Refranes para una crisis

Concluido el debate sobre el estado de la naci¨®n, los municipalistas seguimos estando angustiados, y decepcionados compuestos y sin novio: nada nuevo, ninguna soluci¨®n, ni siquiera hemos podido atisbar intenci¨®n efectiva para que se produzca un acercamiento a los problemas reales de las entidades locales.

Porque el aut¨¦ntico quid de los ayuntamientos -financiaci¨®n versus atribuci¨®n de competencias- es un binomio dirigido a conseguir la verdadera autonom¨ªa local, que propugnan nuestra Constituci¨®n, la legislaci¨®n europea, las declaraciones institucionales... y que no se soluciona ¨²nicamente con una inyecci¨®n puntual de dinero.

Cierto es que cualquier ayuda es poca, que cualquier contribuci¨®n a la mejora de nuestras ciudades y m¨¢s a¨²n en la tr¨¢gica situaci¨®n de desempleo que viven muchos de nuestros ciudadanos es bienvenida, pero tras treinta a?os de democracia local el pan para hoy, y hambre para ma?ana es un hecho que debemos desterrar de plano como din¨¢mica normal de funcionamiento.

El problema de la financiaci¨®n local es estructural y es grave y no hay ning¨²n planteamiento serio por parte del Gobierno del Estado, ni siquiera la iniciativa para sentarse a negociar con los representantes de los municipios, y mucho menos de resolverlo.

Peor a¨²n, esta situaci¨®n se est¨¢ agravando peligrosamente. La crisis econ¨®mica generalizada, la falta de ingresos en las arcas municipales, un incremento exponencial de los servicios que hay que atender (b¨¢sicos y perentorios en demasiados casos) chocan de forma brutal con los planteamientos del Gobierno en cuanto a financiaci¨®n auton¨®mica y local. De esta ¨²ltima parece que se ha adoptado un conformista y c¨®modo mello no menealla.

Si ambas reformas, de la financiaci¨®n local y auton¨®mica, no se acometen de forma simult¨¢nea y vinculada, si no se realiza una revisi¨®n acompasada de competencias, servicios y, desde luego, se proporciona el medio para sustentar ambos, seremos una vez m¨¢s los ayuntamientos los que perdamos el tren y nos toque bailar con la m¨¢s fea.

No deben olvidar los se?ores del Gobierno que quienes pierden en este caso y por en¨¦sima vez, no son los ayuntamientos como entes abstractos, sino que son como siempre los propios ciudadanos que no reciban los servicios acordes con sus necesidades, y creo que es hora de que los responsables municipales hagamos entender a la ciudadan¨ªa que a los alcaldes el Gobierno tampoco nos escucha.

Elena Bastidas es presidenta de la FVMP y alcaldesa de Alzira, del PP.