Mosc¨² se engancha a la Europa espacial
Rusia y la ESA aprenden a trabajar juntas en el complejo de Guyana francesa
"Aqu¨ª trabajan ahora 130 rusos, y otros tantos europeos occidentales", afirma Andr¨¦ Cuenca, responsable del complejo del lanzamiento de Soyuz. Es una zona acotada dentro de la base espacial europea de Kourou, en Guyana Francesa, pero separada claramente del complejo de los cohetes Ariane-5 y del resto de infraestructuras clave del recinto, y con acceso restringido para el personal ruso. Hay que garantizar un per¨ªmetro de alta seguridad para poder traer aqu¨ª, a la base europea, misiones y equipos estadounidenses, con sus condiciones estrictas, explican los expertos.
Tambi¨¦n los rusos mantienen sus distancias. La f¨®rmula del combustible de los Soyuz, por ejemplo, es secreta, como la de la Coca-Cola. Estos cohetes utilizan una mezcla de queroseno y ox¨ªgeno, y los dep¨®sitos subterr¨¢neos en el complejo de lanzamiento est¨¢n ya listos para cuando empiece a llegar el combustible de Rusia. "No tenemos acceso a todos los detalles del sistema", comenta Cuenca, de la agencia espacial francesa CNES. "Sabemos globalmente c¨®mo funciona el lanzador Soyuz, pero la documentaci¨®n de algunas cosas se guarda en zonas de seguridad". Aun siendo el jefe del complejo, "no puedo detener la alarma que suena si alguien entra en alg¨²n sitio restringido donde hay documentos y materiales confidenciales", a?ade Cuenca sin asomo de enfado o cr¨ªtica. Estos procedimientos son normales cuando se desarrollan proyectos conjuntos entre socios empresariales diferentes para explotar comercialmente unos productos.
El lanzador pone en ¨®rbita sat¨¦lites hasta de tres toneladas
El centro de Kourou, de 700 kil¨®metros cuadrados, est¨¢ cerca del ecuador
Muy fiables
En este caso los productos son unos lanzadores muy fiables, los Soyuz, con m¨¢s de 1.600 lanzamientos cumplidos, de coste muy competitivo y caracter¨ªsticas complementarias del Ariane-5 europeo que, en la base de Guyana, juega en casa: todo el complejo se ha desarrollado en torno a esta familia de lanzadores creados por la Agencia Europea del Espacio (ESA).
El primer Soyuz debe ser lanzado desde el continente americano a finales de este a?o o principios del pr¨®ximo y la primera carga comercial ser¨¢ un sat¨¦lite militar de comunicaciones de Alemania.
Ha habido un ligero retraso respecto a los planes de comienzo de las operaciones de Soyuz en Guyana, explican los responsables de la base, debido, sobre todo, a la construcci¨®n de un gran p¨®rtico m¨®vil que los europeos han exigido a?adir al sistema ruso por motivos de seguridad. Se trata de una estructura cerrada de 50 metros de altura, 10 de ancho y 20 de largo, que se colocar¨¢ alrededor del cohete cuando est¨¦ ya en la misma plataforma de lanzamiento y dentro de ella se realizar¨¢n las ¨²ltimas operaciones de puesta a punto. El fabricante ruso que iba a hacer el p¨®rtico cerr¨® y ha habido que buscar uno nuevo que ya est¨¢ trabajando en ¨¦l.
Todo lo dem¨¢s en el sistema Soyuz que se ha ido montando en la base de Guyana, a unos 11 kil¨®metros de la plataforma de Ariane-5, es pr¨¢cticamente id¨¦ntico a lo que hay funcionando desde hace d¨¦cadas en las instalaciones de origen, en Rusia y en Kazajist¨¢n. Los sistemas se han modernizado pero no han cambiado sustancialmente, explica Cuenca. En 20 hect¨¢reas de terreno rodeadas de selva est¨¢n ya casi terminadas la planta energ¨¦tica, la de refrigeraci¨®n, los edificios de servicios, el edificio de integraci¨®n y la plataforma misma de la que despegar¨¢ el cohete, con sus cuatro brazos m¨®viles que lo sujetar¨¢n hasta el ¨²ltimo momento. El Soyuz mide casi 47 metros de altura y 10 de di¨¢metro.
Los rusos llegaron a trabajar a Kourou hace un a?o, cuando la construcci¨®n estaba ya muy avanzada. "Nos sorprende la buena relaci¨®n que tenemos, pese al problema del idioma, porque tenemos que utilizar traductores, pero la colaboraci¨®n es muy fluida", asegura Cuenca.
El coste del complejo es de 409 millones de euros, de los cuales siete pa¨ªses (con Francia como contribuyente mayoritario, pero tambi¨¦n con una peque?a participaci¨®n espa?ola) aportan 244 millones de euros. El consorcio Arianespace, que comercializar¨¢ los Soyuz, contribuye con 121 millones y otros socios menores ponen el resto. La idea de lanzar estos cohetes desde el centro europeo de Guyana se tom¨® por su inter¨¦s comercial y considerando que los rusos, unos duros competidores, podr¨ªan buscar otra alianza y perjudicar a Arianespace.
"El Soyuz pone en ¨®rbita geoestacionaria (GTO, a 36.000 kil¨®metros de altura) sat¨¦lites de tres toneladas y de hasta seis y media en ¨®rbita baja; ya tenemos encargadas y en producci¨®n 14 unidades", explica Jean- Yves Le Gall, presidente de Arianespace. La estrategia de la empresa es ofrecer a los clientes cohetes de distinta capacidad para cubrir todas las necesidades de puesta en ¨®rbita. Ariane-5 se ocupa de las cargas m¨¢s pesadas, hasta 10 toneladas en GTO, y puede lanzar a la vez dos sat¨¦lites, como los telescopios espaciales de la ESA Herschel y Planck que partieron el pasado d¨ªa 14. Para las cargas m¨¢s ligeras, de hasta 1,5 toneladas, y en ¨®rbita baja, Arianespace ofrece una tercera opci¨®n, el cohete Vega que debe estar listo el a?o pr¨®ximo. Su complejo de lanzamiento, junto al del Ariane-5 est¨¢ tambi¨¦n en construcci¨®n.
El centro espacial europeo ocupa 700 kil¨®metros cuadrados, con 50 kil¨®metros de costa, en una zona cercana al ecuador libre de ciclones, destaca Jo?l Barre, director de la base. El primer cohete parti¨® de all¨ª en 1968 y se han lanzado ya 188.
En el extremo sureste de la base est¨¢ la poblaci¨®n de Kourou, y en el extremo opuesto, Sinnamary, donde viven los rusos, cerca de la entrada hacia la zona de Soyuz. Cuando acabe la construcci¨®n y empiece a utilizarse este nuevo complejo, el personal ruso ser¨¢ reducido, y s¨®lo se ampliar¨¢ en cada campa?a de lanzamiento, que exigir¨¢ la presencia de 150 o 200 especialistas de estos cohetes, explica Cuenca.
Para que no falte el toque ruso, junto a la plataforma del cohete hay una peque?a urna de cristal con una piedra. "Es del cosm¨®dromo de Baikonur, y recuerda a Gagarin", explica Cuenca. "Pero ¨¦sta es una copia", a?ade, "la original la guardamos en el Museo del Espacio de la base".
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