La hero¨ªna paral¨ªmpica
Nataci¨®n, pol¨ªtica, labor humanitaria. Teresa Perales, la nadadora m¨¢s laureada del deporte espa?ol, no para. Opta a los premios Laureus junto a Nadal y la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol
Al cura le tuvo que avisar de antemano para que no gritase: "?Milagro!". El reto que se plante¨® Teresa Perales para el d¨ªa de su boda estaba a la altura de sus haza?as paral¨ªmpicas: obsequiar a su futuro marido con un momento irrepetible. Entren¨® durante meses, sin que ¨¦l supiera nada.
Fue el 8 de enero de 2005. "?Que viene la novia, que viene la novia!", se empez¨® a murmurar en los bancos de la iglesia. Todo el mundo esperaba ver llegar en silla de ruedas a la hero¨ªna paral¨ªmpica, a la mujer de la blanca sonrisa, a la chica paralizada de cintura para abajo desde los 19 a?os. Pero Teresa Perales entr¨® en la iglesia caminando. Sobre sus propios pies. Del brazo de su hermano. El silencio se convirti¨® en admiraci¨®n. La admiraci¨®n, en l¨¢grimas de muchos invitados. El novio, estupefacto.
"No me gusta la compasi¨®n de la gente ni el desprecio; hago m¨¢s cosas que otros aunque vaya en silla"
Teresa tuvo que entrenar durante meses para ese momento. Manejarse sobre unos bitutores, unas fundas para las piernas que van desde la planta del pie hasta la ingle, no es f¨¢cil: se apoya una cadera y un pie se dispara y avanza; se apoya la otra y se dispara el otro pie. La ganadora de 16 medallas paral¨ªmpicas, la nadadora m¨¢s condecorada del deporte espa?ol, pas¨® horas y horas ensayando en el pasillo de 11 metros de casa de su madre. Plane¨® el d¨ªa de su boda con la ambici¨®n y la pasi¨®n que le lleva a pulverizar r¨¦cords.
Es la deportista m¨¢s laureada del deporte espa?ol, un honor que comparte con otros dos deportistas paral¨ªmpicos que tambi¨¦n tienen 16 medallas: Purificaci¨®n Santamarta y Xavi Torres. De Pek¨ªn se trajo el a?o pasado cinco metales, motivo por el que es una de las tres representantes del deporte espa?ol, junto a Nadal y la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol, propuestos a los premios Laureus, que concede una academia de 46 leyendas vivas del deporte (Comaneci, Coe, Fittipaldi, Indur¨¢in) tras votaci¨®n de medios de comunicaci¨®n de 112 pa¨ªses.
Fue luchadora de k¨¢rate hasta que, a los 19 a?os, una enfermedad neurol¨®gica la traslad¨® a una silla de ruedas. Entonces empez¨® su larga lucha. Una lucha por superar todas esas barreras que nac¨ªan a su alrededor. Estudi¨® Fisioterapia, empez¨® a competir en las paralimpiadas, llegaron los ¨¦xitos, las primeras medallas. Y junto a ¨¦stos, la oferta de entrar en pol¨ªtica, en las filas del Partido Aragon¨¦s Regionalista: fue diputada en las Cortes aragonesas, directora general de atenci¨®n a la dependencia y n¨²mero uno en la lista del PAR al Congreso de los Diputados en 2008. Actualmente preside las juventudes del PAR (Rolde Choben) y es asesora de fomento y deporte en el Ayuntamiento de Zaragoza. "Es una de esas personas en las que te fijas para ver que nada es imposible en esta vida", declara Manuel Blasco, su actual jefe en el Consistorio. "Es una mujer todoterreno, cae bien en todos los sitios. Es competidora; dura cuando tiene que ser dura; dialogante. Soy un fan suyo", dice Blasco, teniente de alcalde del Ayuntamiento.
