Realidad y ficci¨®n

En su columna de opini¨®n del jueves 21, Carlos Fuentes, sin duda alguna brillante en otras intervenciones, comete un error impropio en alguien de su veteran¨ªa al escribir sobre el cambio de rumbo del Gobierno de Estados Unidos. Nada menos que cinco p¨¢rrafos dedica a citar un art¨ªculo de The New York Times, de la periodista Maureen Dowd, tom¨¢ndolo como cierto a pies juntillas y extrayendo del mismo perlas sobre la catadura del ex vicepresidente norteamericano Dick Cheney en temas referidos a la tortura de prisioneros sospechosos de terrorismo.

Si bien me parece que el se?or Cheney no debe ser una persona demasiado simp¨¢tica, algunas de las frases que se le atribu¨ªan me parecieron excesivas incluso para ¨¦l, as¨ª que proced¨ª a la lectura del art¨ªculo original, para verlas en su contexto. Al leerlo, no pude sino sorprenderme al comprobar que el art¨ªculo de la se?ora Dowd hab¨ªa sido escrito en tono sat¨ªrico, siendo la sesi¨®n del Senado de la que se extraen las frases una invenci¨®n suya.

Aunque algunas de las barbaridades atribuidas a Cheney y citadas por Fuentes pueden encajar en la imagen que se tiene del ex vicepresidente norteamericano, deber¨ªan investigarse mejor antes de tomarlas como ciertas, puesto que gran parte de las an¨¦cdotas sobre torturas y terrorismo mencionadas en el art¨ªculo del New York Times no son sino fragmentos de la muy popular serie de televisi¨®n 24, que gira en torno a la lucha antiterrorista y que es, hasta donde yo pueda conocer, enteramente ficticia.

El se?or Fuentes no es el primer comunicador que toma como ver¨ªdicas noticias sat¨ªricas, con m¨¢s raz¨®n cuando quiz¨¢s no conozca las fuentes de la s¨¢tira (probablemente nunca haya visto la serie 24, ni o¨ªdo hablar del agente Jack Bauer, protagonista de la misma y citado en el art¨ªculo del New York Times como "nuestro mejor agente antiterrorista" por el trasunto de Dick Cheney).