Los ayuntamientos alertan de un colapso de sus finanzas el pr¨®ximo a?o

La factura de las m¨¢quinas quitanieves al ayuntamiento de Vielha subi¨® a 230.000 euros el pasado invierno. La transferencia de la Generalitat a la capital de la Val d'Aran para este fin apenas cubri¨® 2.600 euros. A su teniente de alcalde Josep Calbet¨® (PP) no le salen las cuentas. Tampoco sabe por d¨®nde m¨¢s recortar el alcalde de Manlleu, Pere Prat (ERC), quien asegura que cada mes ingresa 16.000 euros menos que el a?o pasado en transferencias del Gobierno central. El servicio municipal de educaci¨®n no podr¨¢ contratar el a?o que viene el personal de apoyo comprometido. "Estamos ahogados", reconoce Prat.

Los ayuntamientos conmemoran de esta guisa, con las arcas vac¨ªas, y con sus fuentes de ingresos casi secas, sus primeros 30 a?os en democracia. Las celebraciones est¨¢n siendo m¨¢s bien discretas. Pocos alcaldes saben c¨®mo van a cerrar las cuentas este a?o. Y todos alertan de lo mismo: el a?o que viene ser¨¢ peor. "Algunos tendr¨¢n problemas muy serios para pagar los sueldos de sus funcionarios", avanza el ecosocialista Llu¨ªs Tejedor, alcalde de El Prat. El teniente de alcalde de Barcelona Jordi W. Carnes es menos espec¨ªfico pero igualmente realista: "Lo peor llegar¨¢ en 2010 y 2011".

El pr¨®ximo ejercicio comenzar¨¢ con los ayuntamientos m¨¢s endeudados que nunca. A los dos a?os de bajada de ingresos directos por los impuestos y tasas relacionados con la construcci¨®n se le sumar¨¢ el hecho de que tambi¨¦n bajar¨¢n radicalmente las transferencias que reciben del Gobierno central, pues les llegan con dos a?os de decalaje y reflejar¨¢n ya con toda su crudeza la crisis econ¨®mica. Se acab¨® la fiesta. De ah¨ª que los alcaldes se hayan unido para pedir al un¨ªsono y de una vez por todas la reforma de la financiaci¨®n local encallada desde 1979. Carnes defiende que la crisis se aproveche para "poner orden" a la financiaci¨®n municipal.

Pocas cosas hab¨ªan unido tanto a los alcaldes como esta crisis. Socialistas y convergentes han unido esfuerzos y las dos agrupaciones municipalistas que capitanean, la Federaci¨® de Municipis de Catalunya y la Associaci¨® de Municipis, trabajan conjuntamente para hacer presi¨®n. "Hace muchos a?os que les oigo decir a los presidentes del Gobierno que ¨¦sta ser¨¢ la legislatura de los municipios; hasta ahora ha sido una gran mentira", afirma Tejedor.

De momento, los alcaldes catalanes se han puesto de acuerdo para pedir tres cosas. Primero: que los ayuntamientos que no hayan superado su capacidad de endeudamiento puedan incrementar ahora este tipo para invertir y generar empleo. Segundo: crear un fondo con el IVA que generan las inversiones municipales para que ¨¦ste se pueda reutilizar con m¨¢s inversiones.Y tres: no aceptar nuevas transferencias de servicios si no est¨¢n correctamente dotadas en el aspecto econ¨®mico.

Esta ¨²ltima reivindicaci¨®n no balad¨ª. Un estudio de la diputaci¨®n de Barcelona asegura que el 30% del gasto de los ayuntamientos se destina a materias cuyas competencias son de ¨¢mbito auton¨®mico o nacional. Educaci¨®n, atenci¨®n a los dependientes, a los inmigrantes en apuros... los alcaldes saben que no podr¨¢n aguantar mucho tiempo prestando servicios que no les corresponden. La ¨²nica salida es, dicen, que los ayuntamientos se queden con el 25% de la tarta de la inversi¨®n p¨²blica. Ahora apenas llega al 13%. Los ayuntamientos todav¨ªa no se han recuperado del duro golpe que les supuso la decisi¨®n del Gobierno del PP de reducir dr¨¢sticamente el Impuesto de Actividades Econ¨®micas.

Si no hay cambios, llegar¨¢n recortes dr¨¢sticos. "Todos los ayuntamientos tenemos proyectos parados por falta de financiaci¨®n", admite el nacionalista Llu¨ªs Recoder. Manlleu no construir¨¢ por ahora su segundo pabell¨®n deportivo, Vielha lentifica la urbanizaci¨®n de su paseo de la Llibertat y todos o casi todos est¨¢n congelando sus plantillas.

Al alcalde de El Prat no le preocupan tanto las obras que no arrancan como el impacto de la crisis y de la mala financiaci¨®n sobre el gasto corriente. Eso es el pago de n¨®minas, por ejemplo. "Las obras, como gasto extraordinario que son, puedes pagarlas a cr¨¦dito, pero no a los funcionarios". Efectivamente, el no poder reducir, o congelar, los gastos de personal en tiempos de crisis reduce mucho el margen de actuaci¨®n. "Nosotros no podemos hacer un ERE", dice Pere Prat (ERC). Por eso ya hay quien habla de la necesidad de afrontar cambios profundos en la contrataci¨®n de personal. El convergente Recoder dibuja la propuesta: "Se deber¨¢ afrontar una reforma de la funci¨®n p¨²blica, no se puede incentivar por igual a todos los trabajadores, hay que primar a los m¨¢s eficientes".

Los alcaldes vinculan estas demandas al hecho de que todos nos hemos vuelto m¨¢s exigentes tras 30 a?os de democracia. "Ahora el problema ya no es que se haga la plaza, el problema que plantea el ciudadano es qu¨¦ se hace en esta plaza, qui¨¦n la utiliza y qu¨¦ normas se le aplican", ejemplifica el teniente de alcalde barcelon¨¦s. Por eso cuesta tanto apretarse el cintur¨®n. Con todo, Recoder asegura que lo har¨¢: "A lo mejor tendremos que asumir que las calles no pueden barrerse tan a menudo como ahora", dice el alcalde de Sant Cugat.