la ignorancia y en la limitaci¨®n". Naturalmente Vidal-Quadras -de nuevo el catal¨¢n mejor situado de la lista, para humillaci¨®n de muchos cuadros del PP en Catalu?a- no se qued¨® atr¨¢s. Feliz de poder reiterar su discurso desde la oficialidad org¨¢nica del partido y no desde plataformas marginales, el f¨ªsico nuclear ha volcado de nuevo todos los t¨®picos acerca del "nacionalismo empeque?ecedor", de la "Catalu?a sometida al yugo nacionalista durante 30 a?os", de la inminencia de "la disgregaci¨®n nacional y la ruina de la naci¨®n", ese apocalipsis que nunca acaba de llegar, pero que don Alejo explota con verbo maestro y saneados beneficios desde hace dos d¨¦cadas.

Es decir, los mismos estereotipos que alimentaron la llamada guerra de la lengua de 1993: la falsa tesis de la "exclusi¨®n del castellano", aderezada con toda clase de menosprecios hacia la lengua catalana y la identidad que ¨¦sta vertebra. Y todo ello, inspirado o jaleado por aquellos medios y columnistas madrile?os que ya se distinguieron en id¨¦ntica tarea tres lustros atr¨¢s. ?Un ejemplo? Titular de El Mundo del pasado d¨ªa 8: "Catalu?a se declara independiente de Espa?a en materia de ense?anza"; titular de una entrevista a Vidal-Quadras en La Raz¨®n del d¨ªa 10: "Catalu?a declara la independencia por sectores". Verdaderamente, los socialistas catalanes est¨¢n de enhorabuena: si este PP no existiera, tendr¨ªan que inventarlo.

El otro domingo, un diario barcelon¨¦s titulaba a toda plana: "Objetivo Rajoy: seducir a Catalunya". Siete d¨ªas despu¨¦s, el PP insertaba en ese mismo diario un anuncio de p¨¢gina entera con la imagen de dos ni?os esposados por la tiran¨ªa ling¨¹¨ªstica en las escuelas catalanas... Pero ?d¨®nde ha practicado don Mariano el arte de la seducci¨®n?, ?en aquel reputado local de los a?os ochenta, Las Cuevas del Sado?