"Con el aborto hay mucha hipocres¨ªa"
Entrevista a la diputada socialista Carmen Mont¨®n. "Rebeld¨ªa es no tener miedo a decir lo que piensas y hacer lo que t¨² crees, aun a riesgo de resultar inc¨®moda"
De pronto, son¨® el tel¨¦fono. Carmen Mont¨®n estaba comiendo cerca del Congreso con su amiga Mar Correcher y con algunas diputadas. Disfrutaba del primer momento de relajo despu¨¦s de una sesi¨®n de v¨¦rtigo, hist¨®rica, la del d¨ªa en que defendi¨® ante la C¨¢mara la aprobaci¨®n de la ley del matrimonio gay. Al aparato, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero: "Te has escapado, yo quer¨ªa felicitarte en persona". Carmen Mont¨®n se puso roja. Es una mujer discreta a la que el halago le produce un cierto rubor. "Enhorabuena", le dijo el presidente, "hoy hemos hecho de este pa¨ªs un pa¨ªs mejor". La defensa que la diputada por Valencia hizo de la ley, ese "la izquierda sale a la calle para ampliar derechos mientras la derecha lo hace para recortarlos" que pronunci¨® y que dibuj¨® sonrisas en Zapatero y De la Vega, esos rostros emocionados en el palco de invitados, ese paso que puso a Espa?a en la vanguardia; todo eso situ¨® a Carmen Mont¨®n en el mapa pol¨ªtico. Luego vinieron los derechos de los transexuales, las c¨¦lulas madre y, ahora, la nueva ley del aborto.
A sus 33 a?os, Carmen Mont¨®n ha demostrado que no le asusta meterse en charcos. Admiradores no le faltan. "El correo electr¨®nico del Congreso lo tengo completamente inservible desde que llev¨¦ el tema del matrimonio homosexual", cuenta, resignada. Sus fans le dedican todo tipo de lindezas: "Me mandan mails llam¨¢ndome asesina". La defensa de la nueva ley del aborto le pasa factura: "Me escribe gente muy radical, bien organizada", explica, "todos mandan el mismo mensaje y algunos introducen variantes para ser m¨¢s originales con el insulto".
Por supuesto, su actividad tambi¨¦n genera momentos felices. Nunca olvidar¨¢ a aquel gay que, en el d¨ªa de la aprobaci¨®n de la ley, se le abraz¨®, le dio las gracias y le dijo: "Mi pareja muri¨® de sida, qu¨¦ l¨¢stima que no haya podido vivir esto". Son los momentos en que Carmen se plantea por qu¨¦ algunas leyes siempre llegan tarde para algunos.
La defensora de los avances m¨¢s rompedores es cauta, t¨ªmida. Detr¨¢s de ese aura recatada hay una mujer firme, con las ideas muy claras: cuando quiere algo, no para hasta que lo consigue. "No es t¨ªmida, sino prudente", matiza Jos¨¦ Bono, presidente del Congreso, que la conoce bien. "Juventud, inteligencia y prudencia son una mezcla que puede producir el efecto de una timidez, pero no, no es su caso. Su prudencia es m¨¢s que positiva, no va a unida a la cobard¨ªa, ella tiene acreditado el valor". La ex ministra Carmen Calvo, su cicerone en el Congreso de los Diputados, lo tiene claro: "Un pol¨ªtico necesita tener ideas propias, poder¨ªo personal, lo que yo llamo fondo de armario", dice, "y ella lo tiene; un pol¨ªtico debe saber cu¨¢ndo ser discreto; a m¨ª no me gusta nada la gente joven que va de sobradilla".
Su vocaci¨®n pol¨ªtica le viene por v¨ªa gen¨¦tica. Su padre, maestro de historia y geograf¨ªa, fue concejal del Ayuntamiento de Burjassot (Valencia), el lugar donde ella naci¨®, el lugar donde vive de viernes a lunes -de martes a jueves, habita en un piso de 53 metros cuadrados cercano al Congreso-. Mont¨®n ingres¨® en las Juventudes Socialistas a los 16 a?os y fue involucr¨¢ndose poco a poco. "Lo m¨ªo no fue un: 'Mam¨¢, quiero ser concejala", cuenta entre risas. Siguiendo los pasos paternos, a los 23 a?os empez¨® como concejala en Burjassot.
