"El cine franc¨¦s vive malos tiempos"

Una buena charla puede hundir mitos. O transformar percepciones. Una comida en la playa de la Zurriola, en el barrio donostiarra de Gros, con Louis Garrel (Par¨ªs, 1983) sirve para comprender que el le¨®n no siempre muerde aunque todo el mundo huya espantado de sus rugidos. A Garrel le acompa?a fama de arisco, de complicado, de hacer la vida imposible a quienes le rodean. Justo lo contrario que ofrece en pantalla, con una poderosa marca de la casa en forma de chico compungido que sufre de amores. A Garrel el cine le corre por las venas. Su abuelo, Maurice Garrel, era actor. Su madre, Brigitte Sy, tambi¨¦n. Su padre, Philippe Garrel, es uno de los m¨¢s reputados cineastas franceses. Ahijado de Jean-Pierre L¨¦aud —un int¨¦rprete pegado a un nombre, el de su director fetiche Fran?ois Truffaut—, a Louis Garrel no parec¨ªa quedarle otra, y con seis a?os debut¨® en un filme de su padre. Mientras estudiaba Interpretaci¨®n en el Conservatorio Nacional en 2002 le lleg¨® la oferta para su cuarta pel¨ªcula, que se convertir¨ªa en su lanzamiento definitivo: So?adores, de Bernardo Bertolucci, en la que completaba un tri¨¢ngulo amoroso con otros dos v¨¦rtices como Eva Green y Michel Pitt, una t¨®rrida relaci¨®n ambientada en mayo de 1968 franc¨¦s.

"Me gustar¨ªa trabajar con Julio Medem o Pedro Almod¨®var. Vosotros los espa?oles s¨ª ten¨¦is cineastas interesantes"

Y ah¨ª empieza su carrera por el cine de autor de la mano de su padre y de Christophe Honor¨¦. Garrel ha protagonizado los ¨²ltimos cuatro filmes de Honor¨¦, que ha dirigido seis. En San Sebasti¨¢n, donde concursaba, Garrel apoy¨® con su presencia La belle personne, de Honor¨¦, una versi¨®n al siglo XXI de La princesa de Cl¨¨ves, de Madame La Fayatte. Una historia de intrigas, celos y amores trasladados a un instituto donde Garrel encarna a un profesor. El pasado septiembre, en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, el actor acompa?¨® de paso a su padre en el homenaje que le rend¨ªa el certamen, que se cerr¨® con la proyecci¨®n de La fronti¨¨re de l'aube, la ¨²ltima pel¨ªcula de ambos, un drama en blanco y negro con toques fantasmag¨®ricos. Antes de la charla, una petici¨®n realizada directamente por ¨¦l: "Hablamos de lo que quieras, pero me gustar¨ªa no entrar en mi vida sentimental". Garrel es pareja de la actriz y directora Valeria Bruni Tedeschi (juntos han adoptado un ni?o africano) y eso le convierte en concu?ado del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. Menuda vuelta de la vida para alguien procedente de una familia de izquierdas.

El actor empieza a darle al pintxo de dise?o y arranca con la entrevista. Arrastra su cara de reci¨¦n levantado y seg¨²n avance la charla crecer¨¢ su socarroner¨ªa.

EP3. ?Es verdad que de peque?o quer¨ªas ser abogado?

Louis Garrel. Bueno, es lo t¨ªpico. De cr¨ªo quieres hacer algo diferente a lo que ves a tu alrededor. Y eso parec¨ªa importante.

EP3. Es el cuarto trabajo con Honor¨¦. ?Qu¨¦ te da? En la rueda de prensa [del festival] dijiste que porque se re¨ªa de tus chistes.

L. G. S¨ª, dije que si suelto una gracia en una mesa en la que hay 28 personas, s¨®lo se reir¨ªan dos: mi madre y Christophe.

EP3. Y?

