Los jueces afirman que Berlusconi corrompi¨® al abogado brit¨¢nico Mills
El primer ministro no renuncia a la inmunidad, pero hablar¨¢ en el Parlamento
El abogado brit¨¢nico David Mills minti¨® a los jueces para proteger a Silvio Berlusconi y ayud¨® tanto al magnate como a Fininvest, su holding medi¨¢tico y financiero, a violar las leyes italianas. Eso afirma el Tribunal de Mil¨¢n en la motivaci¨®n de su sentencia, dictada el pasado febrero y argumentada ayer, que conden¨® a Mills a cuatro a?os y medio de c¨¢rcel por corrupci¨®n en acto judicial.
El escrito, de 400 p¨¢ginas, afirma que el actual primer ministro italiano soborn¨® en 1997 con 600.000 d¨®lares (440.000 euros) al letrado brit¨¢nico y que ¨¦ste incurri¨® en "falso testimonio" con el objetivo de "proporcionar impunidad a Berlusconi y al grupo Fininvest".
Berlusconi reaccion¨® con ira a la noticia, y desde L'Aquila arremeti¨® contra los jueces y dijo: "Es una sentencia simplemente escandalosa, contraria a la realidad". "Habr¨¢ apelaci¨®n, habr¨¢ otro juez y yo estoy tranquilo", a?adi¨®. "Si hay un hecho indiscutible es que no hubo entrega de dinero al se?or Mills".
Mills borr¨® "los rastros financieros" de Berlusconi, seg¨²n la sentencia
El tribunal considera probado que Mills recibi¨® "durante a?os enormes sumas de dinero" de Fininvest, y que al declarar en falso ante los jueces permiti¨® a Berlusconi "mantener los ingentes beneficios" obtenidos en para¨ªsos fiscales, adem¨¢s de "burlar abiertamente" las leyes antimonopolio de los medios de comunicaci¨®n.
A la condena dictada contra Mills le falta un elemento clave, conocer la pena que recaer¨ªa en el corruptor. Berlusconi fue imputado con Mills, pero su procesamiento fue aplazado a la espera de que el Tribunal Constitucional decida sobre la aprobaci¨®n (el a?o pasado) del llamado Laudo Alfano, la ley que garantiza inmunidad a cuatro altos cargos del Estado, entre ellos el jefe del Ejecutivo.
La acusaci¨®n contra ambos se origin¨® en dos procesos surgidos del caso Manos Limpias, que indag¨® a principios de los a?os noventa la corrupci¨®n generada en torno al primer ministro socialista Bettino Craxi, viejo amigo de Berlusconi. Uno de ellos era el caso All Iberian, que segu¨ªa la pista de las sociedades con las que Berlusconi financi¨® supuestamente a Craxi para edificar su imperio televisivo. En el otro caso, Berlusconi fue acusado de corromper a funcionarios de Hacienda a cambio de un trato fiscal favorable.
El fallo de la juez Nicoletta Gandus detalla los antecedentes del soborno y enumera los m¨®viles del delito. "La clave de las declaraciones reticentes de Mills est¨¢ en el hecho de que siempre se?al¨® gen¨¦ricamente a Fininvest, y no a la persona de Silvio Berlusconi, como propietaria de las sociedades, favoreci¨¦ndole cuando fue imputado en aquellos procesos", escribe la juez. Adem¨¢s, Mills borr¨® "todos los rastros financieros que relacionaban a Berlusconi con las sociedades", agrega.
El caso sali¨® a la luz en 2004 porque la Hacienda brit¨¢nica descubri¨® en las cuentas del abogado ingl¨¦s 600.000 d¨®lares sin justificar. Mills revel¨® a las autoridades que se los hab¨ªa donado Carlo Bernasconi, un directivo de Fininvest que muri¨® en 2001. El caso lleg¨® a Mil¨¢n, y origin¨® un esc¨¢ndalo pol¨ªtico en Reino Unido que acab¨® con la dimisi¨®n de la esposa de Mills, ministra de Cultura del Gobierno de Blair.
Durante el juicio, Mills exculp¨® a Berlusconi al asegurar que nadie hab¨ªa intentado corromperle. La sentencia refuta esa afirmaci¨®n. Seg¨²n Berlusconi, la prueba de su inocencia es que "el fisco ingl¨¦s oblig¨® a Mills a pagar impuestos por el dinero recibido, considerando el pago como una compensaci¨®n profesional y no como una donaci¨®n".
Seg¨²n el Partido Democr¨¢tico, Berlusconi deber¨ªa renunciar a la inmunidad que le otorga la Ley Alfano y dejarse procesar "como cualquier ciudadano normal".
Il Cavaliere, contra 'La Repubblica'
Desarmada y cautiva la oposici¨®n, el ¨²ltimo enemigo que le queda a Silvio Berlusconi es la prensa que todav¨ªa se mantiene cr¨ªtica ante su populista forma de gobernar. La cosa qued¨® clara ayer, cuando en la conferencia de prensa que ofreci¨® en L'Aquila, el primer ministro atac¨® sin piedad a los dos medios escritos que se atreven a criticarle abiertamente, La Repubblica y L'Unit¨¤. "La prensa se deber¨ªa avergonzar", dijo Berlusconi, "porque publicando noticias que no son verdaderas hacen da?o al pa¨ªs".
El malestar procede en particular de las informaciones publicadas sobre su asistencia a la fiesta de 18 cumplea?os de la joven napolitana Noemi Letizia, que antecedi¨® en unas horas al yo acuso lanzado por su mujer, Veronica Lario, y a su petici¨®n p¨²blica de divorcio. Lario dijo que Berlusconi frecuentaba a "menores de edad", sugiri¨® que necesitaba ayuda, porque "no est¨¢ bien" y critic¨® abiertamente el sistema de entrega de veline (azafatas televisivas) al "emperador".
La Repubblica puso en marcha una investigaci¨®n analizando las consecuencias pol¨ªticas de esa acusaci¨®n, y envi¨® un cuestionario a Berlusconi que ¨¦ste se ha negado a contestar. Ayer, el primer ministro manifest¨® por primera vez en p¨²blico su negativa: "No respondo a La Repubblica; si cambiase de actitud podr¨ªamos buscar un acuerdo, pero ahora no respondo. Ya he respondido cuando me han dicho que estaba enfermo: he respondido que est¨¢is enfermos vosotros de envidia personal y de odio pol¨ªtico".
M¨¢s all¨¢ del caso Noemi, Berlusconi intenta escapar de la principal inculpaci¨®n que recae hace a?os sobre su r¨¦gimen personalista: el conflicto de intereses y las amenazas a la libertad de prensa. Berlusconi contraatac¨® a sus detractores, y afirm¨®: "?No pens¨¢is que ca¨¦is en el rid¨ªculo cuando sosten¨¦is que en Italia no hay libertad de prensa? Si quer¨¦is bromear, bromeamos, pero en el exterior ciertas afirmaciones son tomadas como verdaderas. Y eso hace mal al pa¨ªs".
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