Germen
"Todo lo que he vivido y sufrido", escribe el fil¨®sofo brit¨¢nico Richard Wollheim (1923-2003) en su relato autobiogr¨¢fico titulado Germen. Memorias de infancia (La Balsa de la Medusa), "o lo he olvidado por completo o lo recuerdo como si hubiera sucedido ayer mismo. No es gris el horizonte del tiempo". Esta aclaraci¨®n, que hace Wollheim hacia el ecuador de la primera parte de su rememoraci¨®n infantil, parece imprescindible, porque todas las p¨¢ginas anteriores son la pormenorizada y v¨ªvida descripci¨®n de lo que recuerda, desde su primer tropez¨®n infantil, cuando daba sus primeros vacilantes pasos, hasta el sucesivo descubrimiento de las sensaciones f¨ªsicas y emocionales que le produc¨ªa su entorno. Pero si el lujo de detalles que aporta al respecto es pasmoso, todav¨ªa m¨¢s sorprendente resulta que el inventario consiguiente se vaya construyendo sin el gui¨®n evocativo de un cauce retrospectivo; esto es: Wollheim recrea, paso a paso, lo que sinti¨® como si lo estuviera sintiendo por primera vez. Escribe, en suma, m¨¢s desde su infancia que sobre su infancia. Aunque logra embeber al lector en esta operaci¨®n rayana en lo imposible, lo cual exige un talento literario de primer orden, como ¨¦l mismo apunta en la segunda parte de su libro, que est¨¢ cortada por un patr¨®n memorialista m¨¢s convencional, decidi¨® en cierto momento cambiar de rumbo, porque el empe?o de recuperar la "ignorancia infantil" desde la "ignorancia adulta" est¨¢ lastrado por una insuperable contradicci¨®n. De todas formas, aunque las dos partes de sus Memorias reflejan estos dos puntos de vista, llam¨¦mosles as¨ª, "subjetivo" y "objetivo", y sean, por tanto, razonablemente complementarios, no dejan de interconectarse y facilitar as¨ª la sugerente revelaci¨®n de lo indesvelable en la mayor¨ªa de obras de este g¨¦nero. De esta manera, Wollheim nos fascina de principio a fin.
Germen. Memorias de infancia.
Richard Wollheim. A. Machado (La Balsa de la Medusa).
Madrid, 2009. 288 p¨¢ginas. 19 euros.
Producto de un cruce familiar entre una estirpe judeo-alemana y otra brit¨¢nica, toda la vida de Wollheim, incluidos sus primeros a?os, fue, cuanto menos, muy interesante: por de pronto, en s¨ª misma, y, desde luego, por las reflexiones que su curso le fue generando a su autor, el cual, entre otras cosas, invent¨®, en 1965, el t¨¦rmino minimal art, y public¨® ensayos tan fundamentales como El arte y sus objetos. La pintura como arte y Sobre las emociones, que cito por ser los traducidos a nuestra lengua, junto al que ha dado pie a este comentario.
Representante del pragmatismo est¨¦tico, el original giro como pensador de Wollheim est¨¢ maravillosamente contenido en un breve ensayo titulado El cordero y la ceremonia (1979), donde identifica la pr¨¢ctica art¨ªstica con la acci¨®n ritual, lo cual preserva a aqu¨¦lla de su proverbial encadenamiento ¨¦tico. En este sentido, la autobiograf¨ªa de la infancia de Wollheim es una aut¨¦ntica obra de arte, que se revela desde su mismo t¨ªtulo, porque el t¨¦rmino "germen" alude al comienzo de la vida, pero tambi¨¦n a los microorganismos pat¨®genos; a todo, en fin, que rebulle bajo la encalmada y tranquilizadora superficie de las apariencias.
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