Su acceso a la primera l¨ªnea se gest¨® en los pasillos de la Universidad de Alicante, en una fr¨ªa noche de septiembre de 2000, cuando se decid¨ªa la composici¨®n de la nueva ejecutiva del PSPV. No olvida esa noche: se qued¨® sin bater¨ªa en el m¨®vil, tuvo que tomar decisiones sin poder consultar con nadie, apenas durmi¨®. "Yo iba a un Congreso, pero no con la idea de acabar subida a un escenario cantando La Internacional pu?o en alto". Se incorpor¨® como secretaria de pol¨ªtica social en el equipo de Joan Ignasi Pl¨¤ y se convirti¨® en su ojito derecho. En 2004 se presentaba a diputada por Valencia.
Carmen Mont¨®n tiene pendiente la asignatura de pediatr¨ªa para acabar sus estudios de Medicina. No bebe, no fuma. "Es demasiado sana", dice su amiga Mar Correcher, funcionaria, "es de las que mira todo lo que come y te agobia con lo que est¨¢s comiendo t¨²", dice entre risas, tras destacar la tenacidad y la constancia de su amiga. Mont¨®n se lamenta: "Siempre que no bebes tienes que explicar por qu¨¦ no bebes. M¨¢s bien tendr¨ªa que explicarse el que a las seis de la tarde lleva un cubata en la mano". A su marido, Alberto -hijo de Loli, la ex secretaria de Jos¨¦ Bono-, lo conoci¨® hace diez a?os en una cata de vinos. Ella disimulaba, ol¨ªa los caldos, pero no se tragaba el vino. "Disimulaba para no parecer una marciana".
Un compa?ero de filas le achaca una cierta falta de genio y un exceso de correcci¨®n. "Soy rebelde en todo lo que hago", dice ella. "Rebeld¨ªa es no tener miedo a decir lo que piensas y hacer las cosas como t¨² crees, aun a riesgo de resultar inc¨®moda. Ser adolescente y no fumar, no beber, acent¨²a la rebeld¨ªa". El mensaje del preservativo enviado por el Papa le parece escandaloso: "Hacer apolog¨ªa de que no se use el preservativo me parece una barbaridad, me parece irresponsable, perverso". Sobre las tramas de corrupci¨®n que sobrevuelan su comunidad aut¨®noma es clara: "La cuesti¨®n del traje de Camps parece algo muy fr¨ªvolo, pero quiz¨¢ sea la punta del iceberg de una falsificaci¨®n de facturas, de un intercambio de favores... Demuestra la forma que tienen de hacer pol¨ªtica, parece que todo es tuyo, que todo vale, que cojo lo que quiero y soy impune".
Mont¨®n ha visto c¨®mo esta semana el Consejo de Ministros aprobaba la nueva ley del aborto por la que ella lleva meses luchando desde la Comisi¨®n de Igualdad, donde desempe?a el papel de portavoz del PSOE. Lleva meses luchando para que el aborto deje de ser delito, para que salga del C¨®digo Penal, para que en Espa?a haya una ley de plazos como en Turqu¨ªa, Letonia o Lituania. "Con el aborto hay mucha hipocres¨ªa. Es ins¨®lito que la Iglesia convoque manifestaciones. La jerarqu¨ªa de la Iglesia y el PP van a las manifestaciones cogidos de la mano". Carmen Calvo confiesa que en la tramitaci¨®n de la ley, ambas est¨¢n teniendo que tirar de capacidad de aguante. "Como le digo yo a ella", dice Calvo, "esto lo vamos a hacer con dos tacones, que rima con lo otro".
Carmen Mont¨®n tiene un blog que se llama Mujeres en rojo. "Si ser roja es ser socialista, ser progresista, s¨ª que me considero roja. Es una nomenclatura rom¨¢ntica, me gusta". Cuando ten¨ªa poco m¨¢s de un a?o, sus padres le llevaron a una tienda de zapatos, le ense?aron varios pares y ella se?al¨® unos de color rojo. "Si algo me gustaba, lo hac¨ªa saber", explica. Su padre le escribi¨® un poema que empezaba as¨ª: "No te quites, ni?a, tus zapatos nuevos; corre que te vea, pedazo de cielo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.