Salgado escoge a un experto en finanzas para sustituir a Vegara

A punto de sonar la campana, la vicepresidenta segunda y ministra de Econom¨ªa, Elena Salgado, ha encontrado al sustituto de David Vegara. Jos¨¦ Manuel Campa (Oviedo, 44 a?os), licenciado en Ciencias Econ¨®micas y Derecho por la Universidad de Oviedo, doctor en Econom¨ªa por Harvard y profesor del IESE Business School desde el a?o 2000, es el nuevo secretario de Estado de Econom¨ªa. Comparte el puesto de n¨²mero dos del ministerio con el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Oca?a.

La decisi¨®n de Vegara de abandonar el ministerio junto al ministro Pedro Solbes el pasado 10 de abril, le hizo a Salgado un boquete en el organigrama con el que no contaba. Vegara creci¨® en prestigio con la crisis financiera internacional y fue el art¨ªfice de las primeras ayudas al sector en Espa?a. Pero el cambio de Gobierno no colm¨® sus aspiraciones y dio un margen de un mes para su marcha.

Se le considera un profesional de ideas liberales en materia socioecon¨®mica

Es sobre todo un te¨®rico, experto en econom¨ªa internacional

Ese plazo se ha cumplido estos d¨ªas y Salgado ha fichado a un economista, con un perfil sobre todo acad¨¦mico, con amplia experiencia internacional y pr¨¢cticamente nulo conocimiento de la Administraci¨®n p¨²blica espa?ola. Todos los consultados coinciden en que es un profesional s¨®lido y con un alto prestigio como experto en econom¨ªa financiera internacional.

Justo el perfil que Salgado ha buscado durante este mes. Algunos le han dado calabazas. Fichar por la Administraci¨®n p¨²blica desde la empresa privada en los tiempos que corren no parece muy tentador. Poco sueldo y muchos disgustos. De la lista se descolg¨® C¨¦sar Molinas, tambi¨¦n experto en mercados internacionales, aunque m¨¢s en la ¨®rbita de la consultor¨ªa y los hedge fund.

Tambi¨¦n ha estado en esa lista Santiago Fern¨¢ndez de Lys, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Salgado quer¨ªa un economista del nivel de Vegara, aunque ha encontrado a alguien probablemente menos completo. Vegara ven¨ªa del sector privado y conoce bien tanto la econom¨ªa nacional como la internacional. El nuevo secretario de Estado de Econom¨ªa es m¨¢s bien un te¨®rico que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional fuera de Espa?a.

Quienes le conocen aseguran que dar¨¢, en cualquier caso, la talla, dada su elevada preparaci¨®n t¨¦cnica. Ha sido el ¨²nico espa?ol que recibi¨®, en el a?o 2002, el Premio Germ¨¢n Bern¨¢cer al mejor economista europeo de menos de 40 a?os. Tendr¨¢ muy poco tiempo para ponerse a tono, ya que deber¨¢ poner en marcha el fondo para recapitalizar las entidades financieras que el Gobierno aprobar¨¢ en breve. Ah¨ª la formaci¨®n de Campa es alta y su elecci¨®n da idea de d¨®nde le aprieta el zapato a la ministra Salgado. En especial, la situaci¨®n de las cajas de ahorros.

Antes que profesor del IESE, Campa fue durante diez a?os profesor asociado de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York hasta el a?o 2000. En 2005 ejerci¨® como consultor de la Comisi¨®n Europea y en 2001 como consultor en el Servicio de Estudios del Banco de Espa?a. Tambi¨¦n ha sido investigador invitado en el Banco de Pagos Internacionales de Basilea, en el banco de la Reserva Federal de Nueva York, en el Banco Interamericano de Desarrollo, en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial.

En el ¨¢mbito de la empresa privada, su actividad es m¨ªnima.Figuraba como consejero en la empresa General de Alquiler de Maquinaria (GAM), cargo del que dimiti¨® ayer. Junto con otro profesor del IESE realiz¨® una valoraci¨®n de El Corte Ingl¨¦s a petici¨®n de C¨¦sar Areces, que demand¨® a la empresa.

Al margen del curr¨ªculum oficial, Jos¨¦ Manuel Campa es considerado un profesional de ideas liberales u ortodoxas en el ¨¢mbito socioecon¨®mico. Hace unas semanas incluy¨® su nombre entre los 100 economistas que proponen una amplia reforma del mercado laboral espa?ol. La medida m¨¢s llamativa es la desaparici¨®n de los contratos temporales y su sustituci¨®n por un contrato indefinido, con coste del despido creciente con la antig¨¹edad. El objetivo ser¨ªa cerrar la brecha entre el alto coste del despido de los empleos temporales (8 d¨ªas) y los fijos (45 d¨ªas por a?o).