Creadoras en tiempo de barbarie
La Fundaci¨®n Tres Culturas re¨²ne los trabajos de 40 artistas palestinas en un cat¨¢logo
Israel y Palestina son el escenario de uno de los conflictos m¨¢s largos y sangrientos del planeta. Bombas, asesinatos, fanatismo y pobreza contrastan con la labor de m¨¦dicos, religiosos, ONG y mediadores que intentan acabar con el conflicto o, por lo menos, mitigar sus carnicer¨ªas. Tambi¨¦n hay artistas que tratan de trascender con sus creaciones un tiempo de barbarie.
La Fundaci¨®n Tres Culturas, que tiene su sede en Sevilla, y la galer¨ªa de arte Al-Hoash de Jerusal¨¦n han publicado el I Cat¨¢logo de Artistas Palestinas La Tierra=El Cuerpo=La Narrativa. El cat¨¢logo muestra una selecci¨®n del trabajo de 40 artistas palestinas representativas del ¨²ltimo siglo a lo largo de 300 p¨¢ginas.
La publicaci¨®n muestra pinturas, esculturas, fotos y dibujos
Algunas obras exploran el conflicto de Oriente Pr¨®ximo
"Mi trabajo tiene que ver con las estructuras de poder", dice Manna
El deseo de que la vida y el arte triunfen sobre la violencia recorre el libro
Pinturas, esculturas, fotograf¨ªas, dibujos, fotogramas de v¨ªdeos e instalaciones dan cuerpo al volumen, cuyas p¨¢ginas est¨¢n escritas en espa?ol, ingl¨¦s y ¨¢rabe. Algunas de las artistas reunidas en la publicaci¨®n son nombres notables en el circuito del arte, como Mona Hatoum, Rosalind Nashashibi, Emily Jacir y Laila Shawa.
Reem Fadda, que es la editora del cat¨¢logo, hace hincapi¨¦ en "la importancia que tiene el arte palestino para hablar de la humanidad". "Hablo de una cultura y una identidad definidas. Y por eso es importante que la voz que se refleje sea la de las mujeres", agrega Fadda.
Adem¨¢s de las citadas, el cat¨¢logo recorre la obra de artistas como Wafaa Yasin, Sandi Hilal, Jumana Manna, Dina Ghazal, Mervat Essa, Suha Shoman, Samia Zaru, Sophie Halaba, Mary Tuma, Reem Bader, Raida Adon, Maha El Daya... El cat¨¢logo se introduce en los aspectos m¨¢s palpitantes del drama palestino y los relaciona con el arte de sus mujeres. Los t¨ªtulos de algunos apartados de la publicaci¨®n son elocuentes: Nostalgia y el derecho al retorno, El Mar, Los lugares del alambre de espino, La historia personificada de la tierra y su pueblo...
Iman Abu Hmeid presenta Cometas, una instalaci¨®n que une tejido, pintura, barras de hierro, madera y pl¨¢stico en una llamada de libertad. Tamam Al-Akhal ofrece en El muro, un ¨®leo sobre lienzo, el m¨ªnimo indicio de un rescoldo de verdor en mitad de la negrura. Sana' Farah Bishara articula sus esculturas de bronce sobre la carencia y la dislocaci¨®n.
Jumana Manna (Jerusal¨¦n, 1987) tiene una mirada inteligente que sopesa con curiosidad todo lo que la rodea. Esta joven artista reside y estudia en Oslo. Noruega y su tierra natal enhebran en su mente un combinado de sugerencias y peque?os placeres que rozan la perfecci¨®n. Cuando est¨¢ en Oslo echa en falta algunas cosas de Palestina, como "la comida, la energ¨ªa y la intensa sensaci¨®n de vida". Pero tambi¨¦n hay cosas que le gustan mucho de Noruega, como "el aire fresco, la gente amable, un sistema que funciona, la calma, el espacio y las zonas verdes".
Manna, que estuvo en Sevilla hace unas semanas, luce un atuendo occidental donde prima la comodidad. Autora de v¨ªdeos, fotograf¨ªas, instalaciones y performances, ha expuesto algunas de sus obras en Viena, Oslo y Jerusal¨¦n. Su trabajo tiene elementos que comparte con otras artistas palestinas. "Mi arte es una mezcla de experiencias personales a las que trato de enlazar con un contexto sociopol¨ªtico m¨¢s amplio. Este contexto sociopol¨ªtico no est¨¢ ligado necesariamente a Palestina. Mi trabajo tiene que ver con las estructuras de poder o las representaciones de poder", comenta Manna.
Las artistas de Palestina, la tierra ensangrentada por un conflicto que parece inacabable, tienen, a juicio de Manna, algunas caracter¨ªsticas espec¨ªficas. "S¨®lo puedo responder a t¨ªtulo personal. En principio, las artistas palestinas no tenemos unas caracter¨ªsticas determinadas respecto a las de otras zonas del mundo, pero la verdad es que s¨ª que las tenemos. Pienso que son unas caracter¨ªsticas espec¨ªficas que no vienen tanto de ser palestinas como de pertenecer a una sociedad conservadora", afirma Manna, que es una chica con inquietudes intelectuales a la que le encantan los libros.
Autoras como Doris Lessing, con su reivindicaci¨®n de la potencialidad de la mujer, o Hannah Arendt, con su deprimente constataci¨®n de la "banalidad del mal", son referentes que Manna lleva consigo. Y, c¨®mo no, el ensayista palestino Edward Said tiene un lugar muy importante entre las personas que le ense?an a pensar. Sus palabras ensanchan su imaginaci¨®n a la hora de emprender una tarea que comparte con otras artistas palestinas. Esa tarea pone trazos de color donde otras personas disparan sus armas y produce im¨¢genes en los mismos lugares donde estallan las bombas. Esa voluntad de forjar creaciones que demuestren el triunfo de la vida y el arte sobre la violencia y la destrucci¨®n recorren las p¨¢ginas del cat¨¢logo.
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