El metal amenaza con declararse en huelga indefinida la pr¨®xima semana

El acoso policial sobre unos 2.000 manifestantes que se concentraban ayer en la plaza de Am¨¦rica de Vigo desat¨® la m¨¢s virulenta de las batallas entre las fuerzas de seguridad y los trabajadores del metal. Era la quinta jornada oficial de huelga por la falta de acuerdo en la negociaci¨®n del convenio colectivo, que afecta a unos 27.000 trabajadores en la provincia de Pontevedra. Lo que hab¨ªa comenzado con una movilizaci¨®n tranquila termin¨® con ocho heridos (cuatro trabajadores y cuatro polic¨ªas), un autob¨²s parcialmente quemado y gases lacrim¨®genos flotando en el aire.

Las marchas se iniciaron a las 9.30 horas desde cuatro puntos distintos de la ciudad: los astilleros Vulcano y Barreras, la zona industrial del Camino del Caramuxo y Mos. En la asamblea celebrada a media ma?ana ante el ayuntamiento qued¨® patente que el conflicto, m¨¢s que en punto muerto, ha entrado en un callej¨®n muy oscuro. "La semana que viene habr¨¢ tres d¨ªas de huelga. A partir del viernes el paro ser¨¢ indefinido. Pero no ser¨¢ una huelga cualquiera, les vamos a dar donde m¨¢s les duele". Nada se votaba. Los presentes aplaud¨ªan y gritaban "lume, lume" como toda respuesta.

"No me importa perder dinero, en 2007 estuvimos 17 d¨ªas parados"

La arenga de Antol¨ªn Alc¨¢ntara, de la CIG, les inst¨® a mantenerse firmes bajo el discurso de que "el metal de Pontevedra es un ejemplo para toda Espa?a". Los consultados estaban de acuerdo: "El mes pasado perd¨ª 400 euros en la n¨®mina", aseguraba un operario con categor¨ªa de oficial de una auxiliar de Barreras. "No me importa, en la huelga de 2007 estuvimos 17 d¨ªas parados". Otro recordaba que su padre y sus hermanos trabajaban en el naval: "Lo hago por dignidad, si no estuviera aqu¨ª estar¨ªa tirando por tierra toda su lucha".

Cuando parec¨ªa que llegaba la retirada, hacia las 13.00 horas, comenzaron a vivirse los momentos m¨¢s tensos. En la plaza de Am¨¦rica, una de las arterias por donde confluye la mayor parte del tr¨¢fico, ocho furgones policiales rodearon a los huelguistas y les forzaron a dispersarse por las calles aleda?as. Comenzaron a volar las pelotas de goma disparadas por los antidisturbios, que a cambio recibieron una lluvia de tornillos. Cerca de Barreras, uno de los manifestantes subi¨® a un autob¨²s urbano y oblig¨® a sus ocupantes a descender del veh¨ªculo para despu¨¦s prenderle fuego en su parte delantera. Posteriormente, fue otro trabajador el que ayudar¨ªa a sofocar las llamas.

La patronal cree que la deriva sindical ha provocado que el conflicto "entre en una fase desconocida". Hoy continuar¨¢n las movilizaciones.