"Su derecha ya no pica alto"

El runr¨²n se activa en el vestuario cuando Rafael Nadal pierde 7-5 un set de exhibici¨®n contra el argentino Brian Dabul la v¨ªspera del arranque de Roland Garros. Sergio Roitman, su compatriota, se acerca a un periodista y le dice: "Preg¨²ntale a Rafa si cambi¨® su derecha. ?Ya no pica alto!". D¨ªas despu¨¦s, Jos¨¦ Acasuso, otro argentino, comparte el mismo argumento, siempre negado por el n¨²mero uno y su equipo. "Me parece que hay algo nuevo en el armado del golpe, en el movimiento, en c¨®mo empu?a la raqueta. No jug¨® bien desde que lleg¨® aqu¨ª", dice Acasuso.

Algo fundamental separa las dos frases. Nadal, menos estereotipado que nunca en su juego sobre arcilla, m¨¢s plural en sus armas para competir sobre pista dura, ha perdido por primera vez en cinco participaciones en Roland Garros. Su derrota deja a todos navegando en un mar de dudas. ?Se puede mantener el nivel de forma entre la victoria en el Abierto de Australia y el reto de Par¨ªs? ?Ha cambiado el campe¨®n su forma de jugar, ahora que ha abierto su abanico de golpes en todas las superficies? Una pregunta une a todos los tenistas, que se plantean lo que el espa?ol califica de "tonter¨ªa". ?Le afect¨® a su juego preparar Roland Garros a 650 metros de altura?

"Hizo un gran esfuerzo en Madrid", dice Franco Dav¨ªn, t¨¦cnico del argentino Juan Mart¨ªn del Potro. "El torneo no le ven¨ªa bien, pero quer¨ªa ganar como fuera por ser en Espa?a. Eso le sac¨® de ritmo. Normalmente, esa semana es la que le deja tranquilo con vistas a Roland Garros y en Madrid no tuvo buenas sensaciones. Eso se paga. Se le vino muy cerca Par¨ªs. Madrid le jug¨® en contra. Y a Rafa, que es tan detallista, un tenista tan de sensaciones, le sac¨® la confianza. Otra cosa. Hubo un desgaste mayor que otros a?os. Australia, con ese partido con Verdasco [5h 14m], fue muy duro para ¨¦l", a?ade. ?Y Par¨ªs? "Jug¨® corto, lo que le dio a Soderling tiempo para usar su derecha. Eso gener¨® nervios", explica Dav¨ªn.

Entre la final perdida en Madrid ante Roger Federer y el arranque del torneo parisiense, Nadal camina ocupado. El mismo domingo 17 vuela de Madrid a Mallorca. El lunes se entrena, queda con sus amigos para darse un ba?o y se tiene que marchar porque le esperan en casa para un control antidopaje. El martes vuelve a entrenarse y el mi¨¦rcoles viaja en un jet privado junto a todo su equipo hasta Suiza, donde le espera una comida de negocios para abrir varias academias de tenis. Esa noche duerme en Par¨ªs. El jueves disputa una exhibici¨®n. El viernes participa en el sorteo y da una rueda de prensa. Debuta el lunes tras atender a la prensa espa?ola el domingo. Siempre se entrena.

Las dudas del n¨²mero uno, triunfador esta temporada en tierra en Montecarlo, Barcelona y Roma, se entienden a trav¨¦s de sus sensaciones. "De nivel, he jugado un pel¨ªn por debajo que el a?o pasado", dijo nada m¨¢s llegar a Par¨ªs. ?No est¨¢ de nuevo aculado a un metro de la l¨ªnea de fondo en vez de sobre ella? "Le veo bien de nivel. Si no, no lo dir¨ªa mucho. Ha ganado algunos partidos por inercia", contesta Toni Nadal.

"Nada ha cambiado. Rafa jug¨® muy corto", explica Roger Rasheed, entrenador de Monfils, uno de los cinco tenistas que le han ganado en 2009. "El rev¨¦s no le avanzaba", apunta Guillermo Vilas sobre el golpe m¨¢s atacable de Nadal.