La c¨®lera de T¨¦vez

-?Por qu¨¦ se lleva mal con Alex Ferguson?

T¨¦vez se revuelve con la misma fiereza con que lo hace dentro del ¨¢rea, busca con la mirada al autor de la pregunta y dispara:

-?D¨®nde dije yo que me llevo mal con Ferguson?

Despu¨¦s, ya s¨ª, se relaja y explica el distanciamiento con el entrenador del Manchester United. "Es dif¨ªcil venir a entrenarse cada d¨ªa sabiendo que no vas a jugar el domingo. Se sufre mucho si juegas bien un domingo y no juegas al siguiente".

Carlos T¨¦vez (Ciudadela, en el barrio llamado Ford Apache, uno de los m¨¢s peligrosos de la provincia de Buenos Aires, 1984) es la nota discordante en el control absoluto que ejerce Ferguson. Es peque?o y rechoncho, tiene los dientes recortados y una gran cicatriz recorre la parte derecha de su cuello desde que, a los 10 a?os, sufri¨® quemaduras de tercer grado al caerle agua hirviendo.

Ante otras ofertas, el United recula y dice ahora que abonar¨¢ lo que exige el jugador

No se conforma T¨¦vez con ser un secundario en Old Trafford, un estadio que adora la pasi¨®n que transmite en el campo, en contraste con la frialdad de Berbatov, el fichaje m¨¢s caro del pasado verano (el Manchester pag¨® 35 millones al Tottenham por el delantero b¨²lgaro, que se ha pasado la temporada en la sombra sin rechistar). Las apuestas de los periodistas ingleses volv¨ªan ayer a dejar a T¨¦vez fuera de la alineaci¨®n de hoy. No es que Ferguson no lo valore, sino que le considera segundo plato. Aunque sabe que siempre puede contar con ¨¦l: ha marcado 13 goles en 42 partidos este curso y el pasado 19 en 48. T¨¦vez define el f¨²tbol actual como "r¨²stico", pero su orgullo salta cuando se le recuerda que se miden al rival m¨¢s est¨¦tico posible: "El Bar?a no jug¨® bien contra el Chelsea y nosotros s¨ª".

El Apache ya ha ganado la primera batalla con el United. David Gill, director ejecutivo del Manchester, recul¨® ayer y reconoci¨® que, aunque siga pensando que es un sobreprecio, se plantea pagar los 28 millones que exige el agente del jugador tras acabar este mes los dos a?os de cesi¨®n. "Est¨¢ claro que, si queremos asegurarnos sus derechos, tendremos que pagar cierta suma que otros clubes est¨¢n dispuestos a pagar", dijo Gill, que ha tratado sin ¨¦xito de abaratar el acuerdo con Kia Joorabchian, el representante iran¨ª de la empresa MSI (Media Sports Investment) que se los compr¨® al Boca Juniors en diciembre de 2004 por 14 millones. Esta empresa, que controlaba al Corinthians, le llev¨® dos temporadas al equipo brasile?o. En la primera, todo fue sobre ruedas: gan¨® el campeonato y fue proclamado mejor jugador. Pero en la segunda se le torci¨® el gesto: "Si me siguen ofendiendo, me voy. Tengo ofertas de otros equipos". Y la torcida trat¨® de voltear su camioneta al salir de Morumb¨ª.

La carrera de T¨¦vez est¨¢ ligada a la pol¨¦mica desde el primer d¨ªa. Jugaba en las categor¨ªas inferiores de All Boys y se llamaba Carlos Alberto Mart¨ªnez hasta que sus padres fueron tentados por el Boca Juniors. Adem¨¢s de mudarse, le cambiaron el apellido: T¨¦vez es el de la madre. All Boys recibi¨® 7.000 euros por los derechos y Carlitos fich¨® para el Boca en 1997, con 13 a?os.

A los 14, estando en la novena divisi¨®n, empez¨® a ser representado por Roberto Tesone, ex dirigente del Argentinos Juniors, con el que tambi¨¦n rompi¨® en malos t¨¦rminos poco antes de la venta al Corinthians. Entre el club brasile?o y el Manchester, pas¨® unos meses prestado en el West Ham en los que, en un final apote¨®sico, evit¨® que descendiera. Marc¨® siete goles y jug¨® con tal fiebre competitiva que el Manchester entendi¨® que era uno de los suyos. Ahora s¨®lo debe abonar 28 millones para que siga si¨¦ndolo.