L. G. Es verdad, pero tambi¨¦n es cierto que juntos inventamos lo que se ve en pantalla. Compartimos una manera de ver las cosas. Hemos evolucionado a la vez en el cine, abandonando la iron¨ªa para ir de cara. Y escribe para m¨ª los guiones. ?C¨®mo negarme?

EP3. Eso es lo que dice ¨¦l.

L. G. Y bien dicho est¨¢. Por eso lo repito.

EP3. ?Cansado de personajes atormentados?

L. G. Depende, hago lo que quiero. Pero si vieras los guiones que me llegan? Escojo mucho. Pero creo que el cine franc¨¦s vive muy malos tiempos.

EP3. ?Si sois el ejemplo de Europa!

L. G. De verdad que creativamente la cosa va mal. S¨¦ que la taquilla funciona, pero yo no me siento c¨®modo en ese universo creativo. Vosotros los espa?oles s¨ª ten¨¦is cineastas interesantes.

EP3. ?Alg¨²n ejemplo?

L. G. Me gustar¨ªa trabajar con Julio Medem o Pedro Almod¨®var. Si te fijas en mi carrera, he trabajado con mi padre, con Honor¨¦, he hecho una pel¨ªcula dirigido por Valeria Bruni Tedeschi y un par de cosas m¨¢s. Eso deber¨ªa darte una pista.

EP3. ?C¨®mo es rodar con un padre?

L. G. Creo que tenemos gustos muy diferentes, pero es mi padre y aprendo cosas con ¨¦l, sus historias me interesan y nos llevamos bien.

EP3. Que cuando arranca una carrera alguien protagonice una pel¨ªcula como So?adores debe marcar much¨ªsimo.

L. G. Y por eso rehu¨ª todo lo que me ofrecieron despu¨¦s desde Hollywood. He vuelto a filmar una sobre esa ¨¦poca [Les amants r¨¦guliers, de su padre, con la que logr¨® el C¨¦sar al mejor actor revelaci¨®n], a hacer algo en ingl¨¦s, pero no una gran producci¨®n. No es que So?adores fuera inmensa; sin embargo, con ella me llamaron para cosas que no me interesaban.

EP3. ?Te interesa la moda?

L. G. ?Has visto mi ropa? ?T¨² que crees? [Garrel lleva en San Sebasti¨¢n dos d¨ªas con la misma ropa, sin cambiarse].

EP3. Pero te convertiste junto a Eva Green y Michel Pitt en imagen de Emporio Armani.

L. G. Fue a ra¨ªz del lanzamiento de So?adores, s¨ª. Me pagaron bien y ya est¨¢.

EP3. Lo de saltar de rebelde a profesor de instituto en La belle personne s¨ª es un gran cambio.

L. G. S¨ª, me tocaba, y se lo agradezco mucho a Christophe. Mi Nemours es un personaje al que le sobrepasan las emociones, un tipo desbordado que por amor pierde el norte detr¨¢s de una alumna que juega con todos los que le rodean. A Nemours le condena la pasi¨®n y tiene unas complejidades que espero haber reflejado en la pantalla.

Garrel calla un momento. Se le acumulan las tapas. Ha quemado la noche donostiarra, a varios jefes de prensa y encargados del festival y, sin embargo, entre la brisa de la playa y la comida el monstruo no ha salido del escondite. Queda algo de tiempo para rematar la conversaci¨®n.

EP3. Has dirigido un cortometraje y?

L. G. De eso me apetece mucho hablar. He realizado un corto porque como te dec¨ªa antes vivimos en Francia una sequ¨ªa creativa. Sospecho que mi carrera acabar¨¢ dirigi¨¦ndose hacia esos terrenos, que dejar¨¦ de actuar para ponerme detr¨¢s de la c¨¢mara. Eso s¨ª, siempre que tenga algo que contar, no rodar por rodar, por el "ahora toca hacer otra". No puedo traicionarme.

La belle personne ya est¨¢ en cines.