El padre de Teresa Perales se levantaba todos los d¨ªas a las seis de la ma?ana para meterse en una c¨¢mara frigor¨ªfica a 30 grados bajo cero; trabajaba en una empresa de ultracongelados. Ella tambi¨¦n se levanta a las seis, pero para ir a nadar a la piscina. "Me siento libre en el agua, el agua es mi amiga", cuenta, con su blanca sonrisa, en la estaci¨®n de Atocha de Madrid. Teresa acudi¨® el martes pasado al Congreso de los Diputados para informar de la situaci¨®n de los deportistas paral¨ªmpicos.
Su padre muri¨® cuando ella contaba 15 a?os. "La edad del pavo se me cort¨® de cuajo", dice, y tuerce por un momento el gesto. Trasiego de pasajeros en la estaci¨®n, murmullo de avisos por megafon¨ªa y Teresa Perales, despu¨¦s de tres cuartos de hora de entrevista, llevada por el recuerdo, ofrece una reflexi¨®n que casi resume una vida:
"La muerte de mi padre me ense?¨® que lo ¨²nico que no tiene soluci¨®n es la muerte. Todo lo dem¨¢s tiene soluci¨®n. Yo no necesito ponerme de pie para caminar. Yo simplemente camino a mi manera. Y la silla no me ha impedido hacer grandes cosas en mi vida. He estado en el desierto, me he subido a una duna, he sido la primera aragonesa en acabar el rally de la Baja Espa?a-Arag¨®n, he dado la vuelta al mundo un mont¨®n de veces, he hecho submarinismo, he montado a caballo... Y lo que me queda por hacer. La silla nunca va a ser un impedimento. A lo mejor me encuentro con un escal¨®n que me hace sentir impotente, pero s¨®lo si hay gente alrededor que me pueda ver y veo que hago el rid¨ªculo si me tengo que tirar al suelo. Yo he subido tres pisos a culo, en un sitio en que no hab¨ªa ascensor, para hacer un tratamiento [como fisioterapeuta] a una paciente. Y la mar de feliz".
Su amiga Ana Sanz recuerda m¨¢s de un mitin en que Teresa Perales tuvo que subirse al escenario a rastras. "Pero llegaba arriba con una sonrisa, como si nada hubiera pasado", recuerda Sanz. "Teresa es la fuerza y la sonrisa. Tiene una capacidad de esfuerzo brutal. Le da tiempo a hacer de todo, su vida es como la de 20 personas".
La hero¨ªna paral¨ªmpica tiene su receta sobre c¨®mo afrontar la existencia, la teor¨ªa del espiralismo: "Uno debe crear su propia espiral de optimismo y felicidad". Su vida ha cambiado mucho y su entrenador, ?ngel Santamar¨ªa, echa de menos aquellos d¨ªas en que era m¨¢s espont¨¢nea: "Ha aprendido a ser pol¨ªticamente correcta. Ahora es mucho m¨¢s culta, pero me gustaba la naturalidad que ten¨ªa antes".
Teresa se define como una mujer pasional que siempre presupone la bondad en los dem¨¢s. "No me gusta la compasi¨®n de la gente ni el desprecio; hago m¨¢s cosas que otros aunque vaya en silla", dice. Cuenta que su vida va por ciclos ol¨ªmpicos: "A la vuelta de Sidney, conoc¨ª a mi marido; a la vuelta de Atenas, me cas¨¦; y ahora, a la vuelta de Pek¨ªn, espero alg¨²n d¨ªa tener un ni?o. Desde luego, el pistoletazo de salida est¨¢ dado".
Ha colaborado con m¨²ltiples ONG. Ha estado cinco veces en el desierto para convertir en suya la lucha del pueblo saharaui. Y quiere seguir luchando por cambiar la realidad. "Tengo la sensaci¨®n de que estoy aqu¨ª en este mundo para hacer algo grande, no s¨¦ el qu¨¦. Espero no perderme en el camino. Una de mis ilusiones ser¨ªa ser embajadora de Naciones Unidas". Y Teresa Perales sonr¨ªe.
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